Civitatis ha elaborado un ranking de los destinos más anaranjados de Europa de cara a los próximos meses, antes de que llegue el invierno
El otoño ya está aquí y con él llega el mejor momento del año para descubrir algunos de los destinos más encantadores de Europa. Las hojas cambian de color, las ciudades se visten con tonos cálidos y anaranjados, y las temperaturas son perfectas para disfrutar de una escapada inolvidable. Por eso, para aprovechar al máximo esta estación mágica, Civitatis, la plataforma líder de distribución online de visitas guiadas, excursiones y actividades en español, ha propuesto siete destinos europeos más otoñales, con actividades únicas para disfrutar de la temporada previa al invierno.
1. Edimburgo: historia, misterio y paisajes dorados
La capital escocesa es un destino perfecto para el otoño. Sus colinas y parques se tiñen de tonos dorados y rojos, creando el ambiente perfecto para una escapada de ensueño. Uno de los momentos más ideales para disfrutar de esta estación es pasear por la famosa Royal Mile, mientras se admira la imponente silueta del Castillo de Edimburgo. Si por el contrario, lo que se prefiere son actividades puramente de senderismo para apreciar el manto otoñal que genera la propia naturaleza, se recomienda realizar una ruta de senderismo por Arthur’s Seat, desde donde se encuentran unas de las vistas más privilegiadas de la ciudad.
2. Brujas: un cuento de otoño en Flandes
Conocida como ‘la Venecia del Norte’, Brujas se convierte en un destino de cuento durante el otoño. Pasear por sus canales, rodeados de árboles cuyas hojas caen suavemente al agua, es una experiencia única y que no te puedes perder en esta época del año. Esta pequeña ciudad belga es perfecta para disfrutar de una escapada relajada. Una visita guiada a sus cervecerías históricas, probar su famoso chocolate belga o dar un paseo en barco por los canales en pleno otoño, son algunas de las recomendaciones más interesantes. Además, octubre y noviembre coinciden con el Festival de la Cerveza de Brujas, una oportunidad única para descubrir todas las cervezas artesanas locales, combinando tradición y sabores auténticos.
3. Praga: magia bohemia entre colores otoñales
Praga es una de esas ciudades que en otoño parece sacada de un sueño. Su laberinto de calles empedradas, sus puentes históricos y su rica arquitectura se ven aún más impresionantes bajo el cielo grisáceo de octubre. En esta época, la ciudad checa se llena de festivales y eventos culturales. No te pierdas una visita guiada por el Castillo de Praga, uno de los complejos palaciegos más grandes del mundo, envuelto en una atmósfera mística con el crujir de las hojas bajo los pies. Para los amantes del buen comer, la compañía española de actividades organiza tours de cenas con espectáculos, donde podrás degustar platos típicos de la temporada, como el goulash o las tartas de manzana recién horneadas.
4. Viena: elegancia imperial en el corazón de Europa
El otoño en Viena transforma sus elegantes jardines y avenidas en auténticos cuadros impresionistas. Es la mejor época para recorrer los jardines del Palacio Schönbrunn o el Prater, donde las hojas caídas pintan un paisaje de postal. Además de la belleza de sus parques, Viena ofrece una rica agenda cultural en esta época del año. Asistir a un concierto de música clásica en alguna de sus famosas salas, como la Ópera Estatal, es una de las actividades más recomendadas para disfrutar de la atmósfera otoñal de la ciudad. Para los más golosos pueden apuntarse a una cata de café vienés acompañado del emblemático strudel de manzana o de una porción de tarta sacher, una combinación que te hará querer quedarte para siempre en esta elegante ciudad.
5. Budapest: baños termales y festivales gastronómicos
El otoño es una de las estaciones más especiales para disfrutar de Budapest, especialmente por sus famosos baños termales. No hay nada como sumergirse en las aguas cálidas de los baños Széchenyi al aire libre mientras las temperaturas empiezan a descender. Este contraste entre el frescor otoñal y el calor de los baños es una experiencia que todo viajero debería vivir.
6. Múnich: fiestas y naturaleza en el corazón de Baviera
Cuando hablamos de otoño en Múnich, lo primero que viene a la mente es el Oktoberfest, la famosa fiesta de la cerveza que llena la ciudad de alegría y tradición. Aunque el festival termina a principios de octubre, Múnich sigue siendo un destino perfecto para cualquiera que busca un otoño lleno de actividades. Desde un recorrido por las cervecerías más emblemáticas de la ciudad, probando las cervezas locales acompañadas de platos típicos como el pretzel y las salchichas bávaras, hasta excursiones a las afueras de la ciudad, donde el paisaje bávaro se convierte en un espectáculo de colores durante el otoño. Los bosques de los Alpes bávaros ofrecen rutas de senderismo increíbles, donde respirar aire puro y disfrutar de la naturaleza en su máximo esplendor. No te pierdas una visita al Castillo de Neuschwanstein, un verdadero cuento de hadas entre montañas otoñales.
7. Estocolmo: naturaleza y cultura en una capital escandinava
El otoño en Estocolmo es un espectáculo de calma y belleza. Los parques y canales de la ciudad se transforman en un mar de colores cálidos, ideales para pasear o disfrutar de la naturaleza sin salir de la ciudad. Djurgården, una de las islas más verdes de la capital sueca, es el lugar perfecto para los amantes de la naturaleza y el senderismo urbano, con senderos entre árboles que cambian de color, museos y una tranquilidad absoluta.