Costa Rica presenta un plan para preservar los territorios indígenas

  • Expertos indígenas diseñarán una ruta para la recuperación de sus terrenos después de la pandemia.
  • La ruta contará con la ayuda del Plan Nacional de Recuperación económica de los territorios indígenas afectados por el Covid-19.
  • Bajo un marco conceptual y metodológico desde la visión indígena, se enfocará en el fortalecimiento de la actividad turística, entre otros aspectos.

Este plan de recuperación se desarrollará en un plazo de tres meses y está apoyado por el Gobierno de Costa Rica y el Sistema de Naciones Unidas (SNU). Tiene como objetivos mantener el sistema de producción artesanal y mecanismos propios de distribución e intercambio, aparte de las actividades turísticas.

El viceministro de la Presidencia, Randall Otarola, ha comentado que, “con esta ruta queremos generar respuestas a mediano y largo plazo que permitan a las comunidades indígenas adaptar sus actividades productivas a la nueva normalidad”.

El SNU contratará a cuatro expertos indígenas, quienes se encargarán de identificar los impactos del Covid-19, las propuestas comunitarias urgentes -de mediano y largo plazo- y de la recopilación y sistematización de información de los territorios indígenas.

Esta iniciativa surgió de parte del viceministerio de Asuntos Políticos y de Diálogo ciudadano como respuesta a la afectación por el impacto de las crisis generada por el Covid-19, donde la economía en territorios indígenas se vio afectada en el turismo, venta de artesanía y la producción agrícola.

Alice Shackelford, Coordinadora Residente de Naciones Unidas en Costa Rica, indicó que la participación y el liderazgo de los pueblos, mujeres y hombres indígenas es fundamental para asegurar que el proceso de recuperación socioeconómica de los territorios frente al Covid-19 se lleve a cabo el pleno respeto a sus derechos y en concordancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, para así lograr que nadie se quede atrás. El trabajo será la base para la formulación de iniciativas de Recuperación Económica post COVID-19 de los Pueblos Indígenas de Costa Rica.

Actualmente Costa Rica cuenta con 8 grupos indígenas, los cuales además se encuentran diseminados en 24 Territorios Indígenas. Los Pueblos Indígenas de Costa Rica son: Maleku, Bribri, Cabécar, Brunca o Boruca, Térraba o Teribe, Chorotega, Huetar y Ngöbe.

Maleku. Hace siglos, los malekus –una rama de los chibchas– estaban divididos en 23 pueblos. En los últimos 100 años la población ha ido descendiendo y hoy solo quedan los palenques de El Sol, Margarita y Tonjibe, con una población total de aproximadamente 1.000 habitantes. El pueblo maleku también es conocido como “Guatuso”, debido a una denominación colonial del siglo XVIII relacionada con el lugar donde fueron encontrados: el Cerro La Guatusa.

Bribri. Es el pueblo más numeroso con casi 17.000 habitantes dentro de sus 4 territorios ubicados en ambas vertientes de la Cordillera de Talamanca; en la vertiente Caribe están los territorios Talamanca y Cocles o Keköldi (en el cantón de Talamanca) y en la vertiente Pacífico Salitre y Cabagra (en el cantón de Buenos Aires).

La reserva de los Bribris tiene gran importancia en cuanto a las actividades que promueve. Los indígenas ofrecen servicios para que los visitantes se adentren en su cultura: cuentan con un criadero de iguanas verdes, producen artesanías autóctonas como arcos y flechas de madera, bolsos, redes, hamacas, canastas, etc. Hay senderos en la reserva para disfrutar su rica flora y fauna e incluso poseen dos torres para observación de aves, particularmente rapaces en migración entre el norte y el sur del continente, durante los meses de enero y febrero, octubre y noviembre.

