Entrevista a Carlos Mazón, presidente de la Diputación de Alicante.
El turismo es uno de los sectores que peor lo ha pasado en esta crisis del coronavirus con una caída brusca y total de los ingresos y unas consecuencias económicas inimaginables. ¿Se puede mirar el futuro con optimismo?
Por supuesto. El sector turístico está pasando por uno de los peores momentos de la historia, pero que nadie dude de sus fortalezas y capacidad para afrontar el futuro con las mejores perspectivas posibles. Los esfuerzos realizados durante los últimos años convierten nuestro sector por excelencia en uno de los mejor preparados para adaptar su oferta a medida que vayamos entrando en la ‘nueva normalidad’.
¿Cuánto va a costar salir de esta situación? Y no me refiero solo a lo económico.
Las pérdidas van a ser incalculables, por eso es fundamental que vayamos adaptando todas las medidas y aplicando planes para que lleguemos en las mejores condiciones posibles al final de la pandemia. Si siempre ha sido importante la coordinación institucional y la colaboración público-privada, ahora mismo es, simplemente, imprescindible.
¿Cuál debe ser el papel de la Diputación para ayudar a dejar atrás esta crisis?
Nuestro papel está muy definido y, si me lo permite, tanto desde la Diputación como desde el Patronato Costa Blanca, nos volcamos en apoyar a nuestros municipios y a nuestro sector turístico. Ahora estamos muy concentrados en facilitar herramientas a los ayuntamientos para que puedan reabrir sus playas y sus recursos turísticos con las mayores garantías posibles y también en trabajar campañas de promoción con los sectores de alojamiento, restauración o golf, entre otros muchos, que vayan desde la proximidad del visitante hasta la recuperación del turista nacional y del internacional, a medida que la movilidad lo permita.
¿Y del resto de administraciones?
El Gobierno de España sigue teniendo la máxima responsabilidad y debe priorizar aún más las actuaciones para el sector turístico. Hemos perdido un tiempo precioso y, pese a las recomendaciones de Europa, parece que seremos los últimos en abrir fronteras, lo cual no termina de entenderse. Respecto a Turisme Comunitat Valenciana, mantenemos una relación y un hilo fluido y constante que me gustaría que se tradujera en colaboraciones más concretas, por el bien de nuestra provincia y de nuestro sector.
Además del esfuerzo que va a suponer volver a las cifras de otras temporadas, que llevará algún tiempo, también hay que transmitir y garantizar que somos un destino seguro. ¿Cómo hay que hacerlo?
Pues haciendo todo lo que sea debido y más y siendo capaces de comunicarlo de manera efectiva y directa. Nosotros hemos puesto en marcha, en colaboración con nuestros municipios, la iniciativa ‘Costa Blanca Destino Seguro’, basada en facilitar planes de contingencia a las 141 localidades que integran la provincia de Alicante, así como señalización coordinada para lanzar mensajes claros y directos a nuestros clientes, que son los usuarios, las aerolíneas o los turoperadores, entre otros. Ya estamos preparando un plan de promoción con el sector para el verano que verá la luz en las próximas semanas, tan pronto se reabra la conectividad con el resto del país y de Europa.
Parece innegable que es más necesaria que nunca la colaboración público-privada. Eso debería pasar por escuchar a los expertos y empresarios y decidir en consecuencia ¿no cree?
Efectivamente, como le decía antes, la unidad debe ser una máxima, especialmente en estos tiempos. El Patronato Costa Blanca aprobó su Plan de Actuación por unanimidad de todos los grupos políticos y contando con la participación de todo el sector y de los municipios. Ese es el único camino que concibo y por el que trabajamos día a día.
Benidorm, como capital turística de la provincia y de la Comunidad ¿será el modelo en el que se tengan que fijar los demás?
El modelo de Benidorm ha sido y sigue siendo un éxito. Se trata de una ciudad única que sabe hacer las cosas bien y que es un referente a nivel nacional y mundial. No me gusta que se marquen desde un despacho dogmas para hablar de un único modelo turístico que, por tanto, pueda excluir al resto. El éxito del turismo de la Costa Blanca se basa, precisamente, en la amalgama, en la variedad, en la playa y en el interior.
¿Coincide con los empresarios hoteleros en que no se alcanzarán las cifras de otros años en verano, pero que al final serán números aceptables?
Las previsiones cambian por días y lugares. Quizá el destino urbano, el de interior o el menos dependiente del internacional lo tenga más fácil, pero si le soy honesto, vamos día a día. Tenemos empresarios muy exigentes y para ellos no solo se trata de números, sino de servicio, de fidelización, de seguir trabajando para su marca y para la del destino. Nos importa la cantidad, pero también y mucho la calidad, y este año todo se verá condicionado por las medidas obligatorias y recomendables que se están adoptando.
¿Cómo ve el comportamiento del mercado español hacia la provincia en un verano que se prevé con más turismo nacional que otras veces? Porque todos los destinos van a luchar por ese turista.
El turista nacional se ha comportado muy bien en nuestro destino durante los últimos ejercicios, tanto en la temporada alta como en la temporada “maja”, que no baja. Ahora será muy diferente en todos los sentidos. Nuestra provincia es líder en banderas azules en playas y puertos deportivos y también disponemos de una oferta de interior personalizada, altamente demandada. Contamos con una excelente oferta de alojamiento hotelero, extra hotelero, rural, golf, gastronomía, actividades receptivas… El turista nacional nos conoce y suele repetir.