Miguel Jiménez es presidente de AEVAV, Asociación Empresarial Valenciana de Agencias de Viajes.
Analizando todas medidas adoptadas hasta el estado actual en que nos encontramos y que afectan al turismo bajo el punto de vista de las agencias de viajes, primero tengo que reconocer la complejidad de un escenario el cual nunca se había dado en los últimos cien años. No por eso dejar de lamentar la perdida de seres queridos por las familias afectadas. Es un trauma irreparable, tanto para ellos como para la sociedad en general, ya que se cebo, especialmente, con nuestros mayores y sanitarios que con su trabajo y sacrificio nos situaron en el nivel de confort del que disfrutamos hasta el día de hoy.
Dada la dificultad de gestionar una pandemia de esta magnitud siempre encontraremos partidarios y detractores y por la complejidad de todo un país. Estoy totalmente de acuerdo que es el momento de aunar esfuerzos y colaborar para entre todos salir de esto lo antes posible y ya será tiempo de pedir responsabilidades.
Quizás tenemos que reconocer que no se le dio la importancia por parte de todos, y me incluyo yo mismo, no esperábamos la rapidez con la que se pasó de una normalidad a un confinamiento tan severo. Quizás tendríamos que haber dado un mayor protagonismo a los expertos sanitarios y científicos que ya daban como posible este escenario y con el condicionante que fueron los más perjudicados con los recortes anteriores y tampoco se ha estado a la altura, ya que se tenía que subsanar las carencias y no se hizo en un corto plazo nuestros representantes políticos por todas las partes se dedicaron a sacar rédito político de una situación en la que todos los ciudadanos y sectores empresariales estamos prisioneros.
Solamente la solidaridad de muchas empresas reaccionaron con rapidez, poniendo todos sus recursos posibles a disposición de sanitarios y cuerpos de seguridad que están en primera línea a los que agradecemos su dedicación y profesionalidad.
Cuando a principios de marzo nos llega a las agencias de viaje con una crudeza brutal todas las consecuencias de la pandemia con una avalancha de cancelaciones y tenemos que gestionar todas las devoluciones y repatriaciones de nuestros clientes, (que todavía estamos tramitando) y empiezan a aparecer las negativas de las compañías aéreas a reembolsar los importes por los billetes emitidos, nos sentimos abandonados por todos los organismos oficiales ya que la normativa de aviación civil está muy clara se adoptó una medida de canjeo de los billetes por unos bonos que nos dejan a los pies de los caballos y como culpables a los ojos de nuestros clientes a sabiendas que nosotros no disponíamos de los importes ya abonados a las compañías, con el agravante de que las diferentes asociaciones de consumidores no estaban dando una información correcta. El Gobierno -ya que dio esa solución- tendría que haber salido en nuestra defensa.
Con respecto a las ayudas en forma de créditos ICO, entendemos que no se están controlando por el Estado, ya que la banca no está tramitando correctamente; nos llegan quejas de agencias que nos informan de cláusulas no contempladas en lo comunicado por el Estado como imposición de seguros adicionales y un exceso burocrático para desestimar la financiación. No lo entendemos cuando la banca se rescató con los impuestos de los ciudadanos de las agencias de viajes también.
Los ERTEs, entendemos que tienen que ser expresamente específicos para el sector, ya que fuimos los primeros en afectarnos y seremos de los últimos en iniciar la actividad. Además se tendrá que recuperar la confianza en viajar incorporando a los trabajadores en función de la demanda con los protocolos que adoptemos por recomendación de Sanidad.
Respecto al pago de la cuota de la Seguridad Social se tardó en reaccionar ya que se pagó el mes de marzo y aumentó nuestro déficit.
Las diferentes ayudas que se plantean, tanto nacionales como comunitarias incluso municipales, bienvenidas como necesarias son reclamamos agilidad y prontitud ya que nuestros ingresos desde hace ya más de un mes son cero y seguimos soportando los gastos generales de nuestros negocios como alquiler, teléfono, agua, sueldos, etc.
De todos modos, valoramos el compromiso del gobierno, sobre todo de Generalitat valenciana, ya que tienen las competencias de turismo trasferidas y de su secretario autonómico D. Francesc Colomer, gran conocedor de nuestra problemática e implicado con todo el sector.
Europa parece empieza a despertar del letargo, ya que hasta ahora parecía que solo era un problema de los países del sur y no afectarle mucho.
Cuando más se necesitaba de su solidaridad, de repente, se hicieron unas declaraciones nada acertadas de no reservar viajes hasta finales de año.
Entendemos que seria en el peor de los casos ¿se tendría que consultar con las autoridades sanitarias para hacer ese tipo de declaraciones y no crear un clima de temor e inestabilidad?
Hicimos llegar nuestro malestar por unanimidad de todas las asociaciones, a través de la confederación nacional de CEAV perteneciente a la asociación europea (ECTAA) de la cual es vicepresidenta y compañera nuestra como miembro destacado de AEVAV, Dª Eva Blasco.
Exigimos que Bruselas aporte los fondos que sean necesarios para salvar nuestras diferentes empresas, no solo al turismo, si no a todos los sectores ya que no tendremos recuperación si no lo hacemos todos al unísono.