ADIF quiere regalarle al Ayuntamiento de València la estación del Grao

En la imagen, estación del Grao de Valencia (2005).

Por Esteban Gonzalo Rogel.

Después de catorce años fuera de servicio, sin rehabilitarlo para darle utilidad y a expensas de ladrones, Adif quiere regalarle al Ayuntamiento de València el edificio de la estación del Grao para que la pueda rehabilitar y darle uso. Tras la visita de los inspectores el pasado mes de julio la Oficina Técnica Municipal de Control de la Edificación manifestó que el inmueble no amenaza ruina y reúne condiciones de seguridad para ser reacondicionado. Excelente construcción que ha cumplido 168 años. La estación ferroviaria más vieja de España.

La noticia es buena, ya que han movido ficha, pero ocurre que a nuestro Ayuntamiento se le amontona la faena a diestro y siniestro: tras varios decenios a la espera y dando imagen de desidia a los turistas, van a paso de tortuga las prospecciones arqueológicas para la posterior restauración de dos edificios ruinosos junto a la Lonja; en la calle Micalet quieren gastar “un pastón” para restaurar el solitario edificio del relojero, sin interés arquitectónico y aguantado con tirantes de acero, cuando lo lógico sería tirarlo, como opinaban anteriores consistorios, vecinos y comerciantes, para conformar una placita, pero con negativo parecer de los Gobiernos Valencianos anteriores y actual; está a la espera la abandonada estación de Nazaret, de 1912, cerrada al tráfico ferroviario en 1957, posteriormente utilizada junto con su explanada por una empresa maderera, que continua como propiedad privada y es la única de dos plantas del trenet en versión original; pendiente la solución al edificio fuera de línea y en hondonada, que obliga a bruscas maniobras de los vehículos en la salida sur del puente Nou d’Octubre desde su inauguración en 1989 (31 años); la reconstrucción de las naves que derribaron en La Tabacalera, las rehabilitaciones de la Aceitera de Marxalenes, La Ceramo, la Harinera del Grao, …

Y como guinda, la urgente solución al Museo Fallero, sin espacio suficiente ni para exponer todo lo que tienen. Somos varios los que en diferentes foros hemos opinado que dejen todo el edificio de Monteolivete para el museo o lo trasladen a otro lugar. El pasado mes de septiembre en un comentario sobre el citado museo y sus problemas, opiné que el infrautilizado Edificio de Correos en la plaza del Ayuntamiento sería un magnífico contenedor sobre nuestra actual fiesta principal, ya que incluso podrían montar en el amplio y alto vestíbulo una falla para más genuina información a nuestros visitantes. Y da la casualidad que la citada entidad estatal se lo ofreció el pasado mes de octubre al gobierno valenciano. La gran ocasión para las autoridades capitalinas, quienes en lugar de no darle importancia a la oferta en sus manifestaciones, deberían pedirlo sin más dilaciones, máxime cuando hace dos años miembros del gobierno municipal consideraron idóneo el citado edificio para el Museo Fallero.

Pero más inversión, cuando el desmoronamiento económico ocasionado por el Covid-19 obligará a desviar fondos a otros asuntos más urgentes.

Aunque también pudiera suceder al contrario, que, ante el enorme aumento del paro, promueva más obras urbanas la Administración.

Y la última, el Ministerio de Hacienda le ha pedido al Ayuntamiento que le expropie el enfermo edificio de Guillem de Castro, ya que no puede destinarlo a hotel. Según las informaciones diez millones de euros, y después varios millones para rehabilitarlo antes de darle uso.

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