Ayer se reunieron en Valencia responsables de la naviera MSC en España y el alcalde de la ciudad Joan Ribó. Por su parte, el Ayuntamiento ha dicho ser favorable a las inversiones en el Puerto, «siempre que se hagan las cosas bien hechas, es decir, siempre que se respete el medio ambiente y se aporte la necesaria seguridad jurídica».
«En este caso, la intervención urbanística tendría que estar avalada por una Declaración de Impacto Ambiental (DIA), y de esta manera, la empresa que invierta también tendrá la máxima seguridad jurídica”. Este es el argumento que el alcalde Joan Ribó volvió a defender ayer ante los responsables de la naviera que ha presentado una iniciativa para la construcción y explotación de la nueva terminal de contenedores, que pretende ampliar hacia el Norte las instalaciones de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV).
El alcalde de València, Joan Ribó, ha hecho estas declaraciones al término de la reunión que ha mantenido, a instancia del Ayuntamiento, con el director general de MSC España, Francisco Lorente, y con el consejero delegado de MSC en València, Nacho Ballester, que también se han mostrado partidarios de contar con el visto bueno de un informe del Ministerio de Medio Ambiente a solicitud del Ministerio de Fomento, “si así fuera necesario”.
Según ha manifestado Francisco Lorente, “los organismos competentes tienen que ser los que den los siguientes pasos. Tienen que aclarar si la primera Declaración de Impacto Ambiental tiene vigencia actualmente, y en caso contrario tendríamos que esperar un nuevo dictamen de Medio Ambiente, porque las cosas se tienen que hacer bien, dentro del marco legal, por el bien de todos”.
Joan Ribó, que ha calificado el encuentro de “fructífero”, ha explicado que “hacerse bien las cosas quiere decir que se tienen que hacer teniendo en cuenta todos los posibles impactos ambientales”. “A nuestro entender, y según el estudio jurídico que tenemos, se tiene que hacer una nueva DIA, puesto que el proyecto inicial de ampliación del Puerto, que data del año 2007, ha sido modificado sustancialmente. Este es un punto de desencuentro con el Puerto y, consecuentemente, hemos pedido que lo dirima la máxima autoridad en la materia en este país, y con la máxima seguridad jurídica, pues ya ha sido objeto, por ejemplo, de una pregunta, en el Parlamento Europeo”.
Al hablar del posible impacto medioambiental, el alcalde ha recordado que se tienen que ver todos los efectos y solucionarlos: los problemas de dragado, de afección a las playas del Sur, de movilidad y de impacto paisajístico.
Por otra parte, el alcalde de Valencia ha resaltado que el Puerto “es muy importante para València”, económicamente, “porque, entre otras razones, genera muchos puestos de trabajo, y lugares estables”, y, así mismo, ha celebrado la posición de la empresa MSC respecto a la apuesta de una solución ferroviaria al acceso Norte al puerto.
Sobre las “bondades” de esta propuesta, que la Autoridad Portuaria estudiará como alternativa a la opción viaria por carretera, Francisco Lorente ha explicado la apuesta de su grupo por el ferrocarril. Y ha asegurado que «contar con este vehículo como medio de transporte nos permitiría ser más ecológicos y más efectivos, y además la actuación se podría llevar a cabo sin sobrecostes, o mejor dicho, con un acceso ferroviario se podrían minimizar costes».
Por último, ha reiterado su satisfacción por el resultado de la reunión que ha sido “convocada para aclarar a la empresa MSC que el pasado viernes, en el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria, el alcalde votó en contra del acuerdo relativo a la futura adjudicación de las obras de ampliación del Puerto, después de haber pedido su retirada de la orden del día, a pesar de que el Ayuntamiento no se opone al desarrollo del Puerto”.
Impulso de MSC a la ZAL
Ante los medios de comunicación, el alcalde también ha destacado el trabajo que MSC ha impulsado en la Zona de Actuaciones Logistica (ZAL) del Puerto, con una inversión en materia agroalimentaria, para habilitar contenedores para la conservación de los productos refrigerados, “que supone esta acción para la promoción del patrimonio de la huerta”.
