En un contexto en el que el crecimiento económico mundial se estima que se mantendrá por encima del 3% durante los próximos años, y donde las economías avanzadas, incluida España, ralentizarán su crecimiento con ritmos por debajo del 2%, pero donde el número de turistas aumentará casi un 50% en la próxima década y en el que el turismo urbano sigue creciendo, el Grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad tiene una gran oportunidad por delante, aunque requiere de cierta transformación en su forma de abordar el mercado.
El número de viajeros que han visitado estas 15 ciudades ha aumentado notablemente en el periodo 2.014-2.018, con un crecimiento del 10%, aunque muestra un ligero agotamiento en el último año. Esta cifra sigue caracterizada por una cuota importante de extranjeros, que se sitúa en 2018 en niveles del 38%, aunque disminuyendo un 5% frente a 2017.
Sin embargo, el número medio de pernoctaciones por viajero crece sobre los últimos años y en concreto lo hace en un 3% frente a 2017, ubicándose en 1,84, creciendo por encima del conjunto de puntos de interés turístico españoles, y de otras ciudades de similares características, fruto del esfuerzo de atraer turistas de mayor calidad.
La oferta hotelera se mantiene prácticamente estable, y gracias al incremento de la estancia media, los niveles en la tasa de ocupación logran no decrecer frente al año anterior, situándose en cabeza en los períodos de fin de semana frente al resto de ciudades analizadas en España
Este ratio de ocupación podría haber sido mayor, de no haber sido por el crecimiento continuado de las viviendas turísticas, que el en GCPHE aparece ya con fuerza, especialmente en algunas ciudades, con ratios entre 4 y 10 veces superiores a la oferta hotelera, y que es un fenómeno que ha venido para quedarse, y que requiere de atención y regulación.
Analizando en su conjunto todos los datos, el “Indice de Sostenibilidad” de GCPHE (que relaciona la oferta con la demanda), se sitúa en niveles razonables con cierto recorrido de mejora debido a la ralentización de la demanda.
En este Observatorio de GCPHE 2019, además se ha realizado un trabajo adicional de conocimiento del viajero en las 15 ciudades integrantes, que identifica el Patrimonio como elemento fundamental de atracción con un 86%, que necesita ser acompañado de una oferta experiencial personalizada para cada tipo de viajero que permita aumentar la recurrencia, cifrada en un 43%, viajeros que declaran que volverían a la ciudad en un 98% de los casos, y en cuya estancia gastan 111 euros por persona y día si pernocta y 62 euros por persona y día si no pernocta.
Aparecen retos importantes, no exclusivos de GCPHE, sino que son atribuibles al modelo turístico actual, tales como la saturación, la seguridad, la estacionalidad, las viviendas turísticas o las infraestructuras entre otros, aspectos que convienen ser analizados en detalle y abordados por todos los actores de la industria junto a las instituciones públicas correspondientes, de cara a mejorar un modelo turístico sostenible.
A la vista de los resultados, las principales conclusiones del estudio son:
• Mejora de la calidad en el tipo de viajero y por tanto de su estancia y gasto en destino.
• Freno en el crecimiento de viajeros, incluyendo la cuota de extranjeros, que ante un leve crecimiento de la oferta (en especial la no reglada), puede suponer algún reto adicional en el futuro.
• Es fundamental explotar los datos disponibles de forma inteligente para lograr un mayor conocimiento del viajero, y en consecuencia, personalizar la oferta al turista, y seguir haciendo crecer la recurrencia y el gasto en destino.
• Los retos que surgen no son exclusivos de GCPHE sino del turismo en su conjunto, y deben ser abordados sin dilación de forma segmentada para detectar soluciones óptimas que despejen las barreras encontradas.
• Ante la previsible ralentización de la economía y el aumento de la competencia de otros mercados, el Grupo debe ampliar su oferta con elementos adicionales al patrimonio y la cultura, aspectos que un nuevo tipo de viajero busca y tiene en cuenta a la hora de seleccionar el destino.
• La coordinación entre los actores locales y entre el sector privado y público ya no es una recomendación sino una obligación con la meta puesta en construir un modelo de turismo sostenible, en línea con los objetivos de la Secretaría de Estado de Turismo de España.
En definitiva para seguir mejorando los resultados, parece aconsejable seguir progresando con planes que no sean cortoplacistas, sino a medio y largo plazo, devolviendo los beneficios a la sociedad local, en un grupo donde la mayoría de las ciudades tienen al turismo como uno de los ejes vertebradores de su actividad económica.
Y sólo con una marca de la potencia de GCPHE y el sello de la UNESCO, y las sinergias que para las ciudades del Grupo supone pertenecer al mismo, y de la mano de Turespaña, será capaz de abordar con éxito los retos que se presentan y aprovechan la magnífica oportunidad que aparece en el horizonte.