Cicerone es una inteligencia artificial pionera, nacida en España, para redistribuir flujos turísticos, revitalizar municipios en riesgo de despoblación y competir –por primera vez– con Google, OTAs y grandes modelos como ChatGPT o Gemini
El 80% de los viajeros se concentra hoy en solo el 10% de los destinos del planeta. Una dinámica que agrava el overtourism en grandes ciudades mientras acelera la caída económica de miles de municipios en riesgo de despoblación. En España, 3.928 localidades presentan baja densidad de población y el 42% del territorio está en situación demográfica crítica.
En este contexto nace Cicerone, la plataforma española de I Urban que se presenta como la primera “IA de destino” diseñada para que ciudades, comarcas y territorios controlen su propio relato digital y redistribuyan visitantes de forma sostenible. Su objetivo: competir con Google, OTAs y grandes modelos como ChatGPT, que, al recomendar siempre los mismos lugares, refuerzan la masificación turística. Cicerone no es una web tipo Civitatis de experiencias, sino que trabaja con los destinos para que, desde su web, oficinas usen la mejor IA para dar visibilidad a aquellas joyas locales que no aparecen en Google, contenido oficial sin sesgo, sin fines comerciales, en 95 idiomas, y para todos, gracias al entrenamiento en 400 parámetros de accesibilidad.
¿La IA agrava la masificación o puede corregirla?
Depende de quién la controle. Si los modelos se entrenan sin datos específicos del destino, reproducen los mismos “must see”. Pero si una ciudad entrena su propia IA con datos locales –capacidad de carga, movilidad, patrimonio, agenda, sentimiento del visitante– puede ofrecer un turismo equilibrado y de mayor valor. Ese es el enfoque de I Urban en más de 100 ayuntamientos, diputaciones, mancomunidades y comunidades en siete países.
Qué hace I Urban
- Unifica datos territoriales: integra fuentes como webs municipales, movilidad, gasto, sensores, encuestas y recursos culturales.
- Se entrena con objetivos propios: desestacionalizar, diversificar rutas, aumentar el ticket medio o proteger zonas sensibles.
- Genera experiencias hiperlocales: itinerarios vivos con agenda actualizada, gastronomía, testimonios locales e información en tiempo real.
- Se despliega en todos los canales: web, apps, tótems, chatbots, WhatsApp, señalética digital u oficinas de turismo.
- Retroalimenta a Google y a los LLMs: publica contenido estructurado para que los grandes buscadores recojan la narrativa oficial del destino.
Un modelo validado internacionalmente
Ciudades y organismos como Madrid, Diputación de Castellón, Ibiza y 100 destinos más ya aplican estrategias basadas en datos para dispersar visitantes. I Urban lleva ese enfoque un paso más allá: una plataforma completa de IA generativa, controlada por el propio territorio y escalable a cualquier municipio.
Una oportunidad para 6.827 municipios españoles
La mayoría de los municipios de menos de 5.000 habitantes poseen un gran patrimonio natural y cultural, pero carecen de visibilidad en los grandes algoritmos globales.
El turismo, bien gestionado, permite crear empleo, monetizar recursos existentes, fijar población joven y activar economías circulares sin grandes inversiones.
Cicerone convierte esos recursos invisibles en propuestas turísticas sostenibles y personalizadas, permitiendo que pequeños pueblos entren en el mapa sin depender de campañas temporales ni picos creados por influencers.
Influencia sí, pero con estrategia
La herramienta cubre lo que falta en muchas acciones turísticas: planificación, capacidad de carga, movilidad y análisis en tiempo real. Con esa base, los influencers pasan de ser detonadores de masificación a convertirse en embajadores estratégicos
Una IA para que los destinos recuperen el control
I Urban se presenta como la primera solución integral de IA generativa turística creada para combatir el overtourism, revitalizar la España vaciada y devolver a cada territorio el control sobre sus datos y su identidad digital. Una herramienta diseñada para que ningún municipio quede fuera del mapa y para que la nueva era de la inteligencia artificial no la definan los algoritmos globales, sino los propios destinos.

