Entrevista con Fernando Valdés, secretario de Estado de Turismo del Gobierno de España.
El secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, destaca en entrevista a Gaceta del Turismo la fortaleza de España como destino. “Son numerosas las encuestas y estudios que nos sitúan entre los cuatro destinos más deseados del mundo por quienes pretenden viajar este año”. Respecto a la inminente campaña de verano señala que “la Semana Santa fue extraordinaria y el verano apunta igual de bien”.
Según los indicadores que maneja el Gobierno de España, las reservas para volar a nuestro país se sitúan este verano en el 80% de los niveles de antes de la pandemia y aún se tienen que sumar las reservas de última hora, mucho más numerosas en estos tiempos de lo que eran hace tres años.
“Nuestra riqueza y principal ventaja competitiva es que, afortunadamente, no tenemos un solo tipo de destino turístico, sino una variedad inmensa que nos hace únicos”.
En estos tiempos convulsos que vivimos por la pandemia, el aumento de precios, la guerra en Ucrania, etc. ¿qué expectativas tiene la industria turística española para los próximos meses? ¿Son optimistas? ¿Puede ser España un destino refugio? ¿qué previsión hay de llegadas internacionales?
Cierto, el turismo de nuestro país nunca se había enfrentado a una pandemia como la COVID, que paralizó completamente su actividad. Pero es que después vivimos la erupción del volcán de La Palma y ahora la guerra de Ucrania, el mayor conflicto bélico en Europa desde la II Guerra Mundial.
Ahora bien, lo que estamos constatando por el momento es la fortaleza de España como destino. Son numerosas las encuestas y estudios que nos sitúan entre los cuatro destinos más deseados del mundo por quienes pretenden viajar este año. Es decir, se nos ve como un destino seguro, que inspira confianza en tiempos inciertos y convulsos, por lo que debemos sentirnos especialmente orgullosos todos, porque ha sido un éxito de país haber culminado con éxito una campaña de vacunación que se ha convertido en ejemplo mundial, haber controlado la pandemia cumpliendo todos con una ejemplaridad digna de admiración las normas y recomendaciones sanitarias en vigor y haber sido capaces de sostener a las empresas y trabajadores del sector turístico para que pudieran recuperar rápidamente la actividad en cuanto se dieran las condiciones, como así ha sido.
En tan sólo dos años y después de la peor crisis que ha enfrentado nuestro turismo en toda su historia, el empleo en el sector ya supera el nivel de la prepandemia con 2,5 millones de afiliados El primer hito vacacional de nuestro calendario, la Semana Santa, ha superado las expectativas y todos, Administración y sector privado, coincidimos en calificarla de extraordinaria al constatar una ocupación hotelera media en toda España del 85%. Y el verano apunta igual de bien, según los indicadores que manejamos, que sitúan las reservas para volar a España este verano alrededor del 80% de los niveles de la prepandemia y aún se tienen que sumar las reservas de última hora, mucho más numerosas en estos tiempos de lo que eran hace tres años.
“La calidad y la sostenibilidad son elementos indispensables para mantener nuestro liderazgo mundial en turismo”
Una vez superado lo peor de esta pandemia ¿Cómo pueden la calidad y la sostenibilidad contribuir a la resiliencia del sector turístico español?
Fíjese, yo es que creo que ya no es que puedan contribuir a hacer nuestro modelo más fuerte y resistente, es que se han convertido ya en elementos indispensables para que mantengamos nuestro liderazgo mundial en turismo. Me explico. España no va a competir nunca en costes con otros competidores del Mediterráneo. Porque España tiene un sistema de salud, unas infraestructuras, una política de protección social, una política de empleo, unos bienes culturales… Esto es un atributo central para ser elegida como espacio de ocio por millones de personas y es un factor de competitividad clave. Más aún después de la pandemia. Pero esto hace más difícil competir en costes…
Lo que nos tiene que diferenciar de otros competidores es la calidad de la experiencia que ofrecemos al visitante y no me estoy refiriendo a que nos convirtamos en un destino Premium o de lujo. España tiene experiencias para todo tipo de bolsillos, pero cada una de ellas, en su ámbito, debe aspirar a la excelencia.
La calidad de nuestro turismo es, por tanto, un elemento nuclear de competitividad. Como lo es ya también la sostenibilidad, entendida en su triple vertiente medioambiental, socioeconómica y territorial. Porque el turismo sólo podrá seguir desarrollándose si preserva el entorno donde tiene lugar, y cada vez son más los turistas que se preocupan por el impacto medioambiental de sus viajes. Esto se ve claramente entre la gente joven. Por eso es tan importante que hablemos también de cómo el turismo genera recursos que permiten preservar nuestro patrimonio natural y cultural. Pienso, por ejemplo, en la conservación de nuestros parques naturales o ciudades patrimoniales. Pero la sostenibilidad es también una sostenibilidad socioeconómica, porque un turismo de calidad requiere empleos también de calidad y necesita desarrollarse en convivencia con la población residente, que debe percibir que el turismo es una actividad que le beneficia en su día a día: porque gracias al turismo se mejoran los espacios públicos de su ciudad o se generan oportunidades de empleo y negocio que ofrecen a los locales un proyecto de vida en su lugar de origen.
