Cajamar analiza las demandas del consumidor como motor de la innovación agroalimentaria

La innovación agroalimentaria gira en torno a las nuevas demandas del consumidor. Sobre ello se ha debatido en la Jornada de Puertas Abiertas celebrada en el Centro de Experiencias de Cajamar en Paiporta. Además, los asistentes al evento han podido conocer las más de 250 variedades de frutas y hortalizas en las que están trabajando los técnicos de este centro, visitar la finca e interesarse por los proyectos y experiencias que están en marcha, en colaboración con empresas e instituciones del sector agroalimentario.

 El director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar, Roberto García Torrente, ha destacado la importancia de conocer las demandas del consumidor en materia de alimentación, para así adaptar las producciones y darles una respuesta adecuada. “Entre las líneas que están más de actualidad nos encontramos la preocupación por la sostenibilidad, el aumento de la demanda de productos ecológicos, el interés por mejorar la salud y la búsqueda de nuevas experiencias”, ha señalado al respecto.

En este escenario, los profesionales del sector gastronómico, los nutricionistas y los agentes vinculados a la distribución agroalimentaria tienen un papel clave en la divulgación de nuevos productos y en la generación de opinión sobre los modelos de consumo de alimentos. Sobre este hecho han reflexionado María Cortes Sánchez Mata y Patricia Morales Gómez, profesoras del Departamento de Nutrición y Ciencia de los Alimentos de la Universidad Complutense de Madrid, en su charla ‘Las frutas y hortalizas, aliadas para una alimentación saludable’. Ambas han coincidido en señalar la importancia de un mayor consumo de productos agroalimentarios para la consecución de una dieta equilibrada que favorezca nuestra salud.

Otros expertos que han hablado sobre el bienestar como motor de innovación en el sector agroalimentario han sido Regina Monsalve, de la empresa de procesados saludables Ecologicval; Alejando García Llinares, administrador del restaurante Casa Montaña; Félix Segarra, de Cuinatur Comedores Escolares; Rafael López, del CTIC CITA, Centro Tecnológico Agroalimentario; y Begonya Puig García, técnica de Calidad de Consum. Todos ellos han coincidido en resaltar la importancia de potenciar una alimentación saludable para estimular la mejora de la calidad como la satisfacción del consumidor.

Entre las variedades presentadas este año en el Centro de Cajamar destacan las especialidades llamativas y con sabor, que pretenden provocar al consumidor y llamar su atención. Es el caso de los tomates amarillos mini o los pimientos ‘sweet bite’ pequeños y dulces. También se ha trabajado en productos picantes, como es el caso de las guindillas, cuya demanda ha crecido debido a la emigración procedente de Sudamérica y el Norte de África.

 La sostenibilidad es una de las premisas que se tiene más en cuenta en las líneas de investigación agraria actuales: ser eficientes y sostenibles al mismo tiempo, sin contaminar ni derrochar agua. Para ello están en marcha varios proyectos de investigación, como es el caso de las plantas biocidas, que producen sustancias naturales idóneas para mejorar el suelo y reducir la presencia de enfermedades. Estas plantas se trituran y se incorporan al suelo, de manera que éste se considera como un ente vivo que interactúa con el sistema, jugando a favor de los cultivos.

 También se están realizando varios proyectos con empresas de fertilizantes y abonos, como la búsqueda de nuevas fuentes de fósforo o los abonos de liberación lenta, que no contaminen con nitratos los acuíferos.

 Este es el tercer año de trabajo en el proyecto europeo TomGem. En las investigaciones realizadas en el centro de Paiporta se está avanzando en el estudio de los genes que dan una mayor resistencia al cultivo del tomate en temperaturas altas, cuando el polen pierde fertilidad.

En cuanto a los cultivos hidropónicos se ha expuesto una curiosa muestra de lechugas, entre las que cabe destacar una que ofrece hojas con forma de hamburguesa, con interesantes aplicaciones en el sector gastronómico. Dicha hoja de lechuga también puede servir de envoltorio para otro tipo de productos, como una ensaladilla rusa.

Las cubiertas vegetales que posibilitan un mayor control biológico y que evitan un uso intensivo de insecticidas son otra interesante línea de investigación. Es el caso de la paja de arroz, cuya quema es molesta. Si se esparce por el suelo retiene la humedad, evita las malas hierbas y se va convirtiendo progresivamente en materia orgánica. Ello permite mejorar el suelo y mantenerlo vivo, reduciendo las emisiones de CO2.

 Entre los ‘supercultivos’ con que se está trabajando destaca la moringa, debido a sus valiosas propiedades nutricionales y energéticas. La moringa es rica en proteínas y vitaminas C y A. También se  trabaja con la estevia como edulcorante natural. Ambos casos se pueden aplicar en el procesado de alimentos, aprovechándose para la fabricación de galletas y magdalenas, haciendo más saludable el sector de la bollería industrial.

 En lo referente al cultivo del caqui, se está trabajando en otras variedades que no sea la ‘Rojo brillante’, la más producida con diferencia, ya que depender de una sola variedad no es aconsejable. Dicha variedad debe pasar por un proceso para eliminar la astringencia, por lo que las nuevas líneas de investigación se realizan con otras variedades no astringentes.

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