Aún cuando muchos temían esta situación, la decisión a última hora de ayer, apenas a 5 días del comienzo de las fallas, ha supuesto un duro golpe para el sector del turismo y el ocio valenciano, que sin duda llevará consigo un importante efecto económico sobre la ciudad. La patronal hotelera Hosbec asegura ser «conscientes de que la decisión se ha tomado respondiendo al interés general y al de mantener una respuesta contundente frente el coronavirus».
Sin embargo, señala Hosbec «sobre la mesa está ahora mismo qué hacer con las políticas de cancelación, la respuesta a clientes y a aseguradoras de viajes, los acuerdos con operadores o los contratos con proveedores y trabajadores. Por ello reclamamos a las autoridades que si las Fallas se van a celebrar en otra fecha, lo anuncien lo antes posible».
El sector entiende la complejidad de la toma de esta decisión y de la necesidad de anteponer la seguridad de las personas a la continuidad de las fiestas. Sin embargo hace una llamada a asumir que, vinculada a esta decisión, «debe existir una batería de propuestas capaces de mitigar los daños colaterales que para miles de personas y empresas de la ciudad tendrá esta dura propuesta de trasladar las fallas sin fecha definitiva».
Esta situación evidencia por desgracia la fragilidad de un sector muy condicionado y débil frente a situaciones adversas sociopolíticas, sanitarias o climatológicas, «del que por lo general solo se acuerdan las administraciones en años de bonanza y para el que no siempre existen iniciativas públicas en momentos duros como los que sin duda va a sufrir el sector empresarial de la ciudad vinculado directa o indirectamente al turismo».