Estos serán los tipos de alojamiento que elegirán los españoles para sus vacaciones

Las viviendas de alquiler y apartamentos turísticos, los que más han crecido en los últimos años (25%) y una de las opciones de alojamiento que serán más demandadas tras la desescalada.

  • Alojamientos rurales, campings y albergues y hostels, claves en la recuperación del turismo gracias a su relación con destinos de naturaleza y los early adopters.
  • Los hoteles y las pensiones y hostales, los más demandados por el turismo senior y los que más tarde experimentarán la recuperación.
  • Los alojamientos Eco-Friendly y Temáticos, la personalización frente a la tecnología y las valoraciones positivas en Internet como principales aspectos diferenciadores para alojamientos turísticos.

Continuando con su análisis del impacto del COVID19 en el sector, BRAINTRUST ha realizado una nueva oleada de su Barómetro Turístico que desvela qué tipo de establecimientos serán los más buscados una vez el turismo se reactive en España, en función tanto del perfil del viajero como del tipo de turismo que más ayudará a la recuperación de la demanda en las vacaciones de este 2020.

Los alojamientos escogidos por los jóvenes, los menos perjudicados

Dado que los jóvenes serán los primeros en retomar sus planes de viajes y escapadas, tal y como indicaba el anterior análisis realizado por BRAINTRUST, los hoteles y también las pensiones y hostales serán los tipos de alojamiento más perjudicados con la crisis del COVID-19 debido a que son los más elegidos por los viajeros de mayor edad, que serán los que más tarden en retomar las actividades turísticas. Por otro lado, los más beneficiados serán los campings (con un crecimiento en los tres últimos años del 9,5%), albergues y hostels (+0,6%) y apartamentos turísticos (+24,7%), más demandados por los jóvenes.

En un análisis más detallado por generaciones, vemos que los más mayores, los Baby Boomers (más de 56 años), escogen principalmente los hoteles (25,4%) y pensiones y hostales (20,4%) para sus escapadas y vacaciones. En el extremo contrario encontramos a los más jóvenes, los de la generación Z (menos de 25 años), que prefieren especialmente los albergues y hostels (el 41,2% de los que se alojaron en albergues son de esa generación) y tras ellos las viviendas de alquiler (14,4%).

En cambio, vemos un comportamiento más similar entre los pertenecientes a las generaciones X (entre 40 y 55 años) y Millennials (entre 26 y 39 años) aunque presentan algunas diferencias. Mientras que los X eligen en primer lugar alojamientos rurales (47,5%) y campings (45,6%), los Millennials demandan también los campings (37,6%) y los apartamentos turísticos (32,0%).

Analizando el sexo del viajero también encontramos preferencias distintas por dónde hospedarse. Los hombres presentan una mayor tendencia a elegir alojamientos del tipo hotel (54,3%), pensiones y hostales (59,0%) y albergues y hostels (54,4%). En cambio, las mujeres son más propensas a escoger apartamentos turísticos (52,7%) y campings (58,0%) para sus vacaciones. Donde menos diferencias encontramos es en los alojamientos rurales, con un comportamiento parecido entre ambos aunque con una leve preferencia por parte de las mujeres (50,3%).

Otra de las conclusiones a la que llega BRAINTRUST a raíz de su último Barómetro Turístico, es que también hay diferencias de comportamiento a la hora de elegir dónde alojarse en función del tipo de viaje del que se trate.

Para los turistas que deciden viajar a destinos de naturaleza, los alojamientos más demandados son el rural (62,9%), los campings (45,6%), así como los albergues y hostels (36,6%). Cuando las escapadas se hacen a las playas se eligen también los campings (42,5%), hoteles (38,9%) pero sobre todo los apartamentos y viviendas de alquiler (58,1%). Para los que deciden hacer escapadas de tipo cultural, las preferencias de hospedaje son las pensiones y hostales (38,4%) y hoteles (33,4%). Tanto para el turismo deportivo como el de motivos religiosos se eligen los albergues y hostels (32,6% y 8,6%) así como las pensiones y hostales (14,5% y 3,6%). Mientras que para los destinos gastronómicos se demandan pensiones y hostales (5,6%), para el turismo termal y de bienestar los hoteles (4,6%) y para el turismo de compras tanto las pensiones (1,6%) como los hoteles (0,9%).