Cabécar. Es el segundo pueblo más numeroso con casi 14.000 habitantes dentro de sus territorios. Los cabécar han ocupado zonas muy remotas en ambas vertientes de la cordillera de Talamanca. Debido a la lejanía de sus territorios, han tenido un menor grado de aculturación y su habitat es el que se encuentra menos alterado, por ende, conservan su idioma y muchas de sus tradiciones. Hay 8 territorios indígenas Cabécar en diferentes enclaves del país.

Borucas. Los borucas, también conocidos como bruncas, se encuentran hoy en los territorios indígenas de Boruca y Rey Curré (en el cantón de Buenos Aires de Puntarenas) y en comunidades que quedaron fuera de los territorios indígenas como Puerto Cortés y Palmar Norte, así como en las grandes sabanas de la desembocadura del río Térraba. La fiesta de los Diablitos es el aspecto más representativo de la identidad y la cultura indígena Boruca. Esta tradición, cuyo origen se remonta a la época colonial, es una procesión que dura tres días. Se realiza todos los 31 de diciembre al 2 de enero.

Térraba o Teribe. Se ubica en el cantón de Buenos Aires, provincia de Puntarenas, en Térraba y otros caseríos de la Reserva Boruca-Térraba. El pueblo teribe o térraba de Costa Rica es descendiente de los teribes que fueron trasladados por los españoles en los siglos XVII y XVIII desde Talamanca, en la vertiente Caribe, hasta la vertiente del Pacífico.  Dentro de las artesanías de este grupo sobresale la confección de las máscaras de madera de balsa o de cedro. Construyen grandes y hermosas canastas, las cuales son llamadas javas, se caracterizan por tener fondo triangular y la parte superior redonda. Además, fabrican instrumentos musicales como tambores, maracas y flautas. En este sentido sobresalen como excelentes talladores. Mención especial merece su producción de canoas.

Los chorotegas. Fueron el mayor grupo étnico precolombino de Costa Rica. Históricamente se han ubicado en la provincia de Guanacaste y parte de Puntarenas. Los chorotegas pasaron por un proceso de amplio mestizaje que se evidencia hoy en la población actual de la península de Nicoya; los bailes, la música y la comida se cuentan entre los legados del pueblo indígena chorotega. Habitan en el territorio indígena de Matambú y comunidades aledañas (cantones de Nicoya y Hojancha). Los chorotegas que se identifican como tales son uno de los pueblos más pequeños. Son famosos por su cerámica, que alcanzó su esplendor en el periodo precolombino.

Los huetares. Son el pueblo indígena que está más cerca del Valle Central, de hecho el pueblo huetar se enfrentó con los españoles y sus descendientes para la recuperación de sus tierras en esta zona a mediados del siglo XIX. Se encuentran en dos territorios: Quitirrisí (cantón de Mora) y Zapatón (cantón de Puriscal). Entre sus tradiciones destacan la intrepretación musical por medio de la marimba y maracas, la elaboración de chicha y el conocimiento de las plantas medicinales, ámbito este último en el que sobresalen brillantemente.

Los ngöbes.  Representan el pueblo más numeroso de la llamada Baja Centroamérica (siendo más numeroso en Panamá); en Costa Rica se estimaron en aproximadamente 5.600 personas viviendo dentro de territorios indígenas designados ngöbes, situados en el Pacífico Sur. El pueblo ngöbe es originario de Panamá. Conservan un arraigo muy fuerte a su cultura tradicional. La práctica de su idioma se mantiene al 100% en todos los territorios y comunidades, diferenciándose dos lenguas, el Ngöbe y el Bugle. El sistema tradicional de parentesco es muy complejo, siendo la filiación en referencia a los abuelos maternos y paternos.

Las mujeres de esta etnia son las únicas en el país en mantener sus trajes tradicionales en la vida cotidiana. Esta hermosa vestimenta consiste en amplios camisones de colores lisos con aplicaciones geométricas en pecho y mangas, algunos hechos a mano y otros confeccionados con máquinas de coser.

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