Muchos saben su nombre, pero solo unos pocos conocen su historia. Tal como su propio lema indica, “Out of many, One People”, la herencia cultural de Jamaica es el resultado de una mezcla de etnias que se asentaron en la isla: desde los indios taínos, los colonizadores españoles, pasando por los evangelizadores ingleses, la población africana, hasta las comunidades de hindúes y chinos. Jamaica invita a hacer un viaje al pasado ahondando en las raíces que le han llevado a convertirse en el gran país que conocemos hoy día.
Diez hitos históricos de Jamaica
1494: Cristóbal Colón desembarcó en Jamaica. La describió como “la tierra más hermosa que jamás se haya visto” y la bautizó como Santa Jago.
1509: Los españoles establecieron una capital, Nueva Sevilla, cerca de la ciudad de Ocho Ríos.
1655: Los ingleses conquistaron Jamaica y la transformaron en una extensa plantación de azúcar cultivada por esclavos africanos.
1739: Los cimarrones —los esclavos fugitivos establecidos en las Blue Mountains y Cockpit Country— firmaron un tratado de paz con los británicos.
1834: La esclavitud fue abolida, con la consiguiente emancipación de los esclavos de todo el imperio.
1865: Tuvo lugar la rebelión de Morant Bay dirigida por Paul Bogle y apoyada por George William Gordon, ambos considerados héroes nacionales de Jamaica.
1927: El comercio del plátano alcanzó su apogeo con la exportación de 21 millones de espigas. Los comerciantes promovieron las virtudes de la isla y aceptaban pasajeros a bordo, iniciando así la industria turística de la isla.
1930: Se instauró la política en Jamaica de la mano de Norman Manley y Alexander Bustamante.
1945: Nació Robert Nesta Marley, más conocido como Bob Marley, y con él la música reggae.
1962: El 6 de agosto se izó por primera vez la nueva bandera jamaicana: negra (por su gente), verde (por la tierra) y dorada (por el sol), proclamando la isla en un país independiente.
Espiritualidad
Jamaica presume de contar con el mayor número de iglesias por kilómetro cuadrado del mundo. Aunque la mayoría asocia la religión de la isla con los rastafaris, aproximadamente un 70 % de la población es cristiana.
La comunidad rasta surgió como un camino espiritual que seguía las ideas de Marcus Garvey, cuyo propósito era unir al pueblo africano de todo el mundo y crear una nación propia. El movimiento rastafari tiene influencias judeocristianas. De hecho, sus peinados se asemejan a la melena del León de Judá. Consideran la Biblia como uno de sus pilares, pero también basan sus creencias en el Libro de la Gloria de los Reyes de Etiopía.
Sobre el consumo de cannabis, en la actualidad solo se permite con prescripción médica o por motivaciones espirituales, es decir, si la persona forma parte del movimiento rasta. La Aldea Rastafari Autóctona ofrece una visita interactiva para experimentar la cultura y el estilo de vida de los rastafaris de Jamaica, a fin de conocer de primera mano sus oficios y los hábitos ecológicos y auto sostenibles del pueblo rastafari.
Música
Aunque normalmente se utiliza el reggae para definir la banda sonora de Jamaica, el folk es el género musical más antiguo de la isla y sigue siendo uno de los aspectos más influyentes de su patrimonio. Hacia principios del siglo XX el calipso, el tango y la samba se fusionaron para crear una forma de música vibrante llamada mento. En la década de los sesenta los ritmos alegres del ska, influenciados por el rhythm and blues, se hicieron propios de Jamaica. En los setenta surgió el rock steady, pero solo fue una fama transitoria que dio paso al rebelde estilo musical del reggae. Las leyendas jamaicanas Burning Spear, Bunny Wailer, Bob Marley, Dennis Brown y Peter Tosh ayudaron a darle forma. A finales de los ochenta y principios de los noventa surgió el dancehall, con una naturaleza más enérgica y satírica.
