Manuel Espinar es presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería y Turismo de la Comunidad Valenciana (CONHOSTUR) y de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV).
Queridos hosteleros, compañeros, profesionales, proveedores, compañeros del sector,
Estamos viviendo algunos de los días más complicados que podemos recordar… Nos encontramos en medio de un oscuro túnel que nos está haciendo temblar y que nos mantiene confinados en casa y con nuestros negocios cerrados. Viviendo esta pandemia que nos está retando cada día con esa maldita curva que todos deseamos por fin frenar.
Quiero mandar un abrazo y todo nuestro aplauso a todas las personas que trabajan cada día por nosotros, por nuestra salud, nuestra protección, y porque tengamos todo lo que necesitamos: personal sanitario, fuerzas y cuerpos de seguridad, personas que trabajan en los mercados, supermercados, pequeño comercio, agricultores, y un largo etcétera.
Los hosteleros valencianos llevamos un mes con nuestras persianas bajadas. En un ejercicio de responsabilidad fuimos los primeros que desde CONHOSTUR y la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia le pedimos al gobierno autonómico una orden de cierre, una decisión muy difícil pero necesaria que tuvimos que tomar esa mañana del viernes 13 de marzo.
Y desde ese día seguimos con miedo en el cuerpo, incertidumbre y la sensación de ansiedad que surge ante lo desconocido. La vida, tal cual la conocíamos está en suspense y todos estamos parados a la espera de poder volver a poner el motor en marcha.
Nuestro sector representa en la Comunitat Valenciana a 34.000 empresas y más de 160.000 puestos de trabajo. Somos un sector muy transversal, de nosotros dependen otros subsectores e industrias que tienen en el canal Horeca su principal medio de distribución, y que en estos momentos están viendo como peligra también la viabilidad de su negocio.
Desde el sector estamos reclamando soluciones y ayudas necesarias por parte del Gobierno y las Administraciones para afrontar un problema de falta de liquidez y de inactividad que no sabemos aún el tiempo que se prolongará y que puede suponer la desaparición de muchas empresas.
Nuestro sector está compuesto en su mayoría por pymes, empresas familiares y autónomos. Se estima ya que la hostelería perderá este año un 40% de volumen de negocio, y se pueden llegar a destruir más de 60.000 puestos de trabajo en la Comunidad Valenciana.
Pero nosotros tenemos una lucha y es volver a levantar las persianas todos juntos. Para ello exigimos agilidad en los ERTES y flexibilidad. No podemos volver al punto donde lo dejamos el 13 de marzo. A estas alturas todos somos conscientes de que la demanda tardará en recuperar la confianza y que nosotros no podremos sostener unas plantillas sino nos dan flexibilidad y margen de maniobra para poder ir adecuándonos a esta nueva realidad.
Reclamamos exoneración de las cuotas de autónomos y de impuestos. No podemos levantar la persiana, no podemos ejercer nuestra actividad, por lo tanto, no podemos hacer frente a más y más cargas económicas que se vienen a sumar a las que ya tenemos por el mantenimiento del local como son el pago de los alquileres, el pago a proveedores, los costes fijos de suministros y un largo etcétera. Necesitamos una financiación que no sea engañosa y que llegue ya, aún asumiendo que vamos a endeudarnos para poder sacar adelante a nuestras empresas. Y necesitamos que todas estas ayudas sean ilimitadas en el tiempo en que dure esta situación que estamos viviendo.
Es un momento excepcional que requiere de medidas excepcionales y es importante que estas medidas den oxígeno a un sector que el día que se pueda volver a levantar, va a luchar con todas sus fuerzas para seguir aportando a la economía y por ser de nuevo el motor de creación de empleo que somos. La hostelería es una pieza clave del sector turístico. Y el turismo es fundamental en este país.
También estoy convencido de que este tiempo puede ser un tiempo de reflexión. Mientras las medidas del gobierno llegan, mientras tratamos de poner orden a toda la situación económica de nuestra empresa, es importante que aprovechemos también este paréntesis forzoso para hacer un análisis de nuestros negocios y poder pensar ya cómo vamos a volver el día que podamos hacerlo.
Valoremos a nuestros equipos que van a ser los que nos ayuden en esta difícil vuelta al partido. Y pensemos en qué podemos mejorar, cómo podemos ahorrar, qué partes del negocio no nos están funcionando y cómo podemos darle una vuelta a nuestro establecimiento. No vamos a seguir eternamente en casa, volveremos y cuando lo hagamos tenemos que ser un sector más unido que nunca.
Las asociaciones empresariales han demostrado en esta crisis ser más necesarias que nunca. No lo olvidemos después, cuando todo esto pase. Necesitamos ser fuertes como sector y para ello tenemos que seguir unidos en la defensa de nuestros intereses.
Los hosteleros estamos hechos de una pasta especial, somos un sector peleón, que sabe de sobra lo que es la cultura del esfuerzo, y que cuando todos disfrutan, cuando se celebra, cuando los demás están de vacaciones, los hosteleros estamos ahí trabajando para llevar a la gente momentos de felicidad y llenarle su vida de recuerdos inolvidables alrededor de una buena mesa, en una barra, una terraza…
El turismo tal y como lo conocíamos va a cambiar, y tardaremos en volver a ver turismo internacional entrando en nuestros locales. Es por ello, que, nos vamos a esforzar por dar a nuestro cliente de siempre, al turista de proximidad, todo aquello que le vuelva a hacer disfrutar de lo nuestro, de lo autóctono, de nuestra gastronomía, de nuestros productos y de nuestro ocio.
Somos privilegiados en la Comunitat Valenciana porque tenemos mucho que ofrecer. Ojalá podamos volver a hacerlo muy pronto, mientras tanto, cuidaos mucho.
