- Uno de los mayores atractivos turísticos de Madeira es su exuberante vegetación, que la convierte en uno de los destinos de naturaleza por excelencia para una escapada a poca distancia.
- Turismo de Madeira propone un recorrido por sus rincones naturales más representativos junto con sus jardines y parques para descubrir el “corazón verde” de la isla.
- Y todo ello a poco más de dos horas desde España con el vuelo directo que comenzó a operar Iberia el pasado 1 de mayo.
Si por algo es conocido y reconocido el archipiélago de Madeira es por su exuberante y variada naturaleza, que combina las características tropicales con las mediterráneas, originando un mosaico vegetal diversificado, rico en formas mágicas y lleno de color, ideal para incluirlo como una parte más del viaje al destino insular atlántico. A continuación, se propone un recorrido por algunos de los rincones que mejor representan esta otra cara (y corazón) de la isla.
Bosque de Laurisilva de Madeira
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999, se trata de uno de los ecosistemas naturales más importantes y característicos del archipiélago de Madeira. El principal rasgo de este bosque húmedo subtropical, además de contar con la casi totalidad de su hábitat en el Parque Natural de Madeira con el estatuto máximo de Reserva Integral, es su variada vegetación, que lo convierte en único para disfrutar de su belleza en primera persona. Su flora incluye diversas especies como el tilo, el laurel, el viñátigo o el palo blanco, musgos, brezos, la denominada “uva del monte” o el acebiño de Madeira, sin olvidar otras plantas herbáceas como los cerrajones, retamas, el alhelí, el agracejo o la orquídea de Madeira, única en el mundo. En cuanto a la fauna, destacan las aves como la paloma torcaz -especie endémica exclusiva de la Isla de Madeira- el petrel, el pinzón o el cernícalo. El bosque también conserva una caldera volcánica que se considera una reserva de paz y tranquilidad.
Parque Natural de Madeira
Creado en 1982 y clasificado como Reserva Biogenética donde encontrar especies de flora y fauna únicas, se trata de un parque que ocupa 2/3 de la isla de Madeira con definidas reservas naturales integrales y parciales, paisajes protegidos y zonas de recreo. También Incluye el macizo montañoso oriental, en el que destaca el pico Ruivo, y el macizo montañoso occidental, con la extensa planicie de Paúl da Serra. De los 700 a los 1300 metros de altitud en el sur de la isla y a partir de los 200 metros en el norte se concentra la mayor área de Bosque Laurisilva de la Macaronesia.
En el límite inferior del Bosque de Laurisilva están situados los campos agrícolas, con sus característicos poios (terrazas de cultivo típicas de Madeira), regados a través de las levadas o canales. En el extremo este de la isla, surge la Ponta de São Lourenço, una península con cerca de 328 hectáreas y una altitud media de 100 metros. El paisaje es bastante distinto, más llano y árido, prácticamente desprovisto de árboles, pero con varias plantas endémicas. En la
parte oeste del Parque Natural, el territorio comprende actividades agrícolas y pecuarias tradicionales que dan un valor especial y rural al paisaje.
Reserva de la Biosfera – Santana
El municipio de Santana, ubicado en el norte de la isla de Madeira, fue reconocido en 2011 por la UNESCO con la distinción de «Reserva de la Biosfera», destacando la riqueza de un ecosistema que trata de conciliar la conservación de la biodiversidad y su uso sostenible. Esta reserva incluye un componente terrestre, correspondiente a toda la superficie del municipio de Santana y también un componente marino, el cual presenta una gran diversidad natural, paisajística, ambiental y cultural. La diversidad natural se manifiesta por una gran variedad de flora y fauna endémica, además de vegetación de altitud y ecosistemas marinos.
Parques y Jardines: La naturaleza de Madeira hecha forma
Madeira es también conocida por sus parques y jardines, muy apreciados por el visitante, que pueden mantenerse llenos de flores, plantas y color gracias al clima subtropical. No solamente en la capital de la isla, Funchal, sino en otras casas de campo que brindan una bella estampa del destino con vegetación y áreas exclusivas para diferentes públicos y actividades. Por poner algunos ejemplos, destacan las 16 especies diferentes de palmeras del Jardim da Ajuda; la belleza del Parque Santa Catarina con sus vistas a la bahía de Funchal y la capilla dedicada a la santa; el Jardim de Santa Luzia, Mención de honor – Premio Nacional de Arquitectura del Paisaje, en la categoría de Espacios al aire libre para uso público; el Jardim Quinta Magnólia, que también cuenta con una galería de arte; las más de 2.000 plantas exóticas del Jardin Botánico de Madeira; la flora del Jardín Municipal de Funchal o el Jardín Tropical Monte Palace, con más de 10.000 especies. Todos ellos pueden sorprender a todos, recreados como un pequeño paraíso en la isla.