Recorremos Japón de la mano de algunas atracciones turísticas que han marcado récords mundiales en cuanto a antigüedad, tamaño o longitud. Extensos cultivos de arroz que recrean coloridas escenas tradicionales japonesas, planetarios de enormes proporciones, islas en las que habitan las personas más longevas del mundo o estatuas y edificaciones que alcanzan dimensiones inigualables. En Japón, los récords se suceden año tras año. Te invitamos a descubrir alguno de los más singulares y curiosos.
Los arrozales de Gyoda y sus hermosos tapices vegetales
Uno de los paisajes más sorprendentes de Japón son los arrozales de Gyoda, en la prefectura de Saitama, situados a apenas una hora y cuarto en tren de Tokio. Se caracterizan por sus originales diseños, que recrean imágenes y escenas famosas gracias al cultivo de plantas de arroz de diferentes colores. Estos tapices vegetales son los más grandes del mundo, verdaderos lienzos gigantes que ilustran a la perfección la técnica conocida como Tambo Art (arte en los campos de arroz). Este vistoso trabajo realizado con esmero por los agricultores locales atrae cada año a más de 150.000 visitantes.
El espectacular planetario de Nagoya
El Museo de la Ciencia de la ciudad de Nagoya, con sus siete plantas plagadas de fascinantes exhibiciones científicas y actividades didácticas interactivas, alberga en su interior el planetario más grande del mundo. El diámetro de su cúpula es de 35 metros y tiene capacidad para albergar hasta 350 personas en el interior de una impresionante esfera plateada suspendida entre dos edificios que constituye uno de los símbolos arquitectónicos del país.
Los centenarios habitantes de Okinawa
Este archipiélago del sur de Japón alberga la mayor concentración de población centenaria del mundo y es el único destino asiático que forma parte las Zonas Azules del planeta. Se denomina así a los lugares con mayor número de habitantes de más de cien años, y en Okinawa este hecho se asocia a varios factores, como mantener una alimentación saludable y tener un ikigai, es decir, un propósito o motivo por el que uno se levanta cada mañana ya sea profesional o personal. Cada año, un japonés es reconocido por el Libro Guinness de los Récords como el habitante vivo más longevo del mundo.
El Buda gigante de Ushiku
En Japón también es posible visitar la estatua del Buda de acero y bronce más alta del mundo, con 120 metros. Ubicada en la prefectura de Ibaraki, ofrece un mirador situado 85 metros de altura para contemplar el paisaje de los alrededores. Un enclave donde al visitante también puede aprender sobre el budismo en las plantas inferiores de la estatua, y observar las flores de temporada que crecen en los jardines que salpican el recinto.
Pero esto no es todo, Japón atesora otras muchas atracciones de récord. Es el caso del puente en suspensión más alto, largo y costoso del mundo, Akashi Kaikyo en la prefectura de Hyogo, que a su vez cruza uno de los estrechos más visitados, el que une la isla principal de Japón con la isla de Awaji.
Otro puente que merece mención aparte por ser el puente en suspensión más alto del mundo es el Mishima Skywalk, en la prefectura de Shizuoka. Desde una altura de 400 metros, permite al visitante disfrutar de unas increíbles vistas del Monte Fuji y de la bahía de Suruga. En las inmediaciones del puente hay además un agradable sendero flanqueado por más de 10.000 hortensias de 170 variedades, algunas únicas en el mundo.
También cabe destacar el Puente de Horai, también en la prefectura de Shizuoka, que con 897 metros de longitud fue registrado en el Libro Guinness de los Récords como el puente peatonal de madera más largo. Y otra edificación que marca récords en Japón es el Templo de Horyu-ji, en la prefectura de Nara, el edificio de madera más antiguo del mundo, levantado hace 1.400 años.