Los sectores del turismo, ocio y transporte valenciano, los más afectados por la crisis tras las islas y Cataluña

  • La Cámara de Comercio de València publica el informe «Hacia una recuperación de la economía valenciana en 2021».
  • La actividad industrial valenciana se ha visto menos afectada que la media nacional.

Según se desprende del informe de coyuntura publicado por la Cámara de Comercio de València, las restricciones derivadas del confinamiento han tenido un doble efecto: por un lado una caída de la demanda interna (de bienes y servicios) con especial incidencia en el sector turismo y ocio (por las restricciones al movimiento) y por el lado de la oferta, una la paralización de la producción y/o de las cadenas de suministro internacionales.

Según la Airef (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal), la Comunidad Valencia ha sido una de las regiones con una mayor caída del PIB en el segundo trimestre de 2020: un -25%, frente al -22% de la media española. El elevado peso del turismo (especialmente el turismo extranjero) y la hostelería, así como de la industria manufacturera de bienes de consumo explica buena parte de esta caída mas intensa en la región valenciana.

Los diferentes indicadores apuntan una recuperación gradual a lo largo del tercer trimestre, pero más lenta de lo esperado debido a la aparición de rebrotes en los contagios y la imposición de nuevas restricciones. Esta recuperación, además, está siendo desigual tanto por sectores económicos (todas las relacionadas con el turismo, ocio o consumo social siguen muy afectadas) como por empresas (dependiendo de su tamaño, recursos financieros, resiliencia o gestión de sus RRHH). No obstante, la Airef prevé que el PIB avanzará un 15% en el tercer trimestre con respecto al segundo trimestre de 2020.

El mayor retroceso del PIB se ha visto reflejado en el mercado laboral
• entre los meses de marzo y agosto el número de parados se ha incrementado un 20,3% (si bien la mayor parte del aumento se ha concentrado en los meses de marzo y abril)
• el número de afiliados a la Seguridad Social se ha reducido un 4,1%.
• Ambas tasas son mas elevadas que las registradas en el conjunto de la media española.

Este mayor deterioro del mercado laboral valenciano se produce por la propia especialización productiva de la economía valenciana (con un elevado peso actividades intensivas en mano de obra) y del mayor peso de los colectivos vulnerables (trabajadores con contrato temporal y menos formados).

• Entre los meses de marzo y abril el paro registrado aumentó en todos los sectores, pero especialmente en la construcción (40%). En servicios e industria el aumento fue del 20%, suavizado por la utilización de los ERTE.

• Tras alcanzar el paro registrado en junio el nivel máximo, en julio y agosto se produce un descenso moderado y progresivo. Con el proceso de desescalada y reactivación, las empresas de industria y servicios han procedido a sacar trabajadores del ERTE (3 de cada cuatro trabajadores en ERTE ha salido del mismo), pero también estos sectores registran descensos del desempleo. El paro en la construcción también se reduce (-4% desde el máximo de abril). Por el contrario, el desempleo en el sector agrario y entre los que buscan su primer empleo o el desempleo de larga duración aumenta considerablemente (17% y 38% respectivamente) en los últimos meses.

La clave de su evolución en el último trimestre del año se encuentra en que va a pasar a partir de octubre con todos aquellos trabajadores que aún se hallan en ERTE (a finales de agosto aún hay 67.347 trabajadores, aunque solo supone una cuarta parte del máximo alcanzado a finales de mayo) , especialmente los pertenecientes a las actividades más afectados por el colapso del turismo: alojamientos turísticos, hostelería, transporte y ocio. La evolución del último trimestre va a ser decisivo para el proceso de recuperación económica, por su incidencia en el comportamiento en la confianza de los consumidores y la evolución de la demanda interna.

El sector del turismo y ocio y el de transporte, los más afectados por el crisis en la Comunidad Valenciana y con una reactivación más lenta

El sector turístico y la hostelería es el más golpeado por la crisis, con inciertas perspectivas para los próximos meses

Del conjunto de actividades del sector servicios, el sector de la restauración y hostelería ha sido la que ha registrado el mayor retroceso en el conjunto del primer semestre del año.

