La primera empresa en ofrecer viajes sorpresa asegura que, aunque estas atracciones turísticas son muy conocidas, quizá no merece tanto la pena ir a visitarlas
A pesar de su fama, hay algunos monumentos de Europa que quizás no vale tanto la pena visitar como muchos turistas piensan y es que no es oro todo lo que reluce. Después de diez años organizando viajes sorpresa por Europa, el equipo de Waynabox asegura que estas son las diez atracciones turísticas europeas que suelen defraudar más a los viajeros o, en todo caso, las que les suelen gustar menos:
1. Manneken Pis, Bruselas (Bélgica): En la vida real esta escultura es muy pequeña y siempre está abarrotada de turistas a su alrededor. Por lo menos está cerca de la Grand-Place, por lo que no se pierde mucho tiempo del viaje sorpresa en ir a hacer la foto. Y una vez se ha visto… check y a visitar otros monumentos más interesantes de la capital belga.
2. Stonehenge, Salisbury (Reino Unido): No es tanto que no merezca la pena visitarlo, sino que está muy alejado de todo lo demás. Entre ida y vuelta se pierde un día entero que probablemente se pueda aprovechar más haciendo otras excursiones. Además, el Stonehenge solo se puede ver desde muy lejos, por lo que parece bastante pequeño y pierde parte de su imponencia.
3. Plaza Cataluña y Las Ramblas, Barcelona (España): Plaza Cataluña en sí misma no tiene nada más allá de mucho cemento y un ejército de palomas. Y en cuanto a Las Ramblas, son muchos los barceloneses que coinciden en que han perdido todo su encanto y se han vuelto un sitio solo para ‘guiris’. Como plaza que sí que hay que visitar, Waynabox recomienda la Plaza Real; y, como avenida, el Paseo de Gracia.
4. Pueblo de Popeye, Mellieħa (Malta): Este pueblo en realidad es el escenario donde se rodó hace años la película de Popeye y se puede acceder como si fuese un parque de atracciones. Sin embargo, algunos de los viajeros de Waynabox que han ido recientemente aseguran que está medio cerrado y poco cuidado, por lo que decepciona bastante. Si realmente se tiene mucha curiosidad por verlo, hay un mirador al lado desde donde se puede ver e incluso bajar hasta el nivel del mar para bañarse y nadar justo enfrente.
5. El Partenón, Atenas (Grecia): “En este caso el problema no es el monumento, que sí que merece la pena visitar por toda su historia, sino sus eternos andamios que afean mucho la vista. Si uno espera hacerse una foto espectacular… siento decir que no va a ser posible”, explica Jordi Agustí, CEO de Waynabox.
6. Mona Lisa en el Museo del Louvre, París (Francia): Waynabox la ha incluido en la lista porque creen que si uno hace un viaje sorpresa a París y solo tiene dos o tres días para descubrir toda la ciudad, perder medio día en el Louvre para ver La Gioconda a lo lejos por encima de las cabezas y de los móviles de decenas de turistas, no compensa, a menos que se tenga muchísimo interés en verla.
7. Foro Romano, Roma (Italia): La mayor parte del Foro Romano solo son trazas de ruinas en el suelo, que además se ven desde fuera sin pagar entrada, por lo que ir a visitarlo sin un guía que explique su historia defrauda un poco. Waynabox asegura que la cosa cambia, eso sí, cuando se aprovecha la visita para hacer un recorrido guiado. Y un secreto de Waynabox: impresionan mucho más las Termas de Caracalla, por lo que sí uno está dispuesto a pagar entrada, mejor que sea en este monumento.
8. Parque de Futuroscope, Poitiers (Francia): Este parque de atracciones francés suele ser un chasco para la mayoría de los que lo visitan y no es precisamente barato, por lo que no es un monumento muy amado por los turistas. En Francia hay muchos otros parques de atracciones que desde Waynabox sí que recomiendan visitar durante el viaje sorpresa, como Disneyland París, el Parque de Astérix o el de Puy du Fou.
9. Torre de Televisión de Berlín, Berlín (Alemania): Parece obvio, pero una vez se sube a la Torre de Televisión, ya no se ve la Torre de Televisión, por lo que las vistas del skyline pueden ser algo desalentadoras. Además, la entrada es bastante cara (mínimo 26,50€) y realmente no se ve más que la ciudad muy a lo lejos.
10. Baños Termales de Széchenyi, Budapest (Hungría): En este famoso balneario siempre hay muchísima gente, sea el día que sea y a todas horas, por lo que lejos de ser una experiencia íntima y relajante, los baños termales de Budapest son más un parque acuático bastante desalentadora.