- El acceso a los hoteles de la ciudad de Alicante, un quebradero de cabeza para los turistas que visitan la ciudad.
A pesar de ser un tema recurrente que los hoteleros de Alicante han abordado en numerosas conversaciones con la Concejalía de Movilidad y Tráfico del Ayuntamiento de Alicante y que también se ha tratado en el Patronato Municipal de Turismo, el acceso a algunos hoteles, sobre todo cuando se producen cortes de calles y en fin de semana, sigue siendo fuente de numerosos problemas e incidentes.
APHA (Asociación Provincial de Hoteles y Alojamientos Turísticos de Alicante) viene reclamando que todos los establecimientos hoteleros de la ciudad cuenten -como es habitual en cualquier ciudad turística que se precie- con plazas de aparcamiento reservadas para poder efectuar la entrada y salida de clientes de una forma ordenada y cómoda y así poder bajar o subir equipaje sin ocasionar molestias de tráfico. La respuesta por parte del consistorio a esta solicitud ha sido positiva, pero lo cierto es que el tiempo pasa y la solución nunca llega.
En otras ocasiones el problema está en el estacionamiento de vehículos de reparto que llevan mercancías a otros negocios y se detienen en la misma puerta de los hoteles, lo que dificulta incluso el acceso al propio establecimiento por parte de sus huéspedes. Tampoco en este caso la respuesta es ágil ni contundente.
El último desencuentro se da en relación con los cortes de tráfico que se llevan a cabo en fin de semana o para actos festivos o de otra índole. La sensación de improvisación es absoluta y da lugar a escenas poco razonables, como turistas y empleados de hoteles arrastrando maletas centenares de metros para poder acceder al lugar más cercano en el que un taxi puede recogerles. Entendemos que este tipo de cortes son inevitables, pero con una mínima coordinación entre departamentos municipales se podría minimizar el problema. No es admisible mantener horas y horas incomunicados a establecimientos con centenares de plazas turísticas cuyos clientes han de llegar a una hora concreta al aeropuerto o simplemente pretenden acceder a su alojamiento desde la estación de ferrocarril.
Una ciudad turística debe tratar bien a sus visitantes, empatizar con sus necesidades y orientar sus servicios y su gestión para facilitar que su estancia sea lo más satisfactoria posible. Un destino turístico no se construye sólo con grandes planes o cuantiosas inversiones. Los pequeños detalles marcan la diferencia y determinan la experiencia turística. No podemos permitirnos deteriorar una imagen turística que tanto cuesta construir por la desidia en la gestión de cuestiones básicas como estas.