Los datos estadísticos ponen claramente de manifiesto el alcance del impacto del Covid-19 en el sector turístico valenciano, uno de los más afectados después de las regiones insulares y Cataluña. El número de visitantes extranjeros, los viajeros y pernoctaciones en establecimientos hoteleros y en apartamentos, o el transporte aéreo de viajeros, retroceden hasta el mes de julio prácticamente un 70% respecto al año anterior.

De los datos del mes de julio en la Comunidad Valenciana, extrapolables, seguramente al mes de agosto, se deduce que:
• El turismo nacional (algo más de la mitad que el año anterior) ha sido el predominante de la temporada estival de 2020.
• El turismo extranjero es el más afectado, con un retroceso del 83%
• La duración media del viaje se reduce (un dia de media)
• Retroceso del gasto medio del turista extranjero: -9% en julio (-17% en España)

La evolución de la pandemia en los meses de julio y agosto, la imposición de nuevas restricciones al ocio, la falta de visitantes extranjeros por el deterioro de la imagen de España como destino turístico y la inexistencia de viajes de la tercera edad, son los principales factores que están obligando a cerrar anticipadamente la temporada turística a principios de septiembre y a generar mayor incertidumbre a corto plazo. De no tomarse medidas específicas que reactiven la demanda, en el último trimestre del año se registrará un aumento del cierre definitivo de empresas en el sector de restauración, alojamiento, ocio y actividades ligadas al turismo.

Reactivación muy moderada del sector de sector del transporte

El transporte de viajeros ha sido otro de los grandes damnificados de las medidas de confinamiento y las restricciones de movilidad derivadas de la pandemia. Los retrocesos son similares en la Comunidad Valenciana y la media española:

• En junio, el transporte urbano de viajeros retrocede un 57% anual
• En julio, el transporte aéreo de viajeros retrocedía hasta un 73%.
En cuanto al transporte de mercancías, el fin del confinamiento y la reactivación de la economía se reflejan en una caída interanual menor mes a mes. Comportamiento que se observa mejor en el transporte aéreo (un -10% en julio, frente al -50% de mayo), que en el transporte marítimo, donde la mejora no es tan acusada (-16% en julio, frene al -19% en mayo)..

La industria, la distribución comercial y la construcción, los sectores productivos con mayor reactivación tras el confinamiento, pero con desigualdades.

La actividad industrial valenciana se ha visto menos afectada que la media nacional

La actividad industrial de la Comunidad Valenciana, medida por el índice de producción industrial del INE, registra un retroceso medio en el primer semestre del año del 11%, frente al casi el 15% de la media española. El dato de junio apunta además una recuperación algo mas intensa en la Comunidad Valenciana.

Recuperación que se habría prolongado en julio y agosto tal y como refleja la evolución del empleo, con un aumento del 2,4% de los afiliados a la seguridad social en la industria en junio y julio (a lo que habría que sumar la recuperación de trabajadores en ERTE), y también un descenso del -2,8% del número de parados registrados hasta agosto.

Esta caída menos intensa ha sido posible gracias a la mayor diversificación de la estructura industrial en la Comunidad Valenciana, y a que una de las ramas de mayor peso, la agroalimentaria, ha experimentado un comportamiento positivo.

También destaca el mejor comportamiento de la producción de la industria de material y equipamiento informático y eléctrico, maquinaria, papel y algunas ramas de la industria química.

Por el contrario, el estancamiento de la demanda de consumo y de las decisiones de inversión–tanto nacional como internacional- ha provocado un notable descenso del ritmo de producción de la industria de confección, calzado, mueble, manufacturas de consumo, automóvil y algunos de bienes de equipo.

El ritmo de recuperación de la demanda de consumo y de la confianza entre el empresariado en los próximos meses, marcarán la reactivación de las ramas industriales valencianas más afectadas por la crisis actual.

Asimismo, los mercados exteriores vuelven a convertirse en un trampolín para la industria valenciana.

