En la imagen, Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA).
Los vuelos en estas fechas de Semana Santa se reducen de 71.000 a 3.550, un 95% menos que el año pasado, limitándose a repatriaciones y carga aérea.
La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) pide al Gobierno que «no deje caer» al sector aéreo, que es fundamental para el desarrollo del turismo, y que tome medidas «cuanto antes» porque la supervivencia del sector aéreo «peligra», como constatan las cifras de Semana Santa, con una caída del 95% de los vuelos previstos para este período estival respecto al mismo período de hace un año.
Esta Semana Santa, una de las épocas que históricamente registra mayor tráfico turístico del año, se prevé muy diferente por la crisis del Covid-19, cuyas consecuencias económicas están sufriendo con más intensidad la industria turística y, en especial, el sector aéreo, la vía de entrada de más del 80% de los turistas que visitan España.
Las repercusiones de esta pandemia van mucho más allá de la Semana Santa, que tan solo es el preludio de una temporada de verano incierta y de un año crítico para el sector. La incertidumbre de la evolución del Covid-19 y las dudas sobre el comportamiento de la demanda, dificulta aún más si cabe la supervivencia de las compañías aéreas y hace imposible vislumbrar cuándo llegará la recuperación, no solo porque se desconoce cuándo se recuperará la actividad aérea, sino cuándo recuperará la gente la confianza a volar.
Javier Gándara.
Las restricciones a la aviación establecidas por los distintos gobiernos han provocado una caída de la demanda sin precedentes, lo que ha llevado al cierre de terminales de muchos aeropuertos españoles y ha reducido la actividad aérea prácticamente a los vuelos de repatriación y carga. Tanto es así que, mientras en época de Semana Santa de 2019 se registraron 71.000 vuelos en los aeropuertos de la red de Aena, este año se ha producido un drástico descenso del 95% con solo 3.550 vuelos programados entre hoy, viernes 3, y el lunes 13 de abril. Datos que ponen de relieve que el turismo en su conjunto, y el sector aéreo en particular, afrontan una Semana Santa de pérdidas con gran parte de la flota en tierra.
Semana Santa, preludio de un futuro incierto
El sector aéreo en concreto ha sido uno de los más golpeados por la crisis sanitaria actual.
Javier Gándara, presidente de ALA, afirma: “las repercusiones de esta pandemia van mucho más allá de la Semana Santa, que tan solo es el preludio de una temporada de verano incierta y de un año crítico para el sector. La incertidumbre de la evolución del Covid-19 no solo en España, sino a escala global, y las dudas sobre el comportamiento de la demanda, dificulta aún más si cabe la supervivencia de las compañías aéreas y hace imposible vislumbrar cuándo llegará la recuperación, no solo porque se desconoce cuándo se recuperará la actividad aérea, sino cuándo recuperará la gente la confianza a volar”.
A falta de tener certeza sobre la duración de las restricciones más estrictas y de cuándo empezará el período de recuperación gradual, el parón del transporte aéreo pone en peligro 750.000 empleos del sector aéreo y puede costarle al PIB español del orden de 45.000 millones de euros, según estimaciones de IATA, y es que la aviación es un sector estratégico para nuestra economía, contribuyendo en más de 113.000 millones de euros al PIB español (9,2% del PIB), según datos de ATAG de 2018.
La aviación, sector estratégico para el turismo
En este contexto, ALA recuerda que la naturaleza y la magnitud de la situación requiere de medidas excepcionales en un momento especialmente crítico para el sector aéreo que se encuentra en una situación de “supervivencia”. En este sentido, incide en pedir al Gobierno que no deje caer a un sector estratégico y fundamental para el desarrollo del turismo, que representa cerca del 12,5% del PIB español y aglutina alrededor del 13% de empleados en España, consolidándose así como un motor clave para la economía española.
En este sentido, ALA incide en la necesidad de ayudas que contribuyan a mitigar la situación de asfixia en la que se encuentra el sector aéreo. Entre ellas:
• Aumentar los plazos de aplazamiento de cuotas de la Seguridad Social y autorizar el aplazamiento de las del IVA, sin coste, así como la reducción de los plazos de reembolso de las liquidaciones a devolver del IVA durante, al menos, el periodo temporal en que se mantenga la actual situación de excepcionalidad.
• Revisión de la normativa de cálculo de los pagos fraccionados del Impuesto de Sociedades para reducir su cuantía alineándolos a la liquidación real y mitigar así el impacto en la caja de las compañías.
• Poner en marcha de forma efectiva y aumentar las líneas de crédito del ICO garantizando su rápido acceso, así como una línea especifica de avales para el sector ante terceros externos y para financiación de las tasas aeroportuarias.
• Inmediata ejecución de los reembolsos de la subvención de residentes.
• Suspensión temporal de las tarifas de estacionamiento de larga estancia para los aviones parados obligatoriamente por las cancelaciones debidas al COVID-19.
• Implementación en España de medidas equivalentes a las adaptadas por los otros Estados Miembro de la Unión Europea en apoyo a sus compañías aéreas.