Non stop. Por Fernando Moreno

Fernando Moreno, consultor de Marketing e Innovación
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El tiempo vuela y ya estamos en pleno mes de junio. Mes histórico en el cierre de ventas en las agencias de viajes. Es cierto que desde hace años hay distintas realidades en nuestro mercado. Por ejemplo, la realidad es diferente en el mercado catalán, más propenso desde hace muchos años, a adelantar la reserva de sus viajes y vacaciones y, por el contrario, los consumidores de la zona de Levante son más proclives a retrasar ese momento, incluso muchos valencianos hacen alarde de subirse al avión medio despegando…Ya sabéis, lo del pensar i fer, sigue vigente. 

Y también, varió desde que nacieron las campañas temáticas, por ejemplo, cruceros, que, sí calaron en los consumidores y no dejan para mayo o junio, lo que les conviene hacer en noviembre…

Este año, que, aunque se confirma una importante recuperación del turismo a nivel general (lógicamente muchísimo mayor en el negocio receptivo que en el emisor), la antelación es menor dada la situación provocada por la guerra y sus terribles consecuencias. Por lo tanto, las agencias confían (quizá demasiado) en la venta de última hora de este año. Ojalá sea así.

Otras de las consecuencias de la guerra/inflación/escenarios económicos futuros es la tendencia, este año, de decidir el destino doméstico frente a destinos internacionales, algo que por lógica afecta negativamente a las agencias de viajes, una, por el nivel de facturación que obviamente es menor y la otra, por tendencia del viajero actual a prescindir de los servicios de la agencia de viajes cuando se trata de un destino que teóricamente “domina” (luego, a veces, pasa lo que pasa, y recordamos aquello de “Solo nos acordamos de Santa Barbara cuando truena”)

Percibo, sin ninguna duda, que los clientes, los viajeros, ya no son iguales que en 2019, que todo ha cambiado y, que la forma de encarar una experiencia de viaje es diferente e intervienen factores que antes no se tenían en cuenta y que, por lo tanto, las agencias de viajes y los agentes de viajes deben pensar y actuar para adaptarse a esa nueva realidad.

¿Hablamos de los players del sector?

La semana pasada estuve en Mallorca varios días y tuve la oportunidad  de verme con los gigantes del turismo (focalizado en el negocio emisor de estos grupos) y mi percepción es que este año aunque están trabajando en convertir un regular verano en un decente verano, e incluso, contando algunos paramentos, en un buen verano, en lo que realmente están preocupados y ocupados y, tienen sus maquinarias trabajando a destajo es, en llegar al 2023 con las fusiones digeridas, con nuevas compras ejecutadas y con planes muy ambiciosos de lanzamiento de nuevos proyectos. ¡Palma hierve!

Si me detengo en ÁVORIS, por allí siguen digiriendo la mega “fusión”, no tanto en lo concerniente en unificar filosofías y formas de trabajo, sino en unificar sistemas, algo, que siempre se convierte en una travesía por el desierto. También es cierto, que van a acometer un ERE de más de 200 personas, pero a pesar de esto, están muy abiertos a nuevas adquisiciones en otoño. Why not?

A W2M les veo muy centrados en atraer a las agencias independientes y en sus operaciones a Caribe. Y por supuesto, en crecer en otoño de forma inorgánica con la única gran red (Nautalia) a la que previsiblemente pueden acceder. En mi opinión, la necesitan imperiosamente. Lo malo, es que a ÁVORIS, por distintos motivos, también le interesa… y mucho.

Al otro lado del río, navegan VIAJES EL CORTE INGLÉS & LOGITRAVEL, digiriendo una fusión/compra tan complementaria como compleja de ejecutar para sacar el 100% del potencial conjunto de ambos. Además, si al propio potencial de ambas empresas, se le suma las interesantes alianzas con SOLTOUR y JUMBOTOURS, a medio plazo, tienen un desafío claro: volver a recuperar el liderazgo del sector y convertirse, de nuevo, en un competidor temible para los dos grupos anteriores.

Hablar de WAMOS es hablar de un grupo con un potencial grande gracias a que sus individualidades como el Grupo MAPA y NAUTALIA, ambas marcas aportan un valor y una especialización muy relevante al Grupo. Ahora trabajan tranquilos gracias a la ayuda de la SEPI que se les concedió hará un par de meses. Se oyen muchos comentarios al respecto del futuro de ambas empresas, pero habrá que esperar al otoño para ver qué pasa o qué no pasa.

Por cierto, uno de los mallorquines, me preguntaba si por mi pasado en PANGEA yo me creía los resultados que su fundador y CEO comentaba en los medios de comunicación, de aumentos del 50% de facturación. Que él no se los creía. Y, sin embargo, son verdad, pero tienen su fácil explicación. Pangea tenía dos tiendas hasta 2019, en enero de 2020 abrió dos tiendas más (Bilbao y Valencia) por lo que solo con el crecimiento de esas dos tiendas en 2021 se explicaba esos aumentos tan estupendos.

Colaboro con cientos de agencias independientes y la sensación que tengo, por sus comentarios, es que se están defendiendo. Cada venta exige un gran esfuerzo a todos los niveles, pero sus clientes fieles han vuelto, aunque será un verano más recordado por la recuperación que por ser un gran año de ventas.

En definitiva, los grandes y los menos grandes, de una forma u otra y a pesar de que quedan más meses del año que los transcurridos, están ya pensando en el 2023, quizá pensando que el año próximo sea, por fin, un año “normal”, aunque lo normal, puede, queridos amigos, que sea cosa del pasado…

Para terminar, creo percibir, sin ninguna duda, que los clientes, los viajeros, ya no son iguales que en el 2019, que todo ha cambiado y, que la forma de encarar una experiencia de viaje es diferente e intervienen factores que antes no se tenían en cuenta y que, por lo tanto, las agencias de viajes y los agentes de viajes deben pensar y actuar para adaptarse a esa nueva realidad. Aunque ampliar esta reflexión, la dejo para un próximo artículo.

¡Feliz Verano!

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