Esta relación también nos indica qué tipo de alojamientos se verán menos afectados frente a otros más relacionados con destinos que a causa de la crisis del COVID-19 serán menos demandados. Los viajes en entornos naturales serán de los primeros en repuntar este verano gracias a que ofrecen la posibilidad de pasar unas vacaciones alejadas de las aglomeraciones por lo que, de nuevo, los campings, albergues y hostels y también el alojamiento de tipo rural serán otros de los establecimientos que antes podrán recuperarse tras la crisis sanitaria.

Por el lado contrario, encontramos los destinos que podrían generar a priori una menor sensación de seguridad socio-sanitaria, y que serán los que más tarde experimenten su recuperación. Nos referimos por ejemplo al turismo de sol y playa así como el de compras, muy relacionados también con los hoteles.

La diferenciación, clave para superar el impacto del COVID- 19 en los alojamientos

Los alojamientos más afectados por el COVID-19 deberán sin duda adaptarse a los nuevos tiempos y protocolos, modificando su oferta en función de las nuevas tendencias para recuperar la confianza del turista.

Según Ángel García Butragueño, co-director del Barómetro Turístico BRAINTRUST y responsable de Turismo y Ocio: “Nunca antes el sector tuvo ante sí un reto de semejantes características y una oportunidad tan grande de transformación. Va a ser necesario reinventarse, pero siempre teniendo en mente lo que quiere el consumidor y el medio/largo plazo. No cabe duda de que esta pandemia pasará, pero la transformación sectorial debe permanecer”.

Una de estas nuevas tendencias está relaciona con la tipología de establecimiento que se elige para el alojamiento durante las vacaciones. Los alojamientos Eco-Friendly son los que más adeptos ganan en los últimos años (36,6%). De hecho, en torno al 69% de los viajeros estaría dispuesto a pagar más por una estancia sostenible. También los alojamientos temáticos son cada vez más atractivos de cara al viajero (30,5%), siendo además en ambos casos las generaciones más jóvenes las que mayor interés muestran en ellos.

Por otro lado, el mundo digital y de las RRSS se convierte en estos tiempos en un gran aliado de cara a una buena publicidad de las empresas. En este sentido, el 72% de los viajeros afirma que tiene en cuenta las valoraciones que encuentra en internet sobre alojamientos, actividades y restaurantes a la hora de elegirlos para sus viajes y escapadas. Y que existe una puntuación mínima por debajo de la cual no se tiene en consideración el establecimiento.

Es clave conocer qué pueden ofrecer los alojamientos turísticos a los viajeros para adaptarse más a sus necesidades y que además les ayuden a diferenciarse del resto. El Barómetro Turístico de BRAINTRUST desvela que los aspectos que más interés generan en el huésped son los que tienen que ver con el asesoramiento y la personalización incluso por encima de la tecnología (habitaciones conectadas, contratación de servicios por App, atención al cliente por WhatsApp…). Nos referimos al asesoramiento sobre sitios y actividades locales así como de gastronomía relacionada con productos de la zona y ecológicos; en definitiva, ofrecer elementos de valor que permitan al viajero integrarse y empaparse de la cultura y las costumbres del lugar que visitan. Acuerdos con restaurantes, espectáculos, etc. que ofrezcan algún tipo descuento en precios a los viajeros y contar con espacios de ocio específicos dentro de sus instalaciones son otros de los aspectos bien percibidos por el turista.

Para José Manuel Brell, co-director del Barómetro Turístico BRAINTRUST y Socio responsable de estudios y modelos cuantitativos: “Pese a lo que pueda parecer ningún tipo de establecimiento puede cantar victoria y ninguno sentirse derrotado. Una correcta propuesta de valor, dirigida al target adecuado (en canal y forma) puede conseguir trasladar la confianza necesaria al viajero y recuperar niveles precrisis antes de lo que cabría esperar. Y parece que la personalización y la integración en la cultura y costumbres locales pueden ser claves”.

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