España batirá el récord de turistas internacionales en 2023 con un gasto muy superior por viajero, rozando los 100.000 millones de euros

  • Aunque el número de turistas internacionales en 2022 no ha superado los niveles pre-pandemia, el gasto medio por persona se ha incrementado un 10,5%
  • La estancia media de los turistas extranjeros se eleva un 5,7%, comparada con la época pre-COVID
  • Todos los conceptos de gasto han bajado, sin embargo el alojamiento experimenta un repunte al alza, hasta un 13,1% por encima de 2019
  • La tipología de viajeros hacia España muestra el trabajo realizado por atraer a un turista de gasto superior, que elige en mayor porcentaje al alojamiento hotelero frente al extra-hotelero

La firma de consultoría y servicios profesionales BRAINTRUST, líder en el sector turístico, ha emitido un nuevo análisis de la industria, en este caso sobre el gasto en viajes de los turistas extranjeros gracias a una nueva oleada de su Barómetro Turístico, donde realiza sus propias previsiones.

El informe manifiesta que este año se volverá a batir el récord de número de viajeros internacionales superando los 83 millones de 2019, hasta alcanzar los 85 millones en 2023, y lo que es más importante se rozarán los 100.000 millones de euros en gasto, atrayendo un tipo de turista foráneo de mayor capacidad adquisitiva, situándose en un 12% aproximadamente sobre el nivel prepandemia.

Menos turistas extranjeros en 2022, aunque han gastado más

BRAINTRUST profundiza en el gasto en viajes de los extranjeros, analizando los cambios frente a la etapa pre-COVID, dado que 2022 se puede considerar el año de la recuperación.

En ese contexto el número de turistas foráneos ha llegado a los 71 millones, situándose todavía por debajo de los niveles de 2019 en un 14,3%, sobre todo provocado por la falta de algunas nacionalidades que han visto levantadas sus restricciones al movimiento más tarde, como los países asiáticos o americanos, y la falta de los viajeros de mercados próximos al conflicto de Ucrania, viajeros que previsiblemente vuelvan ya en 2023.

Sin embargo, los datos invitan al optimismo, ya que la cifra de gasto medio por viajero crece un 10,5%, debido en parte a que la estancia es ligeramente mayor en un 5,7%, lo que unido a la escalada de precios debido a la inflación, provoca un mayor gasto total en nuestro país.

El alojamiento, el tipo de gasto que más se incrementa

Analizando los datos por separado, BRAINTRUST manifiesta la clara diferencia entre las diferentes partidas de gasto, destacando el incremento del mismo en la categoría de alojamiento, con un 13,1% más comparado con el mismo período de 2019. Por el contrario otras tipologías bajan con fuerza, siendo el paquete turístico el más perjudicado con un desplome del 19,5%, el transporte sufriendo un 12,4% de caída, mientras se mantiene el gasto en manutención y actividades de ocio, ante la amplia, rica, variada y experiencial oferta con que cuenta nuestro país, que cada vez atrae más al turista extranjero.

El alojamiento hotelero sube frente al alojamiento extra-hotelero

El trabajo realizado hasta ahora nos da una pista de que vamos en la dirección correcta, seduciendo a un turista de mayor gasto en destino, como lo demuestra el hecho de que han alargado la estancia media, y también de que han elegido en mayor medida el alojamiento hotelero frente al extra-hotelero de los años pre-pandemia.

Así lo remarcan los datos según la consultora, quien refleja que el primero ha crecido hasta un 68,6% viniendo de un porcentaje de un 65,8%, lo que claramente viene a reconocer los esfuerzos de los organismos turísticos en España, así como de las estrategias de las empresas, persiguiendo la búsqueda de lo que se ha dado en llamar “un turista de mayor calidad”.

Para José Manuel Brell, Socio responsable de la práctica de Estudios y Modelos Cuantitativos, y de la Industria de Turismo y Ocio en BRAINTRUST: “Los datos invitan al optimismo y recogen un buen trabajo de los responsables turísticos tanto a nivel público como privado, aunque ello no debería ser una excusa para olvidar la necesaria transformación de la industria y adaptarla a los nuevos tiempos, a los nuevos viajeros, y a los nuevos hábitos y comportamientos.

Para ello se necesita un análisis constante de los datos, evaluando en qué medida se cumplen los planes no sólo en cantidad sino en calidad, adaptando las estrategias oportunamente para no morir de éxito, fundando los cimientos de un nuevo turismo del futuro.

En BRAINTRUST siempre decimos que un simple dato puede esconder detrás un análisis de mayor profundidad y calado que conviene observar, y no lanzar las campanas al vuelo a la primera, sino tomarlos con visión de negocio y contextualizar los mismos en un modelo analítico de valor, que justifique plenamente los números”.

Con todos estos datos en la mano y con su nueva oleada del Barómetro Turístico, BRAINTRUST vaticina que, ante una situación como la actual y sin riesgos potenciales relevantes a la vista, 2023 podría ser otro año récord tanto en número de turistas rozando los 85 millones, como en gasto total alcanzando los 100.000 millones, siempre que no aparezcan nuevos cisnes negros, y que la economía mantenga sus previsiones tanto desde un punto de vista de crecimiento, como de moderación de la inflación en los mercados emisores principales de turistas hacia España.

Para Angel García Butragueño, codirector del Barómetro Turístico, y Director de Turismo en BRAINTRUST: “El verdadero reto está en proseguir la recuperación mientras aprovechamos para diseñar un turismo más sostenible, y de mayor impacto positivo en los destinos y en las sociedades locales. A pesar de la situación económica actual los viajes se han convertido en una prioridad para las personas, colocándose por delante de otros gastos anteriormente prioritarios, y tras la pandemia se verán crecimientos importantes nunca antes imaginados.

No obstante, desde BRAINTRUST prosigue Butragueño, «hacemos un llamamiento a todos los responsables de la industria a materializar un cambio de visión de nuestro modelo, de manera que sepamos aprovechar nuestro capital turístico, a la vez que rediseñamos un prototipo ciertamente caduco, basado en la cantidad y no tanto en la calidad.

Caer en la euforia y desaprovechar la oportunidad de la reconversión sería fatal para nuestra industria y para nuestro país, para ello hacen falta líderes con una visión renovada e innovadora que lideren el sector no sólo a corto, sino a medio y largo plazo, posicionando al turismo como uno de los ejes fundamentales de nuestra economía, no sólo a nivel nacional, sino a nivel regional y local.

Es la hora de sentar las bases de unas décadas futuras, donde viajar sea sinónimo de respetar el entorno, el patrimonio, la cultura, las costumbres, involucrando a las sociedades autóctonas en su construcción, en su transición y en su gestión”.

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