Los vinos del Celler Cataruz de la sumiller y empresaria Coqué Ruz han conseguido dos medallas en el recién Concurso de Vinos de Proava 2020. Melic, galardonado con la medalla de oro en tintos crianza por el protagonismo de su bobal y la compañía de cabernet Sauvignon y merlot tras 9 meses en barrica. Además, su blanco Extremo logra la categoría de broce.
Y es que el mundo del vino es como la música, pensamos que está ya todo inventado, y de repente surge una nueva melodía que regala nuestros oídos. Con el vino, son nuevos matices para el paladar que nos sorprenden. Y no sólo del vino pues la empresaria Coqué Ruz lleva más de 10 años abriéndose camino en un mundo algo árido para los intrusos. El camino de la pasión, el trabajo duro, y la constancia, tiene siempre su recompensa. Quien le iba a contar hace diez años que estaría en el podium con los mejores recogiendo el Oro, en una de las categorías más difíciles como es la de los tintos crianza.
El Concurso de Vinos de Proava 2020, reconocido por la Conselleria de Agricultura, se celebró el pasado 24 de julio en las instalaciones del Celler del s. XIII cumpliendo las medidas de seguridad Covid-19. Como en ediciones anteriores, se sometieron a examen, en condiciones estrictas de cata a ciegas, y llevada a cabo por los mejores profesionales del mundo del vino, los vinos de la Comunidad Valenciana. El resultado publicado en septiembre, pone en valor la diversidad, y el carácter diferenciador de nuestros caldos .Y la conclusión es que aún pueden sorprendernos.
Melic ha sido galardonado con esta medalla de oro que premia solo a los mejores, a los que tienen algo que expresar. Su coupage : Bobal como protagonista, Cabernet Sauvignon y Merlot a los flancos, es el mejor de la edición 2020 para los expertos. Criado 9 meses en barrica, como un embarazo. Y el resultado un vino equilibrado, con la tranquilidad que da la madurez, pero con la energía y la frescura de la buena genética. Un trabajo concienzudo y hecho con humildad que le ha llevado por la vía de los sentimientos a la cima.
La otra variedad en la que ha triunfado este año es , no menos peliaguda, la de las fermentaciones especiales en los blancos. Es de las menos trabajadas, quizás por falta de valor. En este caso, rezuma valor por todos los poros. Su vino Extremo, se lleva medalla de Bronce. Cuatro meses de crianza sobre lías. Una Verdejo con Viognier que no deja impávido a ninguno. El mismo expresa la lucha de variedades, como la vida misma. Es un torrente de placer para los sentidos.