Entrevista a Francisco Almuíña, presidente de Fegatur.
El turismo rural en Galicia son proyectos de vida hechos realidad que contribuyen a mantener muchos rincones de nuestra tierra
Solo huyendo de una oferta turísticamente abusada, genérica, diluida y masificada es posible gozar de un turismo rural saludable, sostenible, seguro, tranquilo y de calidad.
¿Qué es Fegatur, la Federación Galega de Turismo Rural? ¿cuáles son sus objetivos?
Fegatur es la casa común de cinco asociaciones comarcales y de un número significativo de establecimientos de turismo rural de toda Galicia. Constituye la única plataforma de diálogo inclusiva que identifica y ofrece soluciones aprovechando el potencial del turismo como herramienta de recuperación y cambio del rural.
Asimismo, intenta amplificar el mensaje del turismo como fuerza inspiradora y transformadora, procurando la implicación del sector en su realización y consolidación. También busca sensibilizar y movilizar a instituciones y administraciones, ofreciendo y recabando cooperación para garantizar que el turismo rural esté en el cerne de la elaboración de políticas para la Galicia rural. Por último, recoge, suscita y propone cuestiones a debatir y promueve soluciones que sirvan para encarar el futuro del turismo rural gallego.
Hablamos mucho de turismo rural, pero tal vez convendría precisar conceptos. En su opinión ¿qué es el turismo rural?
Creo que el turismo rural somos proyectos de vida hechos realidad. Iniciativas de base, en lugares pequeños, con las que un puñado de personas venimos apostando, invirtiendo y sembrando vida, contribuyendo así a mantener vivos muchos rincones de nuestra tierra.
También hablamos mucho de sostenibilidad medioambiental, pero sin sostenibilidad económica no parece que el futuro sea muy optimista. Es necesario que el turismo sea rentable para todos los sectores implicados ¿es así?
Sostenibilidad parece ser ahora la palabra mágica que abre puertas y activa proyectos. Como bien dices el turismo, y dentro de él todas las acciones, servicios y experiencias, debe ser sostenible en todas sus vertientes y para todos los actores que intervienen o que están implicados, o ese modelo de turismo es injusto e inviable. Y creo que, además de sostenible, debe ser regenerativo, pues en muchos espacios y comunidades se hace imprescindible tal proceso.
Estoy convencido que cuando las personas buscamos una convivencia armónica, es decir, respetuosa, sostenible y colaborativa con los demás seres vivos, es fácil disfrutar de emociones y experiencias que regeneran cuerpo, mente y espíritu, mientras cuidamos de la Tierra.
Suele usted decir que no quieren «turistas» sino «huéspedes» porque, en el turismo rural que proponen, «nuestra casa es vuestra casa».
Sí, porque estoy convencido que sólo desde la práctica de ser unos magníficos anfitriones, desde una acogida fraterna, apasionada, a la vez que profesional, podemos ofrecer y disfrutar de un modelo de turismo basado en el bienestar físico, mental y espiritual que desde hace ya mucho las personas venimos precisando y demandando cada vez más. Y es que el turismo rural es el espacio privilegiado donde es posible, justo y necesario, a la vez que sostenible, regenerativo y de calidad.
Es en entornos rurales donde mejor se percibe, pues además de verse favorecidos por su emplazamiento, arquitectura, o la proverbial bondad y generosidad que con mucha frecuencia reconocen en la acogida, se evidencia muy fácilmente en la gestión de los recursos. También, porque estamos empeñados en que a la hora de procurar una óptima visibilización, el turismo rural se distinga por ofertar valores, experiencias y propuestas claras, atractivas y homogéneas, procurando así diferenciarse de quien sólo ofrece el uso de un inmueble a menudo impersonal, genérico, instalado pero apenas conectado con el lugar y su gente, incapaz, por tanto, de transmitir los saberes y sentires que conforman la identidad comunitaria de un rural vivo.
¿Qué es eso de engaliciar?
«Engaliciar» es un término que hemos creado para convidar y motivar a las personas a gozar del turismo rural de Galicia y que equivaldría, entre otras muchas definiciones a:
Darse un respiro en plena naturaleza, nadar libre dejándose acariciar por el sol y la brisa del mar, relajarse en cálidas aguas termales, navegar en barcas y cruceros por rías y ríos, oxigenarse paseando entre bosques y viñedos, prados y arenales, extasiarse contemplando espléndidos paisajes, dejarse seducir por el silencio y los sonidos de la naturaleza, procurar bienestar junto a quien bien quieres, empaparse de aromas, sabores y texturas, degustar platos con productos ecológicos y locales y gozar de vinos y licores, conversar sin prisas con personas amables y sencillas, emocionarse con embrujadoras historias junto al fuego; visitar iglesias, monasterios, faros, pazos, museos, bodegas, sumergirse en nuestra música y tradiciones, participar en ferias y romerías y comprar productos y artesanías gallegas, … Porque ya sabes: Galicia Calidade!
¿Turismo rural para todos los públicos o dirigido a segmentos concretos, a personas que, por ejemplo, sepan diferenciar entre ver y mirar o entre escuchar y oír?
