Cabify vuelve a Barcelona tras adecuar su modelo de negocio

La compañía de movilidad abre hoy la contratación de sus servicios a través de su aplicación y, pese a las restricciones impuestas a su actividad, apuesta por ofrecer una respuesta de calidad al millón de usuarios registrados en Catalunya.

La empresa «sale al rescate del sector y de los miles de puestos de trabajo generados por el mismo en Catalunya», afirman desde Cabify, con la adopción de un nuevo modelo de negocio. Mediante este nuevo modelo, Cabify asume un cambio significativo en sus condiciones de operación, pasando a prestar el servicio de alquiler de vehículos de transporte con conductor (VTC) .

El usuario que haya viajado alguna vez en Catalunya con Cabify, podrá seguir haciéndolo, tras aceptar unas nuevas condiciones del servicio acordes con el nuevo modelo de negocio conforme a los requisitos impuestos por la normativa catalana en materia de transporte.

Cabify espera trabajar con una flota cercana a 300 coches en una fase inicial, «lo que puede dar lugar a alguna demora superior a lo deseable en horas de alta demanda», señala la empresa en un comunicado. En todo caso, «Cabify redobla su compromiso con mantener un alto estándar de servicio. La empresa es consciente de que este modelo no es el mejor para una ciudad y una comunidad que son símbolos de innovación y progreso, pero está dispuesta a cargar con el elevado e injustificado coste de adaptar su modelo de negocio para cubrir las necesidades de los usuarios en Catalunya», añade.

Cabify, la compañía española de movilidad presente en 12 países y con más de 25 millones de descargas en su app, anunció ayer que hoy regresa a Barcelona. La empresa ha adaptado su modelo de negocio a los nuevos requisitos introducidos por la normativa sobre el sector VTC aprobada por la Generalitat.

Ahora, tras un paréntesis de algo más de un mes, Cabify vuelve a operar en Barcelona. Para ello, ha adaptado la contratación del servicio de movilidad que ofrece a los usuarios a través de su aplicación a los requisitos que exige la normativa catalana.

Esta decisión, «que no implica la conformidad de la compañía con la nueva normativa de la Generalitat (que sigue considerando desproporcionada y contraria a Derecho) – señala la empresa-, responde al compromiso de Cabify con la ciudad, sus usuarios, sus empleados, colaboradores conductores y con toda su red de empresas asociadas que también trabajan en favor del desarrollo de la economía digital y la movilidad sostenible en Catalunya y en España».

Según Cabify, la nueva puesta en marcha del servicio en Barcelona supone el afianzamiento de miles de empleos y, en definitiva, el rescate de un sector que, durante los últimos años, además de contribuir a mejorar la movilidad en la ciudad, ha ofrecido a Catalunya crecimiento económico y brindado a miles de catalanes oportunidades de desarrollo.

La movilidad necesita un debate a fondo
Desde Cabify, “esperamos que el futuro nos dé la oportunidad de tener un debate con rigor sobre la movilidad en Barcelona. La compañía quiere tener un papel activo en lo que es un desafío fundamental para la calidad de vida de los ciudadanos”, afirmó Juan de Antonio, fundador y CEO de Cabify.

“Estamos convencidos de que los usuarios respaldan el regreso de Cabify a Barcelona, que afrontamos con responsabilidad y también con confianza, puesto que son muchos los actores de la sociedad civil que públicamente han manifestado que nuestra marcha definitiva empobrecería la movilidad pero también la vida en Barcelona”, agregó.

“Queremos tener un papel proactivo en la construcción del modelo de movilidad de Barcelona y es por ello que nos hemos adaptado y, sabiendo que la legalidad nos ampara, esperamos que muchos barceloneses nos sigan eligiendo y al hacerlo reivindiquen su derecho a elegir cómo moverse por su ciudad”, explicó.

Nueva operativa
La nueva operativa que ahora lanza Cabify solo para Catalunya mantiene la sencillez de uso de la aplicación y se ajusta a los requisitos impuestos por la Generalitat.

Mediante este nuevo modelo, Cabify asume un cambio significativo en sus condiciones de operación, pasando a prestar el servicio de alquiler de vehículos de transporte con conductor (VTC). El usuario que haya viajado alguna vez en Catalunya con Cabify y quiera seguir haciéndolo, antes de volver a hacerlo, tendrá que aceptar unas nuevas condiciones de contratación acordes a la distinta naturaleza del servicio que la compañía presta ahora en Catalunya.

De inicio, trabajará con una flota cercana a 300 coches, lo que puede dar lugar a alguna demora superior a lo deseable en horas de alta demanda.

Un modelo transitorio frente a una normativa cuestionada
La empresa es consciente de que este modelo no es el óptimo para una ciudad y una comunidad que son símbolos de innovación y progreso, -dice- pero, «incluso a pesar de la asunción de diversos perjuicios que no tiene el deber jurídico de soportar, está dispuesta a cargar con el elevado e injustificado coste de adaptar su modelo de negocio para cubrir las necesidades de los usuarios en Catalunya. Este nuevo modelo implica renunciar a la operativa general de Cabify de gestión del servicio como agencia de viajes, que no impone al usuario restricción alguna al tiempo de precontratación previo, y que se adapta mucho mejor, tanto a la demanda y necesidades de los usuarios, como al derecho a la libertad de empresa reconocido por la Constitución española y el Derecho de la Unión Europea».

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