El sector se recupera y los hoteleros se muestran optimistas sobre el futuro del sector. El aumento de los costes de la energía es el principal desafío a corto plazo para los hoteleros españoles
El sector de los viajes y el turismo es un motor clave del crecimiento económico europeo y del empleo local, y tras la caída en picado del sector del turismo y el alojamiento debido a la pandemia de la COVID-19, en 2022 hemos visto una recuperación adaptada a la “nueva normalidad”. Así, Booking.com en colaboración con Statista, presentó en Fitur 2023 el Barómetro Europeo de Alojamiento, un estudio que refleja la situación empresarial, identifica los desafíos y evalúa el sentimiento económico y el progreso general de este sector fundamental. Del estudio* se desprende un sentimiento generalizado de cautela con respecto al futuro por parte de los hoteleros europeos, si bien muchos de ellos son optimistas y piensan que la recuperación económica seguirá mejorando.
Cómo afrontar la crisis energética mientras apostamos por la digitalización y la sostenibilidad
A corto plazo, los hoteleros están preocupados por la crisis energética provocada por la guerra en Ucrania y el desafío económico. Una abrumadora mayoría (80%) de los hoteleros indicaron que el coste de la energía es uno de los retos más grandes a los que se enfrentan. También se mostraron preocupados por la situación económica general (48%), aunque en menor medida, y por los costes de personal (42%) y cómo conseguirlo y mantenerlo (43%).
Los datos muestran que el coste de la energía es el problema más apremiante para los alojamientos europeos. Los hoteleros españoles, junto con sus homólogos de Austria, Alemania, Países Bajos y Portugal se vieron especialmente afectados por el aumento de los precios de la energía, ya que casi el 90% de los encuestados de estos países lo señalaron como un reto, por encima de la media europea.
Perspectivas de futuro: transformación digital y sostenible de los negocios hoteleros
Los alojamientos europeos también se ven obligados a mirar hacia el futuro y prepararse para las transformaciones digitales y ecológicas con el fin de seguir siendo relevantes y competitivos.
La preparación de los hoteleros para la transformación digital es moderadamente alta. La mayoría de los encuestados (59%) indicó que su preparación para la transformación digital era buena o muy buena, mientras que solo el 12% no estaba satisfecho con su esfuerzo de digitalización. En el intento por digitalizar sus negocios, el marketing en redes sociales destaca como lo más importante para los hoteleros.
En comparación con su preparación general para la transformación digital, los hoteleros europeos no están tan al día en lo que respecta a los desafíos relacionados con la sostenibilidad, dado que solo 2 de cada 5 encuestados consideraron estar bien preparados para los retos de la sostenibilidad y la descarbonización, y 1 de cada 5 consideró que dicha preparación era insuficiente. Como resultado, más del doble de los encuestados (29%) planea invertir más en sostenibilidad y descarbonización en los próximos 6 meses con respecto a los que no (13%).
Las políticas gubernamentales son cruciales para los hoteleros europeos
Los alojamientos esperan que los gobiernos y los legisladores continúen apoyando la recuperación tras la pandemia mundial, ya que las políticas gubernamentales son esenciales para proteger al sector de los viajes de la presión por el aumento de los precios de la energía y la incertidumbre macroeconómica.
En España, el 68% de los hoteleros encuestados, consideró importantes las políticas gubernamentales, lo que refleja que las medidas gubernamentales tienen una influencia considerable en las empresas de alojamiento españolas. Aun así, solamente el 16% destacó como muy beneficioso el impacto esperado de dichas políticas.
España: situación general del sector del turismo y alojamiento
El 70% de los encuestados dijo que el desarrollo había sido bueno o muy bueno, así como un incremento de las tasas de ocupación, especialmente en el último medio año. En general, el mercado español expresó una perspectiva positiva para el futuro: más de un tercio (35%) espera que su situación financiera evolucione positivamente, frente al 6% que espera una evolución negativa.