- La K-Week acogió a más de 2.500 personas que se acercaron a disfrutar del festival en el Palacio de Neptuno
- Con el aforo completo durante los dos días del festival, la K-Week acerca la cultura coreana, sus tradiciones y arte milenario a nuestro país por segundo año consecutivo
La segunda edición del festival K-Week en Madrid finaliza con una exitosa convocatoria, contando con una participación de más de 2.500 personas que se acercaron hasta el Palacio de Neptuno para disfrutar del festival. Con entrada libre y gratuita para todos los públicos, la K-Week ha acercado a sus visitantes todos los atractivos culturales, artísticos y gastronómicos del Corea del Sur.
Impulsada por el Ministerio de la Cultura, Deportes y Turismo coreano y la Organización Nacional de Turismo de Corea, la K-Week ha acortado la distancia entre Corea y España. Con la amplia variedad de juegos tradicionales típicos, artesanías milenarias, y tradiciones los participantes han podido descubrir in situ la cultura y tradición milenarias de Corea, que se han entremezclado durante esta semana con la modernidad del siglo XXI a través de espectáculos de bailes de música K-Pop, conciertos, exhibiciones de taekwondo, talleres para aprender a hacer nudos coreanos, de caligrafía, de maquillaje coreano, juegos modernos, karaoke, etc.
La ola coreana llega a Madrid para quedarse
Miles de personas se acercaron a ver a Red Flag, uno de los grupos españoles del momento que bailan K-Pop, a probarse los trajes típicos llamados Hanbok y a retratarse en el photocall futurista para sentirse dentro de la cultura coreana por un día.
Las diversas actuaciones congregaron a un gran amplio público de todas las edades, que pudieron disfrutar de conciertos de música coreana, de exhibiciones de taekwondo, bailes K-Pop y juegos interactivos para disfrutar en grupo.
Los juegos tradicionales también tuvieron un lugar relevante durante el festival, siendo algunos de los más reconocidos los que aparecen en la serie “El Juego del Calamar”, como por ejemplo el juego Dalgona, un juego en el que las personas participantes tienen que tallar formas a partir de un dulce coreano llamado dalgona, hecho de azúcar.
Quienes fueron al festival pudieron llevarse muchos recuerdos y aprendizajes de Corea, como por ejemplo su nombre escrito con caligrafía coreana en Hangeul (el idioma coreano) con un pincel de pelo de animal y papel muy fino, llamado Hanji. En los talleres de K-Beauty se dieron clases magistrales del tradicional arte de uno de los maquillajes más reconocidos mundialmente, en el taller de maedeup o nudos coreanos los participantes aprendieron este arte milenario y en el tradicional karaoke llamado Noraebang se cantó al ritmo de la música coreana entremezclada con canciones internacionales. El DJ con el que contaba el festival amenizó los dos días con música coreana para bailar y disfrutar del ambiente festivo y cultural.
Para clausurar el festival se celebró el lunes 11 de julio, una cena de gala en el Casino de Madrid, ofrecida por la Organización Nacional de Turismo de Corea para dirigentes del sector turístico español, así como para un selecto grupo de medios de comunicación español, en la que se contó con la asistencia del ministro de Cultura, Deportes y Turismo de Corea Sr. D. Park Bo Gyoon, así como su homóloga española Reyes Maroto, entre otras personalidades. En esta cena los asistentes pudieron tener contacto con la cultura y posibilidades turísticas de Corea a través de la música y desfiles de trajes tradicionales coreanos.
El futuro se escribe con K-
Las actuaciones del festival se retransmitieron a través de Twitch para aquellas personas que no tenían entradas o que no podían asistir al evento, pero una de las dudas que más tenían quienes no asistieron era sobre si hay planeada otra K-Week próximamente en Madrid.
Siendo esta la segunda K-Week que ha dado lugar en la ciudad, a la cual precedía la semana de Corea celebrada en octubre del año pasado, la portavoz de la Oficina de Turismo de Corea en París, Sandra Mullard, afirma que espera que haya muchas más K-Week próximamente para seguir acercando Corea a los españoles y que conozcan la maravillosa cultura y tradición de este país que tiene tanto que ofrecer. Este mes de julio la ola coreana ha arrasado en Madrid, y el futuro parece que se seguirá escribiendo con K-.