El grupo Portolito celebró en su local de la Calle Las Barcas, en pleno centro de Valencia, una velada de presentación muy especial: la incorporación de arroces nocturnos a su carta. Tras unos días de cierre, el restaurante reabre con su cocina completamente renovada y adaptada para ofrecer este plato esencial de la gastronomía valenciana, tan demandado por valencianos y turistas, con la calidad y el sabor que caracterizan a sus espacios junto al mar.
El evento, concebido como una fusión entre gastronomía, arte y comunicación, reunió a prensa especializada, influencers y amistades del grupo. La bienvenida estuvo a cargo de Iris Montoya, periodista de cultura y gastronomía y organizadora del evento de Grupo Portolito, quien subrayó el valor de esta nueva etapa como una celebración y un paso adelante en la consolidación del concepto que da nombre a esta propuesta: “Del mar al centro”.
La intervención continuó con Manu Arroyo, responsable de marketing y eventos, quien explicó la evolución del local desde su apertura hace casi trece años. Hasta ahora, Portolito Centro no había podido ofrecer paellas debido a las limitaciones técnicas de la cocina: algo que, por suerte de sus clientes y amantes del arroz, ha cambiado con esta reforma. Gracias a nuevas líneas de gas y sistemas de extracción, ahora es posible replicar en el centro el nivel de excelencia que se encuentra en Portolito Playa y La Mar.
La propuesta no solo pone el foco en el arroz como plato estrella, sino también en los ingredientes: destacan los vegetales de temporada y, especialmente, el arroz de Molino Roca, del reconocido Edu Torres, referente en alta cocina y colaborador habitual de chefs de renombre internacional.
La experiencia incluyó una cuidada dimensión artística con la exposición de una colección de acuarelas con motivos marinos, coherente con la filosofía del grupo de unir gastronomía y arte, unos buenos bailes de la mano de la DJ Nieves Chiquillo (quien sorprendió mezclando con mucho gusto grandes éxitos de la música Disco y Funky mientras los participantes buscaban sobres escondidos por el local que contenían premios como una visita a las Bodegas Ramón Bilbao en Haro o una comida para dos personas en el propio restaurante) y la posterior y no menos importante presentación de sus diferentes arroces secos que pudimos degustar previo aperitivo. También, un experimentado barman nos preparó un cóctel de carajillo con Licor 43 con el cual no nos importaría terminar cualquier banquete.
El evento contó, además, con la colaboración de Bodegas Ramón Bilbao, que acompañará esta nueva etapa como bodega de referencia en Portolito, sumando matices y carácter a la experiencia culinaria.
Con esta iniciativa, Grupo Portolito refuerza su compromiso con la gastronomía de calidad y con una Valencia que vibra también de noche, sin necesidad de salir del centro.
