¿Qué tal la experiencia en el nuevo cargo?
Estupenda. Nada más poner el pie en el hotel te das cuenta que llegas a una de las compañías más punteras de la zona. Un hotel nuevo, reformado y que todavía huele a nuevo es una maravilla para los clientes y los que trabajamos aquí.
¿Qué se encuentra ahora el turista que se aloja en este hotel?
El mismo servicio cercano y acogedor de estos años atrás, pero también las instalaciones más punteras de Benidorm, con habitaciones muy cómodas y preciosas, con lujos y comodidades. Es un hotel muy luminoso. Es como estar en casa lejos de casa. Y de eso se trata, porque es lo que buscan los clientes.
¿Qué servicios tecnológicos ofrecen que se diferencien del resto?
Servicios enfocados a una responsabilidad social corporativa, luces led indirectas, todo está escondido y prepensado para que no falte de nada. El sistema de agua lleva una pasteurización. Son todo ventajas para el cliente.
¿Cómo ha respondido el hotel en el primer examen que ha sido el verano?
No cabía nadie más. Ha sido un verano bueno pese a los miedos e incertidumbres por el Brexit. Si Benidorm no trabaja en verano es que el resto del país está desierto. Tenemos muy buenos profesionales que nos traen grandes ideas para ir un paso por delante.
¿Qué tipo de turista tiene o busca el Hotel Presidente?
Nos hemos beneficiado de una gran tipología. No solo de los británicos sino también muchos nórdicos y españoles, en función de la temporada. Pero estamos abiertos a nuevos mercados como el chino y el ruso que le vendrían muy bien a esta ciudad. Siempre estaremos mirando al futuro, pero no seremos un hotel exclusivista, todos serán bienvenidos.
¿Cambiará mucho la comercialización a partir de ahora?
Los canales tradicionales siguen funcionando, pero la tecnología avanza y nos facilita las cosas. Tenemos la obligación de estar ahí. Trabajamos con turoperación, con canales directos, etc. La gente se sigue sintiendo cómoda yendo a la agencia y tener su viaje preparado. Les da seguridad. Tras lo de Thomas Cook nos modernizaremos todos para traer clientes a Benidorm. Es un momento muy interesante y merece la pena un debate muy concienzudo.
La quiebra de Thomas Cook no parece haber afectado mucho a la Comunidad Valenciana, al contrario que Baleares o Canarias. ¿Puede desatarse una guerra de precios para recuperar ese hueco?
No lo creo, aunque ha sido una catástrofe. Cuando algo de esto sucede es malo porque siempre hay alguien que paga el pato. Los clientes y a quienes hayan dejado colgado. No obstante, en las islas ya tienen problemas de masificación de clientes, por lo que no creo que se produzca una guerra de precios. Lo bueno que tenemos nosotros es nuestra gran competitividad.
Pero seguro que alguien querrá hacerse con ese hueco que se ha creado, ¿no?
Los más beneficiados serán los grandes turoperadores como Tui o Jet2 Holidays. La industria no se para y es como un río de pirañas. Yo espero una respuesta rápida y contundente para que el cliente sea el menos perjudicado, que siga pudiendo volar y tener sus merecidas vacaciones.
Llega el Brexit. ¿Estamos preparados? ¿Qué hay que hacer? ¿Qué va a pasar?
Es la pregunta del millón. Nadie sabe lo que va a pasar pero todos tienen una respuesta. Está claro que un Brexit duro sería malo para todos. No destruiría, pero sí ralentizaría el turismo, que es el 13% del PIB del país. Se pondrían en riesgo muchos puestos de trabajo. Pero dicho esto, también es cierto que el turista británico va a seguir viajando, lo llevan en el ADN. Necesitan salir una o dos veces al año. Con pasaporte o sin él viajarán. El problema es ver cómo y cuándo. También influirán las tarifas, pero esperamos que la situación sea la menos mala para todos.