Carlos Escorihuela Artola es presidente de ASHOTUR, Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castellón.
Castellón, abril de 2020
“UN PESIMISTA VE LA DIFICULTAD EN CADA OPORTUNIDAD. UN OPTIMISTA VE LA OPORTUNIDAD EN CADA DIFICULTAD”
Esta cita de Winston Churchill define mi carácter, un optimista sin remedio, incluso hoy, en momentos de dificultad máxima. Este optimismo quiero trasladaros, a pesar de todas las dificultades que estamos encontrando.
Este confinamiento nos da la oportunidad de pensar en todo lo que hemos hecho bien, y también en todo lo que hemos hecho mal, y de reflexionar qué hemos de hacer al salir del parón empresarial. Porque, ineludiblemente debemos hacerle frente desde el primer día. Siguiendo con Churcill, que decía: “Uno nunca debe dar la espalda a un peligro amenazante y tratar de escapar de él. Si haces eso, duplicarás el miedo. Pero si lo enfrentas de inmediato y sin titubeos, reducirás el miedo a la mitad”, hemos de afrontar el problema desde ya, encarando el miedo y venciéndolo.
Es cierto que este parón ya está causando daños graves en nuestras empresas; es cierto también que la incertidumbre con las que se nos presenta el futuro hace dificil establecer una estrategia cierta. El sector turístico se ha enfrentado a golpes duros, a frenazos, a cambios, y siempre ha demostrado una gran capacidad para adecuarse a las circunstancias. Ahora también tenemos que demostrar nuestra capacidad de adaptación a las condiciones socio-económicas que se avecinan.
Los empresarios hemos demostrado un compromiso absoluto con el estricto cumplimiento de la normativa sanitaria impuesta para combatir la pandemia del Covid-19. Y lo hemos hecho con absoluta lealtad y sin mediar crítica en este aspecto. Y vamos a seguir en esa línea.
Pero nos hemos encontrado con una soledad incomprensible. El Gobierno ha decidido hacermos pagar la crisis sanitaria, eso si, a plazos y con un bajo interés, pero al final, nos harán pagar la totalidad de la factura. Las medidas adoptadas hasta ahora son decepcionantes y demuestran qué esperan de nosotros: que paguemos, y a ser posibles calladitos porque la gravedad del momento requiere unidad.
Abusando de Churchill, que decía: “Muchos miran al empresario como el lobo que hay que abatir; otros lo miran como la vaca que hay que ordeñar; pero muy pocos lo miran como el caballo que tira del carro”, me atrevo a decir que nos ven como vacas a las que se puede ordeñar sin límites.
Las medidas causan una especie de efecto placebo, pero no curan ninguna de las heridas causadas por la crisis. Las administraciones no han estado a la altura. Desde la misma Unión Europea, que una vez más ha decidido “ausentarse”, hasta el Gobierno que está gestionando la crisis económica desde una perspectiva equivocada, tratando de confrontar la salud con la economía para así evitar la crítica. El paquete de medidas aprobadas hasta el momento son insuficientes e improvisadas. La forma en la que las están implementando es impropia de un país moderno. Nos encontramos con un parón empresarial aprobado por Decreto publicado en el BOE veinte minutos antes de entrar en vigor, algo más propio de una república bananera que de un Estado moderno.
No hay una sola medida de adelgazamiento de la administración, de austeridad en toda la función pública, ni tan siquiera un gesto que nos haga ver que sufren como nosotros. Empresarios y trabajadores deberemos salir de esta solos, y saldremos, y seguiremos creando riqueza, creando puestos de trabajo y pagando impuestos que esperamos sean gastados de forma más eficaz, que nos permita afrontar otra crisis con un sistema más fuerte en sus elementos más básicos, como el maltrecho sistema de salud.
Pero estos son los mimbres con los que tememos que salir a trabajar y competir el primer día de esta nueva etapa, y lamentarnos mucho más no nos va a aliviar el esfuerzo. Nuestro sector turístico de Castellón es lo suficientemente robusto y atractivo para confiar en una pronta recuperación. Hemos de salir a dar servicio a nuestra gente más próxima, hemos de apostar por el turismo cercano, como primera línea de combate. Ya habrá tiempo para seguir apostando por la internacionalización, pero hoy por hoy, nuestra recuperación se encuentra cerca de nosotros y no en mercados lejanos.
Debemos ser solidarios e intentar salir todos de la crisis: pequeños y grandes, bares, restaurantes, campings, hoteles, ocio, etc. No podemos dejar tirado a nadie por el camino, y por eso no pararemos de exigir a las administraciones medidas eficaces para lograr ese fin.
Sin otro particular, recibid un abrazo y mucho ánimo.