Según publica el diario digital Preferente.com, el Gobierno alemán ha dado luz verde al préstamo de 1.800 millones de euros de KfW para salvar a TUI. Los fondos del banco estatal se utilizarán para aumentar la línea de crédito existente del grupo turístico con sus bancos por valor de 1.750 millones. El préstamo de KfW está sujeto a la aprobación de los bancos.
Una de las condiciones para su concesión es que TUI renuncia a los pagos de dividendos. Esto le daría a TUI acceso a recursos financieros y líneas de crédito por un total de 3.100 millones de euros.
Su CEO, Fritz Joussen, destaca que “el compromiso del préstamo de KfW es un primer paso importante para que TUI supere con éxito la situación excepcional”. El directivo se deshace en agradecimientos “al Gobierno federal alemán, al parlamento, al gobierno de Baja Sajonia y a KfW”, aplaudiendo su rápida actuación para dar una solución “a nuestros clientes, empleados y la empresa”.
Reitera que es una empresa ‘muy saludable’
Joussen insiste en que “TUI es una empresa muy saludable”. “Tuvimos éxito económico antes de la crisis y lo volveremos a tener”, subraya. “Nuestro modelo de negocio está intacto y tenemos más de 21 millones de clientes leales, sin embargo, actualmente nos enfrentamos a restricciones internacionales de viaje sin precedentes”, por lo que “somos temporalmente una empresa sin producto y sin ingresos”.
En el pasado año fiscal 2019, el grupo facturó cerca de 19.000 millones de euros y su beneficio operativo ascendió a 893 millones, incluidos los costos de casi 300 millones derivados del veto al Boeing 737 MAX. Excluyendo dichos costos, los resultados operativos se situaron en el nivel récord de 2018 (1.200 millones de euros). A principios de febrero de 2020, las reservas para el verano eran un 14% más altas que el año anterior, siendo enero el mes con mayor volumen de reservas de la historia de TUI.
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