Los mercados exteriores mejoran en julio y agosto tras la caída del segundo trimestre

En el segundo trimestre, la paralización de la producción a nivel nacional y en prácticamente el resto del mundo, se tradujo en una caída interanual de las exportaciones del 27%, tanto en la Comunidad Valenciana como en España.

Los peores meses para las exportaciones valencianas fueron abril (-39%) y mayo (-30%), mientras que el mes de junio registró una caída mucho menos acusada (-10%).

Si bien, el retroceso de las ventas en el exterior en este período ha sido general, cabe destacar el buen comportamiento de los productos agroalimentarios (con un aumento del 2,2%) y de la reactivación en junio de los mercados europeos.

Los datos de certificados de origen de julio y agosto muestran una continuación de la tendencia observada en junio: una caída cada vez menos intensa (-20% en julio y -14% en agosto), si bien de estos datos cabe deducir que la recuperación de los mercados exteriores está siendo más lenta en los mercados no europeos, que en los mercados de la Unión Europea.

Se reactiva la construcción residencial tras el confinamiento

La actividad constructora en la Comunidad Valenciana ha mostrado un mejor comportamiento (o por lo menos una caída menos intensa) que la media española. Algunos indicadores así lo muestran:
• Las viviendas visadas registraban un retroceso del 8% hasta mayo, frente al retroceso del 30% en España.
• Asimismo el paro registrado muestra un positivo comportamiento desde junio, mejorando incluso la evolución registrada en 2019.
• En la primera mitad del año, la licitación oficial en la CV retrocede un 31%, inferior a la del conjunto de España (-49%),

En general, se observa que la construcción residencial y la rehabilitación han recuperado parcialmente la actividad previa a la crisis. No así la obra pública, tal y como refleja la caída de la licitación oficial. Las perspectivas apuntan que, a medio y largo plazo, la inversión pública se va a ver negativamente afectada por el déficit público creciente y las necesidades de ajustes y recortes en los próximos años (siendo tradicionalmente esta partida una de las más afectadas por los mismos).

La desaceleración del crecimiento de los precios de la vivienda se acentuará en los próximos meses, sobre todo en la vivienda de segunda mano, como consecuencia de la menor demanda de vivienda –tanto nacional como extranjera-, aumento de la oferta y relajación de las tensiones en el mercado del alquiler.

La notable recuperación de la actividad comercial se frena en el período estival

Los datos del Índice de Comercio Minorista ponen de manifiesto que los peores meses fueron abril y mayo, aunque con caída algo menos intensas en la Comunidad Valenciana que la media española.

En junio, la recuperación de la actividad fue notable, alcanzando niveles similares a los de un año antes. Sin embargo, esta recuperación ha sido muy desigual dentro del sector, con ramas que han evolucionado bien (equipamiento de hogar, alimentación, elementos de transporte, …) y las que su recuperación ha sido muy limitada (moda, cosmética, centros comerciales, …)

Asimismo, en julio, el temor a los rebrotes y la baja actividad turística se ha traducido en un nuevo retroceso, del 3,4% anual. El efecto sobre el empleo es, hasta julio, menos negativo en la Comunidad Valenciana (-3,0%) que en el conjunto de España (-3,5%).

El sistema financiero ha sido clave para dotar de oxígeno a las pymes valencianas

El sistema financiero ha jugado y juega un papel clave en la actual crisis económica, dado que constituye el instrumento para dotar de liquidez y oxígeno a las empresas valencianas y ayudarlas en el proceso de recuperación (a través de las líneas ICO, moratorias, etc….).
Situación que, al mismo tiempo, le está generando vulnerabilidades y caídas de rentabilidad, en un contexto de tipos de interés negativos y morosidad al alza.

En el ámbito de la Comunidad Valenciana, la futura fusión entre Caixabank y Bankia -una operación dirigida a reducir costes y ganar rentabilidad- y la posible consolidación como sede de la entidad resultante en Valencia, favorecerá, sin duda, la actividad financiera en la Comunidad Valenciana.