A las personas anfitrionas nos alegra comprobar que cada vez más personas procuráis calidad y diferenciación a la hora de escoger alojamientos de turismo rural en Galicia. Evidentemente, además de la espléndida y variada muestra de espacios emblemáticos, recursos naturales, culturales y turísticos del entorno, estoy seguro que también influye la singularidad mostrada por los establecimientos rurales gallegos, por la preciada oferta gastronómica y enológica que podéis disfrutar en un número significativo de establecimientos y que seguro que también ayuda a decidir. Incluso su proximidad a los Caminos de Santiago que hacen muy fácil reponer fuerzas y descansar cuando se peregrina.
Pero, si me lo permites, es la acogedora y generosa actitud de las personas anfitrionas lo que la mayoría de las personas viajeras frecuentemente destacáis. Por eso venimos desarrollando estrategias de comunicación y de posicionamiento que potencien nuestra manera de ser anfitriones, además de cuidar la promoción y una ágil y sencilla comercialización.
Son, estos tiempos, ocasión propicia para ofrecer una novedosa muestra de sugestivas y atractivas experiencias a personas y grupos diversos, seniors, familias, singles, etc. Experiencias, muchas de ellas, susceptibles de ser gozadas en épocas diferentes e incluso útiles como fuentes de fidelización.
Estamos empeñados pues, en la creación de paquetes turísticos de calidad, diferenciados y diferenciadores, y dirigidos a distintos perfiles.
Para ello tenemos establecidos canales de confianza con personas que desarrollan su trabajo en la intermediación (turoperadores y agencias de viajes gallegas). Juntas venimos de promover la creación de catálogos con paquetes de experiencias en el turismo rural y su comercialización. A la par, cultivamos la coordinación, la integración y la confianza dentro del propio sector, con una oferta complementaria, procurando la interacción con otros agentes de la cadena de valor (establecimientos de restauración, espacios expositivos, de ocio, museísticos, empresas de transporte, de turismo activo, de guías, así como con asociaciones y colectivos vinculados al Camino y al desarrollo del medio rural). De esta forma van surgiendo nuevas sinergias que permiten su integración en nuevos y sugestivos paquetes y ofertas, dirigidas tanto a público gallego como nacional e internacional.
La oferta que tenemos hoy en día para viajar a diferentes destinos es inmensa, casi inabarcable. Más allá del tópico ¿qué nos ofrece, o mejor, que nos debería aportar Galicia?
Afortunadamente, como acabáis de comprobar, personas que trabajan en el sector son ejemplo cotidiano de que el Turismo Rural de Galicia se asienta sobre bases firmes y reconocibles, pleno de singulares y destacadas bondades.
Nuestra tierra es destino referente para personas viajeras que, como vosotras, también en el turismo apostáis por unos valores, experiencias y propuestas claras, atractivas y homogéneas, con herramientas, acciones y actividades amparadas en lo que establece el marco normativo vigente.
Sólo huyendo de una oferta inmobiliaria turísticamente abusada, genérica, diluida y masificada es posible gozar de un turismo rural saludable, sostenible, seguro, tranquilo y de calidad. Por eso, optar por el turismo rural además de una decisión inteligente, es una forma fácil de seguir apostando por Galicia. Son estos apoyos los que nos alientan y dan fuerza para seguir, convirtiéndonos en incansables en la conquista de los corazones de personas como tú.
La web www.galiciaturismorural.es es la forma más sencilla de encontrar una pronta, amplia, rentable y sostenible respuesta.
La OMT nos invita a seguir mirando hacia el futuro. Pero ¿qué futuro nos espera? ¿Tendremos que repensar los caminos que habremos de transitar durante los próximos años? ¿Hacia dónde queremos ir? Y, tal vez lo más importante, ¿cómo vamos a llegar?
¡Ja, ja, ja! Si bien recuerdas, un pequeño y selecto grupo habéis tenido recientemente ocasión de comprobar de forma fehaciente que mis dotes como vidente y auditor están seriamente perjudicadas (risas) … aún así, y ahora ya en serio, intuyo que se nos abren buenas oportunidades para reconfigurarlo y regenerarlo: junto al auge de la oferta turística experiencial, más inmersiva, rica en contenidos creativos, culturales y educativos y más transformadora. Se percibe un creciente interés en las personas por la minimización de impactos ambientales, por la demanda de un turismo de bienestar. Cada vez son más las personas que se acercan al turismo rural esperando que sus viajes se conviertan en experiencias significativas, que les procuren mayores niveles de desarrollo personal, descubrimiento, aprendizaje, reto e inspiración.
Intuyo que en el turismo rural de Galicia va a seguir creciendo significativamente la demanda de estancias de pequeños grupos (turismo senior y familiar), más largas y con un mayor protagonismo del ámbito cultural y artesanal en la definición de dicho producto turístico.
Gracias por ofrecerme esta fantástica oportunidad. Aprovecho para convidar a las personas lectoras a que se dejen “engaliciar” por el turismo rural de Galicia.