- Tarifas más altas y menos frecuencias que antes de la pandemia.
La Mesa del Turismo de España advierte de la situación de desventaja competitiva y agravio comparativo en la que se encuentra Málaga como consecuencia del empeoramiento del servicio en la ruta del AVE Madrid-Málaga que presta Renfe.
Las 14 frecuencias diarias del AVE Madrid-Málaga a disposición de los viajeros en 2019 se han reducido a sólo 9 en la actualidad. Al recorte en la capacidad ofertada se añade el notable encarecimiento de las tarifas, agravado por la circunstancia de que Málaga no está servida tampoco por el operador de bajo coste Avlo.
Asimismo, la comparativa entre 2016 y 2019 de la evolución del número de viajeros anual en las principales rutas de AVE revela que el descuido del servicio a Málaga viene de lejos. En esos tres años la ruta a Málaga –la cuarta a nivel nacional- ganó 248.000 viajeros, mientras que las tres primeras rutas por volumen de usuarios experimentaron un aumento promedio superior a los 420.000 pasajeros.
“Málaga es un núcleo urbano de dinámico crecimiento económico y empresarial, y el corazón de la Costa del Sol, uno de los principales destinos turísticos españoles; sin embargo, Renfe está desatendiendo incomprensiblemente la demanda creciente de los viajeros –a la luz de las altas ocupaciones de los trenes y rentabilidad de la línea- y coartando el potencial de desarrollo de la propia ciudad de Málaga”, señala Juan Molas, presidente de la Mesa del Turismo de España.
Esta asociación se suma así a las protestas ya manifestadas por la Diputación, el Ayuntamiento y la Confederación de Empresarios de Málaga, denunciando el perjuicio que se está causando a la capital de la Costa del Sol. Inclusive, el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, ha trasladado oficialmente estas quejas, en dos ocasiones, a la ministra de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, solicitando una intervención urgente, el restablecimiento de las frecuencias anteriores a la pandemia – aún cuando ya eran insuficientes por el propio crecimiento de Málaga-, la recuperación de tarifas competitivas respecto al avión y la restitución del conveniente tren de la tarde-noche que utilizaban muchos malagueños para sus viajes de trabajo y negocios a Madrid.