El Programa de Termalismo Social del IMSERSO es un caso de éxito que ha despertado el interés de muchos países de nuestro entorno. Son palabras de Manuel Martínez Domene, el director general del IMSERSO, que ha presentado el Programa de Termalismo Social de 2020 junto con Miguel Mirones, presidente de la Asociación Nacional de Balnearios (ANBAL) en la Jornada que la Asociación ha organizado con motivo de la Feria Internacional de Turismo, que se celebra en Madrid.
Para abrir el acto, el presidente de ANBAL ha querido en primer lugar agradecer al Director General “el esfuerzo realizado en un año especialmente difícil para el IMSERSO”, en el que el Instituto se ha tenido que enfrentar a un cuestionamiento del propio sistema de funcionamiento del mismo por parte de algunas sectores, y que finalmente se ha podido resolver con el esfuerzo de las personas que trabajan en esta institución, a las que el presidente de ANBAL ha querido dirigirse para agradecer su trabajo. A continuación, ha trasladado a Martínez Domene una serie de mejoras que el sector considera que se podrían introducir en el Programa así como nuevos campos en los que entiende que los Balnearios pueden participar a través de diferentes Programas dependientes del IMSERSO, que en algunos casos han quedado ahora adscritos al Ministerio de Sanidad, relativas al envejecimiento activo, los cuidados a cuidadores y cuidadoras a las personas beneficiarias de las ayudas de la Ley de Dependencia y en programas de prevención y autonomía personal.
Domene ha puesto en valor el Programa de Termalismo, destacando la altísima valoración entre los usuarios –más de nueve sobre diez-, el importante retorno que obtiene el Estado español por la inversión -2,46 euros por cada euro invertido según el último estudio del sector- y los más de 1.115 millones de riqueza que genera en la economía de nuestro país.
El director general ha reafirmado el valor del Programa, destacando la altísima valoración que obtiene por parte de los usuarios, superando los nueve sobre diez puntos. En los más de 30 años que lleva en activo, más de tres millones y medio de personas han podido disfrutar de estancias y tratamientos a precios reducidos. Domene ha subrayado también el alto retorno que obtiene el Estado Español de cada euro que invierte. En concreto, ha afirmado que casi el 50% mediante la fiscalización. Y no sólo eso. Si bien el Estado ha invertido 487 millones de euros en el Programa, ha reconocido que los Balnearios, por su parte, han generado riqueza a la economía española por valor de 1.115 millones de euros. Han creado 281.000 puestos de trabajo, ligados además al ámbito rural, lo cual tiene un impacto importantísimo para luchar contra la despoblación, una de las banderas de las que quiere hacer gala este nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. Los Balnearios, según ha afirmado, tiene un papel muy destacado en la fijación de la población en municipios pequeños, sobre todo el femenino.
Además, Domene ha subrayado la labor que pueden desarrollar los Balnearios en las políticas de envejecimiento activo del Gobierno, la ampliación de servicios de la Ley de Dependencia y en el posible desarrollo de una futura Ley frente a la soledad no elegida, dado el importante papel que juega el Programa de Termalismo para establecer redes sociales entre las personas mayores.
El director general del IMSERSO, contestando a Miguel Mirones, ha querido subrayar el papel que pueden desarrollar los Balnearios en las políticas de envejecimiento activo, políticas de estado necesarias en un país que se va a convertir en 2030 en el primero en esperanza de vida en todo el mundo. En este sentido se ha declarado completamente abierto a dialogar con el sector de los Balnearios para ampliar el abanico de sus servicios ante la Administración, como podría ser en el caso de cuestiones relacionadas con la Ley de Dependencia y en el posible desarrollo de una futura ley, que ha anunciado el propio director general, que tiene previsto aprobar el Gobierno frente a la soledad no elegida. En este sentido, Domene ha subrayado el importante papel que podrían tener los Balnearios y el Programa de Termalismo para establecer redes sociales entre las personas mayores que evite precisamente esas situaciones indeseadas.