- La Declaración Conjunta muestra cómo Europa puede liderar el desarrollo tecnológico y la excelencia marítima.
Compañías de cruceros, astilleros y fabricantes de equipamiento náutico han presentado una Declaración Conjunta en la que piden a la Comisión Europea y a los gobiernos europeos que incluyan la construcción de buques de crucero y el sector de la tecnología marítima en la próxima Ley de Industria Net-Zero.
La Declaración Conjunta, anunciada en la Cumbre Europea 2023 de CLIA, solicita:
- Un acceso más rápido a la financiación para la construcción naval sostenible y la fabricación de equipamiento náutico para apoyar la posición de liderazgo mundial de Europa en este sector.
- La ampliación del apoyo y los incentivos para los programas de renovación e implementación de las energías renovables para el sector marítimo.
- Un programa marítimo específico en el marco del Pacto por las Capacidades de la UE para que las competencias digitales, verdes y técnicas permanezcan en Europa.
- Situar al sector marítimo en el centro de la estrategia digital de la UE para permitir el intercambio de conocimientos sobre las prácticas avanzadas de digitalización del sector.
En la presentación de la Declaración Conjunta, el presidente de CLIA, Pierfrancesco Vago, aseguró: “Las compañías de cruceros no solo son una de las opciones vacacionales más populares entre los consumidores hoy en día; ya se están asociando con astilleros y proveedores de tecnología marítima para lograr llegar a las cero emisiones netas de carbono en 2050; hay proyectos piloto en marcha para probar nuevos combustibles y soluciones de propulsión como baterías, tecnología de pilas de combustible, biocombustibles avanzados y combustibles sintéticos”.
“Ha llegado el momento de que los responsables políticos y los gobiernos europeos se unan al sector de la tecnología marítima. Europa tiene la oportunidad de liderar el desarrollo tecnológico y la excelencia marítima en beneficio de las generaciones futuras”, concluyó Vago.
Por su parte, el presidente de SEA Europe, René Berkvens, subrayó: “La construcción de buques de crucero y la integración de equipos y tecnología avanzados a bordo de dichos buques es muy compleja y muestra las prestaciones industriales marítimas y los conocimientos técnicos de los astilleros y de la industria de equipamiento náutico de Europa”.
“Estas prestaciones y conocimientos técnicos” – explicó Berkvens- “no solo serán cruciales para alcanzar los objetivos del Pacto Verde Europeo, sino también para que Europa pueda cumplir otros objetivos políticos en materia de defensa, economía azul o transición energética, así como para salvaguardar la autonomía marítima estratégica de Europa».
En el marco de Fit for 55 y ahora con el Plan Industrial del Pacto Verde, Europa se encuentra en un claro y ambicioso camino para combatir el cambio climático y convertirse en un continente neutro en carbono. Los miembros de SEA Europe y CLIA empezaron a trazar un camino hacia esta dirección hace varios años, construyendo buques más eficientes desde el punto de vista energético, utilizando nuevos tipos de combustibles y equipando los buques con conexión eléctrica en tierra. Mientras la industria mira hacia el futuro, CLIA y SEA Europe continúan plenamente comprometidos con los objetivos a largo plazo de la UE.
Impulsar la revolución industrial verde en Europa
La industria de cruceros genera un importante impacto económico en Europa. Más del 93% de los cruceros oceánicos del mundo se construyen en astilleros europeos, representando alrededor del 80% de su cartera de pedidos.
La construcción de 62 barcos de crucero en los próximos cinco años supondrá una inversión directa en Europa de más de 40.000 millones de euros.
Impacto económico en Europa
Según los nuevos datos de CLIA, la industria de cruceros generó un impacto económico de 41.000 millones de euros en Europa durante 2021, a pesar de la drástica reducción del volumen de pasajeros causado por las restricciones en la pandemia.
El sector también apoyó la creación / mantenimiento de 315.000 puestos de trabajo en Europa durante este difícil período. La fortaleza del sector de la construcción naval europeo y sus vínculos con la industria mundial de cruceros fue la clave para mantener unos sólidos niveles de impacto social y económico en Europa.