¿Nos podría hacer un balance de cómo ha sido el año 2019 para el sector?
2019 ha sido un año moderadamente bueno. Con sus luces y sus sombras, pero con un balance general positivo.
Sin embargo, no nos conformamos con ello y nos quedará un regusto amargo de no haber puesto el colofón de oro a una temporada por la quiebra de Thomas Cook y el desastre de gestión del programa de vacaciones de mayores.
Son dos puntas de iceberg, los resultados de dos gestiones caóticas: la privada, la de un turoperador que no supo ver el futuro y no quiso adaptarse al mismo. Y la pública, la de una administración que tampoco sabe ver de qué va esto del turismo y que puede correr la misma suerte en poco tiempo.
Debemos reivindicar la financiación de los municipios turísticos con la misma intensidad y unión empresarial que concita el Corredor Mediterráneo.
En la Comunidad Valenciana ¿cuáles han sido los principales problemas que ha tenido que afrontar el sector este año?
Uno de nuestros principales problemas es el de la financiación autonómica. Se está utilizando el conflicto catalán como tapón de nuestro crecimiento, como justificación inaudita a la infrafinanciación a la que el Estado nos somete cada año sin paliativos.
Hay que tener mucho cuidado si el rebote de otras situaciones o conflictos pueden limitar los derechos y libertades para justificar una recentralización de todo el Estado. Y con ello solo se consigue devaluar las autonomías y la democracia.
A finales de noviembre asistíamos a una multitudinaria congregación empresarial para la reivindicación del Corredor Mediterráneo. Debemos usar la misma intensidad para reivindicar una nueva financiación autonómica y una especial financiación de los municipios turísticos que termine con esta indigencia histórica que padecemos.
El Estado no puede ser el tapón de nuestro crecimiento y nuestro bienestar.
Además del Corredor Mediterráneo ¿Cuáles son las principales infraestructuras que necesita la Comunidad Valenciana de manera urgente?
Debemos recordar cada año que es el sistema económico el que debe determinar las infraestructuras y no al revés. Las infraestructuras deben de priorizarse por el grado de retorno económico y social.
Por eso, nuestro sistema reclama con urgencia inversiones tan esenciales y prioritarias como el Hospital de la Vila, el tercer carril en el byPass A7 o el Tren de la Costa. Esta infraestructura, el Tren de la Costa, es nuestro futuro cordón umbilical que nos une con el aeropuerto, con el AVE y con el futuro corredor.
¿Cuál es el objetivo de la asociación hotelera que usted preside para 2020?
Nuestro objetivo para el 2020 sigue siendo la consolidación de HOSBEC como patronal de referencia de la Comunidad Valenciana. Que todos compartamos la idea de que vamos en el mismo barco y que solo unidos podremos ser influyentes.
Ya estamos trabajando en una modificación estatutaria para hacer del ejemplo virtud y adaptar nuestra estructura a la vertebración autonómica.
El esfuerzo transformador de la planta hotelera es el gran regenerador de la ciudad. Cientos de millones en los últimos años consolidan el empuje del alojamiento.
Posiblemente no será hoy cuando veamos los efectos, pero dentro de unos dos años podremos evaluar cuál ha sido el coste real de la liberalización de la AP7. El volumen de tráfico, los nuevos accesos, la financiación y su mantenimiento, entre otras cosas, están en el aire.
¿Qué incógnitas esconde la liberalización de la autopista de peaje AP7? ¿Es esto bueno para el sector en Benidorm?
Hemos visto cómo se levantan las barreras del peaje de la AP7 y este gesto, aunque pueda parecer lo contrario, nos aleja todavía más de la modernidad y de la seguridad. Se ha optado por la solución más cómoda, aunque perjudicial en el medio y largo plazo. Posiblemente no será hoy cuando veamos los efectos, pero dentro de unos dos años podremos evaluar cuál ha sido el coste real de la liberalización de esta única vía de transporte que disponen Las Marinas.
El volumen de tráfico, los nuevos accesos, la financiación y su mantenimiento, entre otras cosas, están en el aire.
Lo contrario ha ocurrido con el aeropuerto de Alicante. Una decisión valiente permitió allá por 2004 planificar un aeropuerto con vistas a 25 años de crecimiento y hoy más que nunca se demuestra el acierto en esa decisión.
Con 15 millones de pasajeros en 2019 ahora hemos logrado un acceso más moderno y adecuado, pero seguimos lejos de las infraestructuras que serían necesarias como 5º aeropuerto de España.
¿Cómo puede afectar un posible Brexit sin acuerdo al sector?
El Brexit no es ahora una preocupación grave para nosotros. Lo peor que le puede pasar al Reino Unido es que se quede como está, que ya es bueno. Una libra a 1’20, con un paro del 3,6%, con una diligencia de 4 horas para montar una empresa, no hay referencias serias por las que preocuparse.