Las joyas náuticas vuelven a deslumbrar en una nueva edición de la regata Puig Vela Clásica

Siete barcos han debutado en esta duodécima edición caracterizada por unas excelentes condiciones de navegación en las aguas de Barcelona.

La regata Puig Vela Clàssica Barcelona celebrada del 10 al 13 de julio, ha vuelto a convertirse en una de las regatas mediterráneas protagonistas del calendario internacional. Entre la cuarentena de inscritos en las categorías históricas Época, Clásicos y Big Boats se incluían siete barcos que debutaban en Barcelona. Entre ellos, la presencia de dos joyas míticas, como son el Emilia Prima y La Spina, los primeros 12 metros construidos en Italia en los años 30 y que, por avatares del destino, no habían competido entre sí hasta la fecha.

Continuando con su incuestionable ADN, la XII edición, en opinión de los regatistas, ha aprovechado las excelentes condiciones de viento, de las mejores en muchos años, completando así las tres pruebas programadas en unos recorridos variados y acordes a las distintas flotas. La primera prueba disputada perdurará en el recuerdo de participantes y seguidores, gracias al generoso viento de hasta 22 nudos de intensidad, poca mar y un recorrido costero de 18 millas, esta vez idéntico para todas las categorías. Pero tampoco desmerecieron la segunda prueba con viento medio, ni la jornada decisiva el día de cierre disputada con viento ligero en un recorrido técnico entre boyas, tras un paciente y oportuno aplazamiento esperando un viento térmico apropiado.

Guia y Argos revalidan el título en los apasionantes duelos en Clásicos 1 y 2

Como es habitual en la cita organizada por el Real Club Náutico de Barcelona (RCNB), la flota de Clásicos compitió en dos categorías independientes, acorde a su tamaño y prestaciones. En ambas repitieron victoria los ganadores de la anterior edición, Argos y Guia.

En Clásicos 1, el Guia, liderado por Jordi Costa, dominó los parciales (1-1-2), aunque sus resultados fueron apretados y disputados, teniendo que superar el ataque táctico del Outlaw de Jean-Claude Vau en la última prueba, tratando este de penalizarle en la salida para destronarlo en la clasificación. Ese duelo particular permitió al Yanira de Andrés de León ganar la última prueba, empatar a puntos con el Outlaw en la tabla final y desempatar a su favor por sus mejores resultados parciales. Emeraude y Disparate, se clasificaban a continuación por este orden, también empatados a puntos.

En Clásicos 2, el Argos patroneado por Eduardo Mendez ganaba con autoridad, anotándose los tres parciales, pero en su estela el duelo estaba servido. El suspense duraba hasta los últimos metros de la tercera prueba, donde el Ojalá II de Michele Frova salvaba el segundo puesto frente al empuje del Madrifa 2 de Emiliano Parenti y el Margarita de Ignacio Llano, clasificados finalmente por este orden.

El Moonbeam of Fife logra su octava victoria en la regata Puig Vela Clàssica

El Moonbeam of Fife, patroneado por Erwan Noblet, lograba un triplete en los parciales de esta edición. Un dominio rotundo en la tabla, pero no por ello un logro fácil, pues el Halloween, de Íñigo Sterz, vendió cara su derrota, especialmente en la segunda y tercera prueba, con diferencia de tiempos ajustados tras la compensación de tiempos. Completó el podio el Black Swan de Frederic Haonisel, rebosando deportividad ante la impotencia de competir con un barco de menos prestaciones, y al mismo tiempo satisfecho por ser la primera regata post-restauración en la que su casco ha pasado a ser de color blanco.

Veronique de Alex Veccia, Marigold de Jason Gouldstone y Marigan de Tim Liesenhoff han sido los tres mosqueteros de la categoría Época Cangreja, compitiendo con una calidad e intensidad poco imaginable con sus aparejos tan complejos. Tras las dos primeras jornadas estaban empatados a puntos, quedando las espadas en alto para el último duelo. El orden de su clasificación en la tercera prueba iba a ser el mismo de la general. Y en la salida decisiva ya empezó la disputa táctica con un Marigan muy inspirado. Provocando un fuera de línea al Veronique, cuando éste intento “atacarle”, supo mantenerse dentro de la diferencia de tiempo favorable a su rating hasta la llegada. El Marigold, que evitaba luchas en la salida, terminaba segundo, y relegaba al Veronique al tercer peldaño del podio. La incertidumbre, igualdad y su alta competitividad ha sido una de las perlas de esta edición.

Todo apuntaba que el Fjord III de Scott Perry y el Cippino de Martin Belloch no darían opciones en Época Bermudiana, vista la superioridad en la tabla provisional tras las dos primeras pruebas. Pero enzarzándose al estilo match-race en la tercera prueba, se controlaron, marcaron y desentendieron del resto de la flota en la primera ceñida. Retrasados en la flota, el mano a mano se la anotaba el Fjord III añadiendo un tercero a su casillero parcial, mientras el Cippino sumaba un quinto. Jordi Cabau aprovechó la puerta abierta para imponer su Mercury en la prueba decisiva, y así completar el podio final, tras superar al Argyll y Emilia Prima.

La regata Puig Vela Clàssica conmemora el V centenario de la vuelta al mundo

En esta XII edición se ha hecho entrega del Trofeo San Sebastián Elcano al Marigold (1892), al tratarse del barco más antiguo de la competición. Un trofeo que se enmarca en los actos conmemorativos de la Armada Española para rendir tributo al V centenario de la primera vuelta al mundo en la historia de la navegación llevada a cabo por la expedición Magallanes-Elcano. Con este galardón, la regata Puig Vela Clássica ha recordado esta gran hazaña y ha celebrado la efeméride.

Además, el Trofeo Enric Puig, que premia a la mejor dupla de cada país, lo han ganado el conjunto español formado por los barcos Guia y Marigan.

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