Félix González es editor de InfoCruceros.com.
El pequeño tamaño de los cruceros fluviales y el hecho de que muchas de sus escalas sean en pueblos pequeños, da una sensación de mayor control de la seguridad sanitaria, y podría suponer un impulso a sus ventas, pues comenzarán a operar antes que los cruceros marítimos.
El 2 de junio, la compañía suiza Scylla, iniciaba su primer crucero fluvial de la temporada, con embarque en Passau y final en Düsseldorf tras 13 días navegando. Sin duda un importantísimo paso para el restablecimiento del turismo europeo, aplicando, como es lógico, un estricto protocolo sanitario para minimizar riesgos.
Esta valiente compañía es la punta de lanza del sector, y aplicará reforzados protocolos sanitarios para evitar riesgos. Entre las medidas que más pueden cambiar la experiencia de un crucero fluvial se encuentra el doble turno para desayuno, comida y cena para poder mantener un aforo bajo en el restaurante y guardar las distancias. El resto de medidas, como el uso de mascarilla en determinadas situaciones, el no poder servirte tu mismo la comida del buffet de desayuno o la prohibición de objetos compartidos (periódicos, libros, juegos, saleros, etc), ya están presentes en nuestra vida diaria desde hace semanas.
También se reducirán los tamaños de grupo para todas las excursiones. Todas estas medidas y muchas otras, parten de la asociación IG River Cruise, la asociación que agrupa a la mayoría de las compañías de cruceros fluviales de Europa. Las mediciones de temperatura con termómetros inalámbricos, desinfección de camarotes, equipajes y elementos comunes son otras de las prácticas que recoge este completo protocolo. Hay que recordar que los cruceros fluviales tienen capacidad para entre 100 y 190 pasajeros aproximadamente por lo que se trata de un formato turístico muy manejable en términos de distancias de seguridad y control de medidas sanitarias.
En nuestro país, la mayorista Crucemundo, que comercializa cruceros fluviales en el Rin, Danubio, Meno y Volga, tiene previsto reiniciar operaciones en julio, excepto en el Volga, ya que Rusia todavía se encuentra en una fase complicada de la pandemia. Panavision prevé comenzar operaciones en julio, concentrándose en las rutas más demandadas, mientras que Politours, posiblemente la líder en España de este tipo de viajes, sigue sumida en su ERTE, sin ningún tipo de anuncio sobre la reactivación o no de sus cruceros.
CroisiEurope, una de las compañías de cruceros fluviales más potente de Europa, con 33 barcos, reiniciará operaciones el 16 de julio con producto en prácticamente todos los ríos europeos navegables. Esto incluye no solo el Rin, Danubio, Sena, Garona, Ródano, Douro y Po, sino también el Loira y el Elba, de poco calado, donde utiliza nuevos barcos de rueda de palas y no tienen competencia. Tras la pandemia han decidido promocionar especialmente para los españoles los cruceros por el Guadalquivir de cuatro y cinco días con embarque en Sevilla y escalas en Cádiz, Puerto de Santamaria e Isla Mínima. Estos cruceros estarán disponibles a partir del 6 de agosto.
Por otra parte, también los cruceros por el Douro con embarque en Oporto son una excelente opción para españoles. Se trata de una ruta bellísima sin viajar muy lejos, que transcurre entre impresionantes viñedos y pronunciados meandros, hasta llegar a la frontera con España, cerca de Salamanca, donde el paisaje se torna más plano y árido.
Croisieurope cuenta también con cinco lujosos peniches, pequeñas embarcaciones con capacidad para 22 pasajeros ideales para contratar al completo y navegar los canales de Francia en intimidad. Una fórmula que podría tener mucho auge tras la pandemia.
Sin duda los cruceros fluviales van a estar a la vanguardia del turismo europeo y son un gran ensayo de protocolos sanitarios. Es un gran momento para probar, y engancharse, a esta modalidad de turismo, mucho más cómoda que los circuitos de tierra, y que promueve un turismo relajado y de calidad.