Si celebras el 140º Aniversario del nacimiento de una bodega, además de hacerlo por todo lo alto, tienes que presentar novedades acordes con el hecho histórico que vas a celebrar.
El Telar, el espacio de Miguel Martí en Benimamet fue el seleccionado para la ocasión y hay que reconocer de lo acertado de la elección. Además de ser luminoso y acogedor las propuestas gastronómicas son de gran nivel.
Desde la llegada a la convocatoria, todo estuvo a un gran nivel y el encuentro con gente de la bodega como el propio Javier Gandía fue inmediato. Respaldando a Javier estaban sus fieles “escuderos” como Diego Morcillo, enólogo de la bodega, Carlos García, director de marketing y comunicación, Maxi Bao sumiller y responsable de catas y mi querido amigo Vicente García, Director Comercial.
Mientras esperábamos el inicio y hablábamos con amigos nos sirvieron un vino blanco, Bobal Blanco 2024. Me sorprendió por la frescura y el fino toque cítrico que encontrábamos en la copa.
El acto comenzó con las palabras de Javier Gandía, Ceo y verdadero adalid del progreso de la bodega.
Sus primeras palabras fueron de reconocimiento y agradecimiento hacia su bisabuelo, Vicente Gandía, el creador de la bodega. Con posterioridad nos habló de la importancia y la expansión que ha vivido la bodega en estos 140 años hasta llegar a nuestros días. Una bodega que se encuentra posicionada en 5 continentes y sus vinos en más de 90 países. Fueron la primera bodega que embotellaron en la Comunitat Valenciana, con el vino Castillo de Liria.
En el 2014, fue premiada como la Mejor Bodega Española por el Concurso Internacional AWC Viena. Premio y reconocimiento al que hay que hay añadir muchos más.
Javier también nos habló del futuro, y de una apuesta que desde hace años llevan haciendo por los vinos premium, una apuesta que no solo se mantiene, sino que se va a incrementar. Y así lo dijo con las siguientes palabras “Nuestra apuesta por la premiumización responde a una demanda global de vinos con alma, identidad y excelencia”.
Después de Javier, subió al estrado su tía Marisol, quién dio el toque histórico recordando a su abuelo y al inicio de la actividad de la bodega. A pesar de su edad, tiene 94, lo hizo en tono anecdótico y sorprendiendo por la profundidad de sus memorias.

Acto seguido, Diego Morcillo y Maxi Bao comenzaron la presentación de las nuevas propuestas.
Comenzaron con un nuevo espumoso, elaborado con la variedad Bobal, por lo que nos lo presentaron como un “Blanc de Noirs”, una expresión francesa que significa “un Blanco de Negros” y viene de la elaboración de Champagne.
Un vino de una burbuja viva, un rosario pleno y matices cítricos. Ideal para un aperitivo y prolongarlo durante la comida. Primero se sirvió acompañado de una ostra que recalcó su toque cítrico, después fue acompañado de una croqueta de jamón.
El siguiente vino fue Ceramic Monastrell Rosé, un vino que destaca por su mineralidad y sus matices a pétalos de rosas. Como mayor singular, se envejece en tinajas de barro.
Los bocados que acompañaron fueron un Salmón entre dos palos y el Nigiri con huevo de codorniz y trufa.
Siguiente con la presentación, el siguiente vino fue un clásico de la bodega a pesar de haber salido al mercado hace 3 años; el Ceramic Sauvignon Blanc que destaca por su sensibilidad y persistencia. Primero pasa por barrica y termina su afinidad en vasija de barro para encontrar esos matices de frescura y complejidad aromática.
Los siguientes bocados fueron el Nigiri crujiente con Tartar de atún y Cucurucho de presa Kimchi.

Llegó el momento cumbre con la llegada del Clos de Gallur Black, un vino que nace en “Terres dels Aforins, y que marca el momento cenit que está viviendo la bodega por la línea de vinos “Premium”. El responsable es Diego Morcillo, enólogo y director técnico de la bodega.
La elaboración nace de minuciosa vinificación, continua con una crianza prolongada en una selección de barricas de roble francés y una cuidada presentación que son sinónimo de exclusividad. Un vino que alcanza un elevado precio que, por su calidad, está más que compensada.
Clos de Gallur Black se acompañó de un canelón de presa Joselito y pularda y Oreo Noire y Trufa de Chocolate.
Para finalizar la presentación, el último vino que nos ofrecieron fue el vino Bobal Dulce. Elaborado bajo las técnicas de “Ice Wine” encontramos un vino dulce, pero con un perfil delicado, equilibrado, constante y con una acidez ponderada. Para este complejo vino, Miguel nos presentó un “Foielipino”, una mezcla de un “Filipino” relleno de foie, y un Suquet de setas y Trufa.
Para que los asistentes pudiéramos disfrutar de los vinos en toda su extensión, las copas de la cata era Riesling, un sinónimo de exclusividad, distinción y de calidad.
Una vez acabada la presentación nos acercamos al jardín y degustamos el catering que nos propuso Miguel, que pasa por ser uno de los mejores catering que podemos encontrar en la Comunitat.
Blini de salmón, Ensalada César crujiente, Juego de Damas, Pizza Crujiente, Tatín de Manzana y foie. También hubo aperitivos calientes; Bocata de calamares, Bomba de sepia con panceta de Joselito, Patatas bravas 2025, Canelón de Marisco en Suquet, Tortilla vegetal crujiente km.0 con shisho miso.
La verdad es que fue un aniversario inolvidable. La presentación de estos nuevos vinos no hace sino reivindicar el camino hacia las líneas Premium en sus vinos. Una senda que iniciaron hace unos años con la presentación del Ceramic Monastrell Tinto, que con posterioridad se completó con el Clos de Gallur Monastrell Tinto.
¡Enhorabuena por esos 140 años llenos de historia y excelentes vinos!
