La Asociación Empresarial Polígonos Riba-roja A-3 (Rib A3) ha celebrado este martes la primera sesión de su iniciativa de comidas networking a las que invitará a personas relevantes del sector económico y político de la Comunitat Valenciana para que pueda departir con las empresas de una de las zonas industriales y logísticas más importantes de España.
En la primera cita, celebrada en las Bodegas Nodus (Caudete de las Fuentes), el invitado fue el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Aurelio Martínez, quien desgranó uno por uno los proyectos, líneas de actuación y actuales problemas del Puerto de Valencia en casi una hora de intervención ante los más de 40 asistentes.
Entre esos objetivos, la intermodalidad y la apuesta por el ferrocarril como método de transporte para evitar el colapso de las carreteras, sobre todo, de la V-30, y reducir drásticamente las emisiones de CO2 fueron puntos en los que convergió con el sentir del empresariado de Riba-roja. De hecho, se puso sobre la mesa la posibilidad de crear un apeadero de contenedores en esta área logística para crear un servicio de lanzaderas por ferrocarril directamente hasta el Puerto de València.
Un proyecto que tendría muchas ventajas en cuanto a operatividad y reducción de emisiones de CO2, además de aumentar la seguridad y la automatización de las entregas, cargas y descargas. Serían miles de contenedores que se envían cada día de Riba-roja al Puerto en camiones que empezarían a llegar a través del ferrocarril: un transporte más seguro, limpio y rápido.
Sin embargo, proyectos de este tipo requieren, en primer lugar, de voluntad política y, después, de una importante bolsa de suelo para construir la infraestructura necesaria en el punto de origen. Una posibilidad que, según Aurelio Martínez, se ha barajado para aprovechar, precisamente, una antigua vía de tren que conectaba con Cuenca y que se podría reutilizar para este transporte. Tanto las empresas como Rib A3 se pusieron a disposición del Puerto para respaldar este u otro tipo de proyectos similares con los mismos objetivos: mejora de la eficiencia y reducción de impacto ambiental.
Desde Rib A3, su gerente, Romina Moya, destacó la voluntad de la asociación de contribuir a que los empresarios tengan un lugar de encuentro para poder hacer fuerza común en la reivindicación de proyectos de este tipo. Una asociación donde tienen cabida grandes empresas consolidadas como Raminatrans, liderada por Rafael Milla, y otras de nueva creación como LoGy Logistics Solutions, de Javier Navarro Fayos.
Ambos empresarios coincidieron en su agradecimiento a Aurelio Martínez por la asistencia al evento y por su sinceridad a la hora de plantear los problemas del tráfico marítimo y el estado real de las posibles soluciones. En ese sentido, Rafael Milla insistió en la importancia de un sector empresarial unido que vaya de la mano de entidades como el Puerto para pedir a las instituciones las mejoras necesarias para que las empresas valencianas puedan seguir siendo competitivas y crear riqueza y empleo.
Por su parte, Javier Navarro, que se estrena con la empresa LoGy, destacó el valor añadido que la presencia de Aurelio Martínez dio a un evento de networking para las empresas como este organizado por Rib A3.
Colapso internacional y necesidades de ampliación
Martínez hizo un extenso repaso por la situación del transporte marítimo marcada profundamente por la crisis vivida en los últimos meses a raíz de la irrupción de la COVID-19. Explicó que el incremento de la demanda de productos por parte de EE.UU. debido a las políticas de incentivo del consumo de su gobierno ha provocado un incremento de las importaciones a Norteamérica, provocando un colapso de barcos que está afectando al tráfico marítimo internacional.
La demanda sube y también los contenedores, pero las infraestructuras son las mismas. Eso implica que los barcos tengan que esperar hasta tres semanas para descargar y las empresas reviertan esos costes en el precio de los fletes que han subido notablemente en los últimos meses.
La estabilización no llegará hasta finales de 2022, en previsiones del presidente de la Autoridad Portuaria, quien ha reconocido que la situación ha provocado un colapso en la cadena logística.
Ante este nuevo panorama, ha reiterado la necesidad de ampliar las infraestructuras de puertos como el de Valencia con la previsión de que el futuro del transporte marítimo pase por “unos pocos hubs portuarios potentes” entre los que se quiere situar Valencia. De ahí la necesidad de poder realizar proyectos como las terminales de la ampliación norte, la puesta en marcha de la ZAL (27 años parada) o un acceso norte al puerto que evite la actual aglomeración de camiones por la V-21 y la V-30.
Proyectos que están sobre la mesa y muy avanzados pero que se están encontrando con una oposición basada en cuestiones fundamentalmente ecologistas. Sin embargo, el presidente del puerto destacó que, precisamente, estas mejoras ayudarán a reducir la huella de carbono del transporte marítimo. De hecho, recalcó que una de las líneas fundamentales de la estrategia del Puerto de Valencia para los próximos años es la sostenibilidad e innovación con una agenda 2030 que pretende conseguir unas instalaciones portuarias que generen toda la energía que consumen gracias a la instalación de placas solares y un parque eólico.
La eficiencia, con una apuesta firme por la digitalización, o la mejora de la integración puerto-ciudad son otras de las líneas estratégicas del proyecto que lidera Aurelio Martínez.