La campaña de verano más atípica de la historia acabará antes de tiempo. Los empresarios prevén un cierre de temporada anticipado, ya a finales de este mes o, como mucho, principios de septiembre, ante la oleada de barreras turísticas que vive España y el avance de los rebrotes de coronavirus.
Las reservas para vacaciones han sufrido un parón desde principios de agosto, especialmente en los destinos de sol y playa, y las perspectivas para el resto del año no son mejores, con la crisis sanitaria y económica abierta y el sector de los viajes de negocio prácticamente paralizado. La caída de la actividad derivada del turismo este año alcanzará los 99.000 millones de euros.
Un escenario “desolador” para el que Exceltur ha pedido una mayor coordinación entre territorios, medidas transversales y ayudas al tejido empresarial a fondo perdido para evitar su destrucción.
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, señaló ayer al respecto que España “va a liderar, con todos los actores de la cadena de valor del turismo, un plan para la recuperación del sector”, una vez que los países hayan controlado la pandemia a escala global. “Tenemos que reinventar el turismo”, insistió la ministra ante los temores de los empresarios.