La reactivación económica valenciana vendrá liderada por los servicios no turísticos, la actividad industrial, el sector exterior y la construcción residencial.

Según las previsiones regionalizadas realizadas por Hispalink, la economía de la Comunidad Valenciana registrará en 2021 un crecimiento del 9%, superando el 7% previsto para el conjunto de la economía española.

No obstante, la intensidad de esta reactivación económica va a venir condicionada por la evolución de la pandemia en los próximos meses –y la consecución de la vacuna- y las medidas que adopten la diferentes Administraciones Públicas para impulsar el consumo y que generen la confianza necesaria, dentro y fuera de España, que impulse las decisiones de inversión y de nuevos proyectos.

La reactivación en el último trimestre de 2020 y en 2021 va a venir liderada en la Comunidad Valenciana por:

 La industria manufacturera: sobre todo, por la recuperación de las ramas industriales que más ha sufrido la caída de la demanda en 2020 (manufacturas de consumo y bienes intermedios), impulsada no sólo por la progresiva recuperación del consumo sino también por la de los mercados exteriores.
 Al igual que ya sucedió en la anterior crisis, los mercados exteriores, y especialmente el mercado europeo, volverá a ser el motor de la recuperación económica valenciana. Su evolución va a venir marcada a corto plazo por la incertidumbre generada por la evolución internacional de la pandemia y la disponibilidad de la vacuna, el Brexit o los resultados de las elecciones norteamericanas.

La Comunidad Valenciana cuenta con más de 7.800 empresas exportadoras regulares que exportan el 93% del total, cuyo número han ido creciendo paulatinamente durante la última década. Su mayor tamaño, competitividad y solvencia les ha permitido ser mas resilientes en esta crisis. Así, el número de empresas exportadoras regulares se ha reducido un 4,2% el primer semestre de 2020 (7.017 empresas), frente al descenso del 8,8% de las no regulares.

 La construcción residencial, incluida la rehabilitación, mientras que la obra pública va a verse ralentizada.
 Los servicios no turísticos, especialmente la distribución comercial y los servicios profesionales, telecomunicaciones y transportes de viajeros.

El turismo registrará sin duda una progresiva recuperación con respecto a las negativas cifras registradas en 2020, aunque no se espera alcanzar los niveles de 2019 hasta dentro de dos o tres años. El sector deberá de aprovechar este período para llevar a cabo una reestructuración, modernización y digitalización que le haga más competitivo frente a otros destinos turísticos del Mediterráneo (los competidores mas directos).


Para que esa esperada recuperación económica se consolide a largo plazo es necesario:

  1. Apoyo a la exportación: tanto de bienes como de servicios y tanto en valor como en número de empresas exportadoras regulares. Al igual que en la anterior crisis, la exportación de bienes y servicios constituirá el motor de la reactivación.
  2. Mejora de la imagen de España en el exterior, de cara a recuperar cuanto antes al turista y al inversor extranjero.
  3. Medidas que ayuden al sostenimiento del tejido empresarial, sobre todo en los sectores productivos más afectados por esta crisis.
  4. Elevar la eficiencia del gasto público y reducir las trabas administrativas en todos los niveles de las Administraciones Públicas –especialmente las relacionadas con la concesión de licencias de actividad y de obra-.
  5. Ser capaces de aprovechar al máximo las ayudas europeas del plan Next Generatión EU. Ayudas que no llegaran hasta la segunda mitad de 2021, pero que serán clave para modernizar nuestra economía, dotarla de mayor productividad y recortar la estructuralmente elevada tasa de paro. Ello pasa por conseguir empresas mas digitales, mas sostenibles y mas internacionalizadas.
  6. Aumentar la colaboración público-privada en ámbitos tan estratégicos como son las infraestructuras, sanidad, educación, logística, o asistencia social. Ante un déficit público que se situará por encima del 10% del PIB en 2020, se hace necesario buscar alternativas de recursos e instrumentos que permitan financiar inversiones con efectos positivos a medio y largo plazo sobre la competitividad de la economía valenciana.

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