Sin embargo, el reggae ha ido cobrando éxito a nivel internacional e incluso se le atribuye el nacimiento del famoso género hip-hop. A día de hoy, los artistas siguen fusionando los ritmos del reggae con otras formas musicales con el propósito de crear nuevos sonidos, a la par que difunden las buenas vibraciones de Jamaica alrededor del mundo.
Tradiciones
La Navidad en Jamaica se celebra con el desfile “Jonkonnu”, durante el cual bailarines vestidos con disfraces de origen africano llenan de ritmo la isla. Según dicen, el origen de la palabra es el nombre de un héroe local llamado John Canoe. Otras teorías señalan que evolucionó a partir de la época de la esclavitud.
Además, en Jamaica hay algunas costumbres únicas que no se pueden encontrar en ningún otro lugar del mundo. Por ejemplo, tienen la práctica de enterrar los cordones umbilicales de los recién nacidos y plantar un árbol encima como símbolo del inicio de una nueva vida y la conexión eterna con la patria. En cuanto a las ceremonias funerarias tradicionales, los jamaicanos se reúnen en la casa del fallecido durante ocho noches para conmemorar su vida con jolgorio. Nine-Nights, también conocido como Dead Yard, no es momento de llorar, sino de celebrar que el ser querido ya no está sufriendo. Fiel a su nombre, en la novena noche la familia le prepara comida al difunto bajo un árbol de algodón de seda, donde los jamaicanos creen que habitan los espíritus.
Costumbres
Entre los pasatiempos favoritos de los jamaicanos, aunque parezca sorprendente, está jugar al dominó. Sin ir más lejos, en 2010 Jamaica solicitó que el dominó fuera catalogado como deporte olímpico. Se estima que actualmente más del 50 % de los jamaiquinos juega con frecuencia, pero solo unos pocos se dedican a ello de manera competitiva. Asimismo, el deporte por excelencia no es el atletismo —a pesar de ser la cuna de algunos de los corredores más rápidos del mundo—, sino el críquet. En Jamaica el críquet levanta pasiones y jugadores como Courtney Walsh y Chris Gayle son objeto de culto.
El arte de Jamaica se encuentra en cada esquina: desde galerías y museos, como la Galería Nacional en Kingston, o incluso paseando por la calle, observando los murales de Nine Mile. A lo largo de los años, la isla ha acogido a algunos artistas de renombre, como Edna Manley, Albert Huie, Cecil Baugh, Kapo, Alvin Marriot, Dunkley Barrington, David Boxer o Barrington Watson, entre otros.
Gastronomía
El crisol de culturas que tanto caracteriza a Jamaica se ve reflejado en su variada gastronomía. Tal como la arena blanca de sus playas o los ritmos pegadizos de la música reggae, la cocina jerk es reconocida a nivel mundial. El origen del jerk data del siglo XVII y se basa en la combinación de especias que usaban los cimarrones mientras se ocultaban de los colonos. Se puede acompañar prácticamente con cualquier cosa: el festival —una masa dulce frita—, bammies —hechos de mandioca— o batatas asadas, aunque quizá la variante más conocida sea el pollo jerk.
Otro de los grandes reclamos es el Blue Mountain Coffee, considerado el caviar del café. Las razones que lo hacen tan especial son muchas. Por ejemplo, se cultiva en un lugar privilegiado: la región montañosa goza de una niebla perpetua, lo cual favorece que los arbustos de café produzcan fruto durante más de ocho meses. Además, su sistema de producción se caracteriza por el uso mínimo de productos químicos. En Jamaica apuestan por abonos orgánicos y la recolección manual. Por si fuera poco, el café jamaicano es el único del mundo que se transporta en barriles de madera blanca, a fin de que el grano no se contamine con olores o sabores externos. El hecho de que el 80 % se exporta a Japón convierte a este café en un producto escaso y muy codiciado.