Al Balansí y la Coordinadora de Hostelería de los Barrios de Valencia esperan que la prueba piloto marque un punto de inflexión en la puesta en marcha de medidas para la sostenibilidad de la actividad turística, haciendo compatible la actividad hostelera con el descanso vecinal y el respeto al entorno

Los hosteleros de Russafa destacan que las terrazas sostenibles, puestas en marcha hoy en Russafa, son el ejemplo de cómo la innovación y el diálogo mejoran la convivencia ciudadana y protegen el turismo. Así lo ha expresado la presidenta de la Asociación por una Hostelería Responsable en Russafa ( Al Balansí) y de la Coordinadora de los Barrios de Valencia, Amor López, durante el acto de inauguración de en la calle Cura Femenía.
Durante su intervención, López ha destacado que esperan que esta prueba piloto, que dura cuatro meses, marque un punto de inflexión en la consolidación de un nuevo modelo para la puesta en marcha de medidas para la sostenibilidad de la actividad turística de la ciudad, haciendo compatible la actividad hostelera con el descanso vecinal y el respeto al entorno.

De hecho, ha resaltado que Russafa ha sido, en los últimos diez años, un ejemplo de transformación urbana, turística, social y cultural. Pero también “un referente en la mejora de la convivencia”.
En este sentido, ha recordado que los hosteleros han lanzado proyectos para compatibilizar la actividad económica con el bienestar del barrio, como las campañas de concienciación sobre despedidas para minimizar su impacto, la firma del código ético de buenas prácticas o la presencia de personal en las colas de los locales de ocio para evitar molestias. También ha puesto como ejemplo la participación activa con el colectivo Convivir Russafa, integrado por vecinos, comerciantes, falleros y entidades culturales.
Asimismo, ha señalado que las ecoterrazas son un paso más, que demuestra que se pueden hacer las cosas de otra manera, ya que se trata de una propuesta que responde a una necesidad y que buscar sumar y aportar soluciones viables para todos en la lucha contra la contaminación acústica.
En este contexto, ha subrayado que este proyecto “surge desde el convencimiento de que poner en marcha medidas preventivas y correctoras es una decisión que permite que la actividad económica y convivencia sean compatibles”.
Asimismo, ha recordado que se trata de una prueba piloto y de un modelo pionero que nace en una calle de Russafa, pero que aspira a que pueda adoptarse en toda Valencia y a ser un referente para otras ciudades españolas.
Por ello, ha querido agradecer expresamente a la concejala de Turismo, Paula Llobet y al concejal de Mejora Climática, Carlos Mundina, el haber creído y apostado por este proyecto, que nace a propuesta del propio sector y fruto del diálogo con el Ayuntamiento, así como a los hosteleros que han colaborado en esta iniciativa.
Por último, López ha aprovechado para lanzar un mensaje en clave de ciudad: “la hostelería enriquece los barrios tanto a nivel económico como social. Los barrios hay que cuidarlos y los hosteleros tenemos la responsabilidad de hacerlo. Y este proyecto, al igual que otros tantos que se están llevando a cabo para mejorar la convivencia en la ciudad, es una muestra de ello”.
Sobre el proyecto
Los objetivos de este proyecto piloto, que lleva el nombre de ECOTerrazas Sostenibles, son diversos. Por un lado, se pretende disminuir los niveles de ruido generados por el ocio de la zona, incorporando para ello criterios de sostenibilidad. Con ese fin, se ha instalado mobiliario y materiales sostenibles en las terrazas de los locales -9 en total- y discos y sombrillas realizadas con materiales fonoabsorbentes.
Con este ensayo se busca probar un diseño de terraza que pueda ser, a posteriori, el modelo oficial al que deberán adaptarse el resto de locales de la ciudad, siempre respondiendo a criterios de sostenibilidad y resiliencia a las condiciones climáticas y en aras de facilitar el derecho al descanso del vecindario.
El piloto también incluye una original campaña de sensibilización dirigida tanto a clientes de los locales de la calle, como al resto de ciudadanía. Para ello se utilizan recursos como el mobiliario urbano digital existente en el barrio y el de la ciudad, en el que se informa del piloto, apelando a colaborar en la disminución del ruido y la convivencia con el vecindario, así como otros materiales como peanas informativas para encima de las mesas o cartelería.
El piloto incluye también nuevas funcionalidades a los sonómetros existentes en la zona, especialmente se han instalado unas lámparas en las mesas de las terrazas que advierten a clientes y propietarios de cuando se alcanzan volúmenes más elevados.
Igualmente, la iniciativa cuenta con sesiones de formación y sensibilización, en colaboración con Controla Club y con la Policía Local de València, así como se ha digitalizado la información relativa a los permisos y licencias de los locales vía QR, la cual se ha colocado de manera visible en los locales.

