La Semana Santa de 2020 será recordada por ser diferente. Estar en casa no nos impide seguir disfrutando y viajando desde casa, conociendo culturas tan diferentes e impresionantes como la jordana. Explorar este país es hacer un repaso por la historia y, por supuesto, por la historia cristiana. Hasta 34 enclaves bíblicos del Antiguo y Nuevo Testamento se encuentran en territorio jordano. Aprovechando la cuarentena y que nos encontramos inmersos de lleno en la semana más religiosa del año, os presentamos un recorrido, desde casa, por estos místicos lugares del Reino Hachemita de Jordania. Porque sí, Jordania también es Tierra Santa. ¿Te animas a descubrirlo?.
Comenzamos en Amán, la capital jordana. Sus alrededores se mencionan en la Biblia como Ammon o el reino amonita, célebre por sus aguas termales y por la Ciudadela. En esta ciudad se sitúa la historia bíblica de David y Goliat (Urías, el Hitita). Las imponentes fortificaciones, donde David, un ancestro de Jesús, dio muerte a Urías para poder casarse con su viuda Betsabé, todavía siguen en pie.
Mádaba, la popular ciudad de los mosaicos es el siguiente punto religioso más cercano desde la capital. Situada a 45 minutos en coche desde Amán, se encuentra la iglesia ortodoxa de San Jorge y el impresionante mapa de Jerusalén y Tierra Santa, un mosaico del siglo VI que cubre todo el suelo de la iglesia. En su momento, esta obra de arte llegó a ocupar 94 m2, componiéndose de dos millones de teselas de piedra local de vivos colorar que escenifican las diversas colinas, valles y pueblos del delta del Nilo. Además de este célebre mosaico, es posible encontrar cientos de ellos de los siglos del V al VII, repartidos por todas las iglesias y edificios de Mádaba.
Nuestra siguiente parada se sitúa a tan solo 12,5 km de Mádaba. Se trata del Monte Nebo, uno de los lugares más venerados por la religión. Desde aquí, Moisés divisó la Tierra Prometida, a la que nunca entraría, donde murió y fue enterrado, aunque el emplazamiento de la tumba se desconoce. Situarse en su punto más alto, es recorrer la historia de la Biblia de un vistazo: puede contemplarse la inmensidad el paisaje del valle del Jordán, el Mar Muerto, y al oeste, Belén, las cúpulas de Jerusalén y el oasis de Jericó. La zona cuentas con el Memorial de Moisés, una basílica construida en el siglo IV con el célebre monumento de la serpiente enrocada en la cruz, que simboliza la serpiente de bronce que llevó a Moisés por el desierto y la cruz en la que Jesús murió crucificado.
Dejamos atrás el Monte Nebo, para dirigirnos a Betania de Transjordania, declarado Patrimonio de la Humanidad en 2015 y un enclave muy importante para la peregrinación cristiana. Según recoge la Biblia, Jesús fue bautizado aquí, Juan Bautista predicó y bautizó en esta zona y recientes descubrimientos arqueológicos parecen indicar que fue uno de los primeros lugares de oración cristianos de todo el mundo. En Betania se ubica también la cueva en la que vivió Juan Bautista según numerosos textos de peregrinos bizantinos. Ésta se reconvirtió en iglesia y hoy puede verse un pequeño canal de agua emanando de la cueva y que se cree que San Juan utilizaba para bautizar.
Para finalizar, llegamos a la última parada obligatoria en nuestro viaje por Tierra Santa en Jordania. El Camino de los Reyes, la carretera de más de 5.000 años de historia que transcurre de norte a sur, desde Amán hasta Petra, es el recorrido que atravesó el pueblo judío guiado por Moisés hasta llegar a la Tierra Prometida. Sus 335 kilómetros son un completo viaje por el patrimonio histórico y monumental de Jordania, con enclaves arqueológicos que van desde monumentos prehistóricos de la Edad de Piedra y poblados bíblicos de los reinos de Ammon, Moab y Edom, hasta castillos cruzados, templos nabateos, fortalezas romanas o antiguas ciudades islámicas.
Si quieres completar la visita a Tierra Santa jordana, puedes descubrir Anjara, la iglesia de la Virgen de la Montaña; una cueva venerada como el lugar donde Jesús y su madre María hacían parada en sus viajes entre el mar de Galilea, las ciudades de la Decápolis, Betania de Transjordania y Jerusalén. Y también Umm Qays, la antigua ciudad de la Decápolis de Gadara, con sus espectaculares vistas panorámicas sobre el mar de Galilea, es el lugar en el que Jesús hizo el milagro del endemoniado de Gadara.
Como ves, el amplio legado histórico y cultural del país hacen de Jordania un lugar imprescindible de peregrinaje para la fe cristiana, a lo que hay que sumar por supuesto sus paisajes y monumentos, de los más espectaculares del mundo. Si bien no es el momento de viajar, podemos seguir recorriendo desde nuestra casa históricos lugares que han marcado la evolución de la sociedad tal y como la conocemos hoy en día.