Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat Valenciana ha organizado la tradicional jornada de fin de año de la Red de Agrupaciones para Tratamientos Integrados en Agricultura (ATRIA). La cita, que ha tenido lugar en el Salón de Actos de las instalaciones del Servicio de Sanidad Vegetal de la Conselleria de Agricultura en Silla, ha reunido a cerca de un centenar de asesores. En la inauguración, Vicente Dalmau, jefe de Servicio de Sanidad Vegetal, ha incidido en que la labor de las ATRIA sigue siendo necesaria pese a los años que han transcurrido, especialmente en el escenario actual, con nuevos retos y cambios normativos. Por su parte, el director de Federació, Enrique Bellés, ha destacado que “hay que ponerse a trabajar”, porque los cambios en los ámbitos normativo y productivo que estamos conociendo van a ser una realidad antes o después.
La primera de las intervenciones de la jornada ha corrido a cargo de la subdirectora general de Innovación y Digitalización del Ministerio de Agricultura, Maite Ambrós, quien ha abordado el concepto de los Sistemas de Conocimiento e Innovación Agrícolas (AKI, según sus siglas en inglés). Ambrós ha recalcado que las ATRIA, los técnicos y técnicas, son “el corazón de estos Sistemas del Conocimiento e Innovación” ya que están cerca del agricultor, de la cooperativa y de la industria, entre otros agentes relevantes del sector. Asimismo, ha incidido en la fragmentación de los Sistemas en nuestro país, pese a nuestra enorme capacidad de investigación e innovación.
A continuación, ha participado en la jornada a través de videoconferencia Juana Labrador, Doctora en Ciencias Biológicas y profesora de la Escuela de Ingenierías Agrarias de la Universidad de Extremadura, quien ha centrado su intervención en la importancia de un suelo vivo para una agricultura saludable y sostenible. De su exposición se extrae como principal conclusión que los avances durante las últimas décadas en el conocimiento del suelo y de los factores que influyen en él han sido más limitados que en otras cuestiones relacionadas con la agricultura, y que todavía nos queda mucho por descubrir en esta materia. El siguiente bloque de la jornada ha servido para presentar los resultados de diferentes experiencias de uso de drones para la Gestión Integrada de Plagas. Israel Quintanilla (ETS de Ingeniería del Diseño, UPV), Patricia Chueca (Centro de Agroingeniería del IVIA) y Vicente Navarro (Centro de Ecología Química Agrícola, UPV), han tratado en sus respectivas intervenciones cuestiones relacionadas con el manejo de los drones, la optimización de su configuración o la aplicación de medidas biotécnicas en la gestión integrada.
Uno de los asuntos que más preocupa a los agricultores a corto y medio plazo es la obligatoriedad de la implementación del cuaderno de campo digital. Para recopilar todas las novedades referentes a esta cuestión, los plazos de implementación y las alternativas disponibles, ha tomado la palabra en la jornada Teresa Velázquez, del Servicio de Gestión Agraria Sostenible de la Conselleria de Agricultura. Ha presentado el marco actual, las obligaciones futuras y la base de la herramienta que está desarrollando la Conselleria para la relación futura con los agricultores. Por último, José Carbonell, secretario técnico del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Levante (COIAL), ha incidido en diferentes cuestiones relacionadas con la responsabilidad civil, jurídica y laboral en la que pueden incurrir los/as técnicos/as de la Red en el desarrollo de su actividad. Carbonell se ha centrado en cuestiones como la diferencia entre culpa y dolo, o los contenidos y coberturas de las pólizas que se pueden suscribir por parte de quienes asesoran, ejemplificando su exposición con distintas sentencias reales.
La clausura de la jornada ha sido protagonizada por el presidente de Federació, Cirilo Arnandis, y el secretario autonómico de Agricultura, Ganadería y Pesca, Javier Bartolomé. Arnandis ha puesto énfasis en la importancia de la labor desarrollada por la Red ATRIA para asesorar a los agricultores y las cooperativas, en la complejidad del escenario productivo valenciano y en la magnitud de los retos que debe afrontar el colectivo en el futuro, de cuya resolución dependerá el futuro de nuestra agricultura.
