Destacados cocineros, hosteleros y críticos, reivindican las recetas de las abuelas y los platos de cuchara de la cocina tradicional valenciana en la «I Mostra d’Arròs en Perol» en Silla

  • Para el turista tiene mucha importancia la cocina de la ciudad y la región que visitan, según aseguraron todos ellos.

Esta semana, la localidad de Silla, ha dado un gran paso en el meritorio propósito del rescate y la  divulgación  de esos platos de arroces tradicionales y muy valencianos, que tantas veces quedan eclipsados por la desorbitada aunque justificada fama de la paella valenciana.

Es decir, la paella sí, pero mucho más, como se ha reivindicado y explicado en la “Mostra d’Arros en perol amb anec”, (Muestra del arroz en olla con pato) que en el salón de actos del Museo de Historia y Arqueología de la ciudad ha congregado a numerosas personas y a destacados profesionales de la gastronomía valenciana y voces autorizadas. Entre ellos, primeros espadas de los fogones, junto a reconocidos representantes de la crítica y la divulgación culinaria para, entre todos,  reflexionar, opinar y debatir sobre ello, además de mostrar su apoyo a esta nueva iniciativa del ayuntamiento.

Escuchar desde su maestría y experiencia, las reflexiones, anécdotas y diferentes opiniones de dos grandes y venerados maestros de la cocina valenciana, como son Juan Carlos Galvis, primera estrella Michelín de la Comunidad Valenciana y Óscar Torrijos, también distinguido en su día con la deseada y brillante estrella, fue toda una instructiva y muy valiosa clase magistral para los más de doscientos asistentes al acto.

 También los críticos, divulgadores  y escritores de la cocina de nuestra tierra, como Juan Gayá,  Juan Lagardera y Pedro G. Mocholí, tomaron la palabra para resaltar la identidad de nuestra cocina más básica y la necesidad de darle el sitio que se merece a la cocina de las madres y las abuelas, como fue destacado por el empresario hostelero Javier de Andrés, del Grupo La Sucursal, recordando a su madre, recientemente fallecida, la gran Loles Salvador Pascual.

Arroceros reconocidos como Raul Magraner del restaurante Bonaire de El Palmar y Adolfo Cuquerella, de La Granja de Sueca, destacaron su interés en traspasar el legado de sus conocimientos adquiridos a orillas de la Albufera a las siguientes generaciones de cocineros y cocineras. 

Y por último, las nuevas generaciones de cocineros valencianos representados por Fran Espí, de La Sucursal, Talento Emergente 2022 de la Academia de la Gastronomia de la CV); Xavi Climent originario de Silla, del restaurante Va de Bo y Paco Gimeno, de El Racó de Meliana, Presidente de Tastem l’Horta, resaltaban su compromiso en transmitir la tradición desde el respeto al cliente del futuro.

Fueron varias e interesantes cosas las que quedaron unánimemente claras y en las que todos los ponentes estuvieron de acuerdo.

Una de ellas, que la cocina tradicional, las recetas y platos ancestrales con el arroz como protagonista, heredados de nuestros antepasados deben de ser mantenidos y salvados del posible olvido por la cada vez más escasa disposición a cocinar en las casas dada la falta de tiempo y en muchos casos, de ganas.  

También se afirmó, que la gastronomía de una ciudad y de una región es una de las primeras demandas del turismo que las visita, junto a los monumentos, los paisajes y las curiosidades y que el turista reacciona muy favorablemente si disfruta con la cocina del lugar, siendo Valencia una potencia gastronómica basada en los arroces.

Otra conclusión fue, que ese legado hay que transferírselo a los jóvenes cocineros profesionales  para que no se pierda nuestra cultura gastronómica surgida del pueblo, de la huerta, de los productos  para la subsistencia haciendo mucho hincapié  en el nunca suficientemente valorado y sabrosísimo “Arros en fesols i naps” de toda la vida, como ejemplo.

Fue unánime el reconocimiento a la iniciativa de esta primera “Mostra d`arros en perol amb anec” en las personas del alcalde, Vicente Zaragozá y del edil de Turismo,  Iván Cuenca como paso importante para esa tarea de salvar el recetario de nuestros ancestros.

La única mujer participante en la jornada, Mari Dolores Chardí del restaurante El Sequer (Silla), lo hacía al frente de su equipo y como broche final, guisando varias y sabrosas ollas de arroz con pato de la Albufera para participantes e invitados que dieron buena cuenta hasta el último grano.

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