El turismo, esa gran industria que nunca nos dejará en la estacada. Por Juan Carlos Sanjuan

Por Juan Carlos Sanjuan, presidente de Casual Hoteles.

Por allá por 2020, enero más concretamente se hablaba de un virus que no sería nada y que no nos teníamos que preocupar, sería como la gripe, yo fui de los atrevidos que lo afirmó. Pero las ventas en enero de 2020 ya fueron sensibles al virus, ya empezaron a necesitar pruebas de antígenos para ver que estaba pasando. Febrero se tuvo que hacer hasta PCR dado que quisimos ver si el positivo de las ventas en antígenos de enero se ratificaba en febrero. Recibimos el mail con el resultado. POSITIVO, febrero está contagiado y lo tenemos que confinar. Y así empezó todo nuestro calvario.

Ahora, 24 meses después, si, 24 meses, dos años… Siguen las ventas vinculadas al bichito, siguen las ventas necesitando cada 3 meses prueba de PCR para ver si se ha superado una nueva cepa. Siguen las ventas influenciadas por la incertidumbre de que pasará a dos meses vista. En la era pre-covid, en los meses de enero y febrero se empezaba a vender con gran notoriedad Semana Santa y muchos clientes empezaban a pensar en las vacaciones de verano, realizando búsquedas en la red, lo que nos daba visos de cómo podría venir la temporada alta. Esto ya no pasa, las ventas se realizan en un plazo ultra corto lo que nos está haciendo evolucionar y mejorar como industria.

Estamos en un entorno exponencialmente VUCA, entorno que se caracteriza por la Volatilidad, la Incertidumbre (uncertainty en inglés), Complejidad y Ambigüedad. Es un entorno que llegó en la era de los 90, descrito así por lo soldados americanos, pero que, con la explosión clara de las nuevas tecnologías, así como por la globalización se extendió a las demás industrias. Posiblemente algún lector no sepa que se dominaba así este entorno, pero en la economía actual está claramente definido y, considero, que será algo que nos va a marcar mucho el devenir de nuestras empresas e industria.

Tenemos que mirar al futuro con un gran optimismo, la actual cepa Onmicron ha sido mucho más contagiosa pero menos virulenta. Decir que esto será un simple constipado me parece atrevido dado que es lo que se decía en enero del 2020, pero si creo que nos debemos de acostumbrar a vivir con ello, debemos de tomar como sociedad la conciencia de que la mejor forma de poder viajar es protegernos a nosotros y por ende al resto de la sociedad. Que para volver a esa normalidad tan ansiada debemos poner todos de nuestra parte y entender que estamos en un proceso de aprendizaje con este virus y debemos de tratarlo con cautela.

Si somos capaces de conseguir este pequeño hito el turismo tiene ante sí una de las recuperaciones más importantes que se conoce. Cierto es que la industria turística se ha visto demasiado afectada por paralización casi al 100% de la producción, pero existen otras muchas industrias que han salido reforzadas por lo que existe un gran número de clientes con ganas ingentes de viajar, de disfrutar y sobre todo de olvidad la presión diaria que llevamos con la pandemia a la par con una capacidad económica sostenible que seguro que les hará poder viajar en 2022.

Creo firmemente que, a partir de marzo, si nos protegemos y el bichito nos da tregua, tenemos un 2022 interesante, donde aprender a convivir con la incertidumbre, las cancelaciones muy por encima de la media acostumbrada en el sector, con un pick up a muy corto plazo que nos impide realizar previsiones certeras de mercadería, recursos humanos, etc., es vital para amoldar a nuestras organizaciones al nuevo mercado y sobre todo para ser capaces de entender las nuevas exigencias del cliente.

Tenemos que ser capaces de compartir con todos los agentes de la industria esta situación, no es cuestión de luchar por separado, es cuestión de entender que tenemos que estar unidos, empresario con todos los compañeros de la empresa, para juntos salir reforzados de la situación y con la flexibilidad que la situación actual necesita. Ahora mismo decir que “esto no es mi problema” me parece, cuanto menos, una posición que pone en riesgo muchos puestos de trabajo.

Nuestra industria es la industria del positivismo, de la alegría, del descanso, de la felicidad, de las vacaciones. Lo ha sido, lo es y lo será. Seamos positivos frente a la venta, seamos originales frente al servicio con el cliente y sobre todo, SIGAMOS SONRIENDO.

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