Una de las cosas que más están empezando a preocupar a la hora de planificar las vacaciones es buscar destinos en los que no tengamos que hacer interminables colas para ver un monumento o pegarnos madrugones para encontrar un hueco para la sombrilla. En los últimos años se ha empezado a denominar como turismo de calidad a las escapadas que nos proporcionen unos días de relax dedicados a nosotros mismos. Por eso, cambiar la playa por la montaña o las grandes ciudades por pueblos pequeñitos, huyendo de las masificaciones, es una tendencia que cada vez está más presente en nuestras salidas. Según datos de Weekendesk.es, portal líder en escapadas temáticas de fin de semana, los destinos de montaña o relacionados con la naturaleza han aumentado un 27 % en reservas con respecto al año pasado.
De acuerdo al análisis del portal sobre las tendencias de este verano, los turistas se centran un 69 % por ciento más que en 2018 en vacaciones wellness con actividades en enclaves naturales. El 87 % de las personas que disfrutan de este tipo de turismo lo hacen en pareja y su estancia media ha aumentado de 1,78 a 1,81 días. Las actividades de aventura y deportivas, como el rafting, las rutas en bicicleta y el trekking, también continúan en alza.
Huesca, destino protagonista para huir de las aglomeraciones
El ranking de Weekendesk.es sitúa a Huesca como uno de los lugares más buscados dentro de las características de wellness y naturaleza, con atracciones como el Parque Nacional de Ordesa y Monteperdido y tres de los pueblos declarados como los más bonitos de España: Ansó, Alquézar y Aínsa. Cantabria también se coloca entre los protagonistas, con los Picos de Europa y sus pequeños pueblos con encanto propio de cuento como Comillas o Santillana del Mar. El top 3 de destinos menos masificados lo completan Teruel, repleto de arte mudéjar y de actividades en la montaña.
Los pueblos de menos de 3.400 habitantes han duplicado sus reservas
Otro dato que demuestra que la tendencia de escapar de las aglomeraciones en verano es cada vez más común es que los pueblos con pocos habitantes (menos de 3.400) han duplicado sus reservas con respecto al año pasado. Este es el caso de Ariño y Jaraba, ambos situados en Aragón, cuyos balnearios son el atractivo principal para recibir cada año a más turistas en busca de bienestar y relax.
Lo mismo ha sucedido en La Hermida (Cantabria), un pueblo de menos de 100 habitantes que, gracias a su increíble emplazamiento en el mismísimo desfiladero de La Herminda, y a su balneario, ha experimentado un crecimiento del 72 % en facturación del portal Weekendesk.es, en comparación al 2018. Las actividades de senderismo, montaña y aquellas relacionadas con el bienestar son el reclamo turístico de la localidad.
Continuando en el Norte, Covandonga, en Asturias, con menos de 58 habitantes, recibe y veces más turistas que la temporada de verano anterior. El santuario de la virgen de Covadonga y los increíbles lagos hacen que tanto amantes de la naturaleza, como personas que buscan desconectar y alejarse de las playas abrumadoras encuentren ahí el paraíso. En País Vasco, el pueblo de Areazta con menos de 1.220 habitantes también ha duplicado sus visitas. La gastronomía de la zona unida al Balneario Areatza hacen que sea un lugar wellness idóneo para pasar las vacaciones de verano.
“En España hay 5.002 municipios con menos de 1.000; lo que significa más de 5.000 oportunidades para viajar y conocer nuevos destinos. Gracias al turismo, estamos viendo cómo muchas de estas zonas despobladas se están recuperando y están disfrutando de una segunda vida. El turismo rural es una tendencia en auge en los últimos años gracias a la necesidad de promocionar un turismo más sostenible. Los hoteles y las actividades de estas zonas están siendo referentes en temas como el respeto al medio ambiente, el fomento de la cocina Kilómetro 0 y la conservación de tradiciones”, ha afirmado Brigitte Hidalgo directora adjunta de Weekendesk.
Los datos del sector y los análisis digitales confirman esta tendencia. Según un estudio de Google, este año los destinos más buscados entre los españoles son aquellos que permiten estar en contacto con la naturaleza y aquellos que están sujetos a algún tipo de oferta, ya que han aumentado ambas búsquedas en una 45%.