Casa Granero organiza en Serra la “XXX Jornadas Gastronómicas de la Matanza”

Por Miguel Ángel Pastor

Serra es una de las localidades valencianas en donde la fiesta de la Matanza está más arraigada y en  donde se ha venido celebrando generación tras generación y siguen conmemorándola cada invierno. Ya no es como cuando la tradición comenzaba con la muerte del cerdo a la vista del público como espectáculo, pero la fiesta permanece muy viva en el corazón de la Sierra Caderona. Allí, no es que se resista a desaparecer, si no que año tras año, reconvertida la matanza en jornadas gastronómicas, alcanza un mayor relieve popular y gastronómico.

La responsabilidad y la iniciativa de este acontecimiento festivo en Serra cada mes de febrero recae en Vicente Navarro. Él es el chef  emprendedor, bien conocido y admirado entre sus compañeros y responsable junto a su mujer Mónica, de Casa Granero, el popular y típico restaurante de cocina tradicional, cargado de solera, que cuenta con una gran clientela.

Para anunciar ese prolongado festín en el que se le rendirá culto al cerdo, cochino o gorrino y sus productos derivados,  se presentaba al principio de semana la XXX edición de “Las Jornadas Gastronómicas de la Matanza del Cerdo de Serra”, que tendrán lugar entre el 16 de febrero y el 17 de marzo próximo.

La jornada comenzaba a mediodía  en un ambiente festivo, con tuna y tabalet y dolçaina y  tenía lugar como años atrás en el centro de la localidad, alrededor de Casa Granero y a la sombra de la histórica Torre del Señor de la Villa, la joya histórica de origen islámico construida en el siglo IX. 

Vecinos y forasteros se acercaban a las ollas, sartenes y paellas para degustar los contundentes y diversos manjares de la cocina de frío e de interior, como la sabrosa olla de Siete Aguas cocinada ante el personal por Voro y Tere, del  restaurante Setaygues,  arroz de secreto, gazpacho manchego o embutidos  a precios populares y regados con vinos, cervezas y refrescos. Este día termina siempre con un ritual muy curioso al estilo del Mesón de  Cándido de Segovia, en el que Granero, nombre por el que  llama todo el mundo a Vicente Navarro, celebra un solemne ritual en el que nombra y condecora  a los Caballeros de la Matanza. El título y los honores  de este año, apadrinados por Ángel Garzón, empresario de Castellón,  han recaído en el teniente coronel de la Guardia Civil, José Cutillas Barberá y en Antonio Montoliu, hostelero y propietario de la Barraca de Toni Montoliu, de Meliana.

Lo que los asistentes esperaban a esas horas, pasadas las catorce, eran los cochinillos crujientes y torreznos, que convertidos en raciones fueron repartidos para saciar el apetitos de los forofos cárnicos del puerco.

Y tras el preámbulo, la verdadera fiesta popular del cerdo que se avecina en Serra, villa que, de la mano de Granero mantiene la tradición de homenajear al sabroso puerco desde hace ya 30 años.      

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