“Lo que nos tiene que diferenciar de otros competidores es la calidad de la experiencia que ofrecemos al visitante y no me estoy refiriendo a que nos convirtamos en un destino premium o de lujo. España tiene experiencias para todo tipo de bolsillos, pero cada una de ellas, en su ámbito, debe aspirar a la excelencia”.
Y por último la sostenibilidad tiene que ser también territorial, porque el turismo tiene la capacidad de llevar riqueza a todo nuestro territorio. Siempre digo que la riqueza de destinos que tiene España con sus zonas de costa, sus pueblos interiores con encanto, sus espacios naturales, nuestras grandes ciudades más cosmopolitas, pero también nuestras ciudades patrimoniales de tamaño medio representan nuestra principal ventaja competitiva.
La financiación pública ha sido durante la crisis sanitaria la clave de la supervivencia de algunas empresas turísticas ¿qué herramientas de financiación hay aún en marcha? ¿se van a crear nuevas?
Con instrumentos aún vigentes, como los ERTEs (afortunadamente cada vez menos), los avales del ICO o los fondos SEPI y Cofides, pensados efectivamente para hacer frente a la urgencia de la crisis generada por la COVID, hoy el Gobierno ya está desplegando las ayudas vinculadas a los fondos europeos Next Generation EU, que van dirigidas a transformar nuestra economía hacia un modelo más sostenible, más digital y más resiliente. España, de hecho, es el país que más adelantado va en el despliegue de estos fondos, como nos reconoce la Comisión Europea.
El turismo es, además, en nuestro país el único sector de actividad al que el Plan de Recuperación del Gobierno de España, la hoja de ruta que guía la ejecución de los fondos europeos, reserva un plan específico y exclusivo, el Plan de Modernización y Competitividad del sector turístico, que cuenta con una dotación de 3.400 millones de euros, la mayor inversión en política turística que jamás ha acometido un Gobierno por el turismo español, motor de nuestra economía.
¿Cómo van a poder las empresas y los destinos acceder a los fondos Next Generation destinados al sector turístico? ¿Cómo se va a ir desarrollando el acceso a ellos? ¿Hay alguna programación?
En solamente dos ejercicios, 2021 y 2022, la Secretaría de Estado de Turismo está canalizando fondos a comunidades autónomas y entidades locales por valor de más de 1.300 millones de euros para que nuestros destinos sean más sostenibles y competitivos.
Las empresas también pueden optar a ser beneficiarios directos de ayudas en concurrencia competitiva. Acabamos de cerrar el plazo por ejemplo del programa de ayudas Experiencia Turismo España, en el que el 78% de las solicitudes presentadas corresponden al sector privado.
Pero pronto las empresas podrán también concurrir a líneas de ayudas para que incorporen soluciones tecnológicas a sus negocios, para desarrollar una ambiciosa Plataforma Inteligente de Destino que aúne en un mismo lugar toda la oferta de servicios que un destino ofrece a sus visitantes o para que, si son alojamientos, renueven sus instalaciones para mejorar su eficiencia energética.
La Agenda 2030 de las Nacionales Unidas marca el camino que empresas, gobiernos y ciudadanos deben seguir materia de sostenibilidad. En este ámbito ¿qué retos afrontan los destinos y qué iniciativas se están liderando?
La sostenibilidad está presente en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, en algunos en su vertiente medioambiental, en otros en su vertiente económica y en otros en su vertiente social. Y esta triple vertiente de la sostenibilidad es la que está presente en nuestro Plan de Modernización y Competitividad del sector turístico.
Así, los destinos y también las empresas deben trabajar por incorporar en todas sus acciones la idea de sostenibilidad. En este sentido los Planes de Sostenibilidad en Destino, uno de los programas principales de nuestro Plan, impulsan proyectos propuestos por entidades locales y comunidades autónomas orientados a la transición Verde, la economía circular o la mejora de la eficiencia energética. Pero también las ayudas destinadas a las empresas buscan precisamente facilitar su transición verde, es el caso por ejemplo de las ayudas para mejorar la eficiencia energética de nuestros alojamientos turísticos de las que hablaba antes.
Durante la crisis, administraciones y sector privado han abordado la pandemia y la guerra que ha impactado en el sector turístico desde diferentes ámbitos. ¿Es la colaboración público-privada clave para aportar soluciones a los retos que tiene el turismo español?
Sin duda, acertaremos más si el diagnóstico es compartido. Por eso está teniendo tanto éxito el modelo de Destino Turístico Inteligente impulsado desde esta Secretaría de Estado. Porque parte de la base de que un destino más competitivo y resiliente ante las adversidades es aquel que ha conseguido implantar un modelo de gobernanza del que participan y colaboran sector público y privado de ese destino.
Esta filosofía la tenemos muy presente en nuestro programa de Planes de Sostenibilidad Turística en Destino. Aunque el dinero se canaliza a través de las entidades locales y comunidades autónomas, los proyectos financiados han de partir de un diagnóstico compartido con el sector privado de cada destino. Esto es lo que estamos incentivando. Pero esa colaboración público-privada, cuando hablamos de inversiones en los destinos, tiene que partir del propio destino, porque cada proyecto ha de responder a las necesidades específicas de cada destino. Y como decía antes, nuestra riqueza y principal ventaja competitiva es que, afortunadamente, no tenemos un solo tipo de destino turístico, sino una variedad inmensa que nos hace únicos.