Carlos Boga, en la dirección del Hotel Las Arenas de Valencia, recibe la unanimidad de los miembros de la Asociación Valencia Premium para presidirla. Asume el cargo con el positivismo que le caracteriza para afrontar los retos del alto turismo como crecer en sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa. Asume este cargo como un relevo nada sencillo, asegura que Ana Merelo ha dejado el listón muy alto, con una gran labor y siendo faro de la asociación durante todos estos años. El cargo llega en un momento en el que se descarga de la presidencia de Valencia Convention Bureau.
Carlos Boga transmite la serenidad de quien ha viajado, ha trabajado en la dirección de proyectos hoteleros extranjeros, nutrido de diferentes culturas y con gran bagaje, expresa que ha podido tener buenas y muy duras experiencias que le han servido para aprender. Asegura que “viajar, visitar agencias, hacer ferias y acumular experiencia, tanto como director, como comercial, contribuye a generar empatía con el cliente”.
Abraza esta nueva etapa como un ejercicio de responsabilidad, conoce bien los movimientos de la ciudad como destino turístico, gracias a su etapa como miembro del Patronato de Turismo. Llegó a Valencia en el año 2009. “Entonces era una ciudad más local y más focalizada, a pesar de los importantes eventos internacionales que había albergado como La Copa América o La Fórmula 1. Hoy en día es mucho más internacional gracias al empuje de las universidades con sus programas Erasmus; al desarrollo tecnológico que ha generado un tejido importante de empresas de tecnología, nuevas startups y aumento del emprendimiento”. Esta evidencia la asocia a que, a día de hoy, Valencia goza de una gran conectividad aérea. El haber mejorado este aspecto, también de tren (con casi cuatro operadoras de alta velocidad con Madrid) repercute en el turismo internacional.
«Tenemos muchas cosas que nos favorecen como destino: playa, montaña, gastronomía diversa, más de 21 estrellas Michelín, restaurantes de producto de proximidad que recuperan guisos y recetas tradicionales… ¡Nuestra climatología! Multitud de personas han establecido su residencia en la Comunitat Valenciana. Y si es un destino atractivo para vivir, todavía lo es más para visitar»
El gran reto actual y del que todo mundo habla, es la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa. “En la actualidad, cuando las agencias europeas especializadas en grandes congresos y eventos nos contactan, lo primero que solicitan son los dossiers de sostenibilidad para constatar que eres una empresa comprometida. Tiene más peso que nunca, es uno de los aspectos por los que debemos trabajar”.
Carlos Boga asegura que, en este sentido, se está trabajando a dos velocidades. Por un lado, las administraciones gestionan Fondos Europeos con los que trabajan para las ciudades a un ritmo y por otro, el sector privado, la empresa no recibe esas ayudas con lo que ralentiza esta mejora. Destaca que es importante gestionar los recursos para crecer en RSC, que las empresas aporten valor a la comunidad y así atraer a un turismo de lujo maduro.
“Tras años dedicándome a este sector, identificamos distintos tipos de lujo. El maduro, que busca nuevas vivencias, como salir a pescar a las 5 de la mañana con los pescadores locales o ir a comprar al mercado central de la mano de un chef de prestigio. Son turistas que buscan experiencias diferenciales, singulares, que nunca han vivido, y que en sí representan un verdadero lujo. Y, por otro lado, el lujo de los países emergentes, que priorizan ir a grandes hoteles, a grandes restaurantes de estrellas Michelín o comprar en grandes marcas. Vivir y ostentar”.
Valencia Premium surgió por la necesidad de potenciar el turismo de alta gama dentro de la ciudad, y se ha extendido al ámbito de la Comunitat Valenciana. Nació por la necesidad de prestarle más atención al alto turismo, hacía falta un empuje para que realmente se apoyarán a las empresas que invierten en generar este valor, explica Carlos. Así, el nuevo presidente de Valencia Premium, opina que la saturación del turismo no es ideal para ninguna ciudad, hay que mantener equilibrio entre el turismo y la ciudadanía, trabajando por el desarrollo de una ciudad amigable para vivir. “Se busca menos y de más poder adquisitivo y esto pasa por conseguir más servicios y proyectos de gran calidad”.
La evidencia del trabajo de estos años es que las administraciones cuentan con Valencia Premium para crear las estrategias, se consulta e integra la opinión y experiencia del sector. Aún así, “queda un largo camino que recorrer, como integrar a la ciudadanía y a todas las administraciones para que conozcan que es el turismo de lujo y su impacto, porque está un poco demonizado” apunta Boga. «El atraer este tipo turismo no siempre está bien valorado por todas las administraciones públicas, a pesar de ser sinónimo de calidad, de respeto al medio ambiente y de contribuir a generar mayor trabajo, prosperidad, negocios que funcionan bien e inversiones que se reflejan en los servicios para la ciudad», concluye.
