La Universitat de Barcelona estima que el 4,1 % de los visitantes de Barcelona provienen del turismo de cruceros

  • El porcentaje de su contribución al impuesto de establecimientos turísticos, incluyendo el recargo municipal, será muy superior, alcanzando el 13 % del importe gestionado por el Ayuntamiento por este concepto.
  • El crecimiento medio de la industria de cruceros (2010 – 2019) se sitúa solo en un 3,1 % frente al 4,3 % de crecimiento en el total de los visitantes de la ciudad y al 8 % de los pasajeros llegados por vía aérea.

Si se recuperan los niveles de turismo de 2019, la Universitat de Barcelona (UB) estima que el 4,1 % de los visitantes de Barcelona en 2023 provendrán del turismo de cruceros y contribuirán en un 13 % al importe gestionado por el Ayuntamiento procedente del impuesto de establecimientos turísticos (IETT) más recargo municipal.

Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden de la presentación Actividad crucerística en Barcelona: evolución, caracterización y recaudación fiscal, realizada esta mañana en Barcelona por el catedrático de Economía Aplicada de la Universitat de Barcelona y director del Laboratorio de Economía Aplicada AQR-Lab, Jordi Suriñach, y la profesora titular de Economía Aplicada de la Facultad de Economía y Empresa de la Universitat de Barcelona e Investigadora de AQR-Lab, Esther Vayá.

Igualmente, el análisis también concluye que:

  • La industria de cruceros experimentó un crecimiento significativamente inferior al resto de opciones turísticas durante la década 2010 – 2019. Así, su crecimiento medio anual en este periodo se situó en un 3,1 % frente al 4,5 % de las pernoctaciones turísticas en la ciudad; 4,3 % de las visitas de la ciudad y 8 % de los pasajeros llegados por vía aérea.
  • Este crecimiento medio ha sido muy superior en los cruceristas de puerto base (3,7 %) frente a los cruceristas de tránsito (2,8 %). Los cruceristas de puerto base son aquellos que comienzan y/o terminan su viaje en Barcelona. Su  contribución económica es mayor que los cruceristas en tránsito ya que suelen llegar unos días antes y/o quedarse tras la finalización de su crucero, lo que implica un mayor gasto (vuelos, hoteles, restauración, transporte, ocio, etc.).
  • Dentro de los pasajeros de puerto de base, predominan los procedentes de Estados Unidos y Canadá; turistas con un perfil de gasto mayor que el resto de visitantes (187 euros / día frente a 138 euros / día en Barcelona).
  • Los cruceristas destacan por estar más interesados en la cultura y compra que el resto de visitantes.
  • Para sus desplazamientos y comparándolos con el resto de visitantes, los cruceristas manifiestan una clara preferencia por taxi y bus turístico en detrimento del metro.
  • En 2019, los cruceristas representaron una media del 4,1 % del total de visitantes de la ciudad (6.566 frente a 158.610 visitantes diarios). Los meses de septiembre (5,6 %) y octubre (5,3 %) registraron los mayores porcentajes.
  • En relación con el impuesto de establecimientos turísticos (IETT) y recargo municipal, el crucero es el único medio de transporte que tributa.

Debido a los cambios tarifarios y recargo municipal, el importe gestionado por el Ayuntamiento se multiplicaría aproximadamente por seis entre 2019 y 2023-2024, hasta alcanzar los 8 y 9 M € en 2023 y 2024 respectivamente. El número de cruceristas se supone constante.
La industria de cruceros dispuesta a colaborar con el territorio

El director de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) en España, Alfredo Serrano, también ha acudido a la presentación.

En su intervención, Serrano ha recordado: “Sentimos Barcelona como nuestra casa; aportamos al territorio un turismo de calidad y queremos seguir desarrollando la industria de una forma sostenible tanto desde el punto de vista económico y social como medioambiental y siempre en el marco del acuerdo suscrito por el Ajuntament y el Port de Barcelona en 2018”.

“En este sentido” – ha agregado – “desde hace años mantenemos una relación muy constructiva con Port de Barcelona, Generalitat, Concejalía de Turismo e Industrias Creativas y numerosas entidades barcelonesas de diversa índole”. De este modo, “estamos dispuestos a escuchar y colaborar con todas las diferentes administraciones, los agentes económicos, sociales y vecinales para, con rigor, trazar un plan que permita maximizar las ventajas del turismo de cruceros y minimizar las externalidades negativas que se pudieran identificar”, ha asegurado.

Además, Serrano ha puesto en valor que el papel de la industria de cruceros como líder y catalizador en la transformación verde del transporte marítimo y ha señalado alguno de sus hitos en esta materia:

  • El 80 % de los barcos que atracan en Barcelona se autoabastecen de agua, no consumiendo recursos hídricos de la ciudad, un aspecto especialmente relevante en un contexto como el actual. Se trata de un ejemplo más del proceso de transformación de la industria: lleva años desarrollando tecnologías que le permitan seguir generando riqueza en los territorios sin consumir sus recursos.
  • Respecto a la contaminación atmosférica y en base al Estudi sobre la qualitat de l’ Aire de Barcelona Regional (2019), el Port de Barcelona estima que la industria fue responsable del 0,7 % de las inmisiones de óxidos de nitrógeno y del 0,16 % de las partículas en suspensión en Barcelona, una disminución del 10 % frente a 2016.
  • El 35 % de turistas de cruceros que llegarán a Barcelona en 2023 lo hará a bordo de un barco propulsado por gas natural licuado (GNL), el combustible marino más sostenible existente en la actualidad a escala. Se espera que este porcentaje continue aumentando en los próximos años según nuevos barcos vayan poniéndose en servicio.
  • La planificación de las obras de electrificación en el puerto prevé que los barcos de crucero puedan conectarse a la red eléctrica de tierra en 2026, lo que supondrá el apagado de sus motores y, por lo tanto, la práctica eliminación de sus emisiones en puerto. Los barcos de crucero ya tienen muy avanzada la implantación de esta tecnología por lo que podrá aprovecharse tan pronto esté en funcionamiento en el Puerto de Barcelona.
  • La industria trabaja con ahínco para llegar a las cero emisiones netas de carbono en 2050.
  • La industria aplica los principios de la economía circular: los buques están dotados de sistemas sofisticados de reciclaje que permiten aprovechamiento de casi el 100 % de los residuos generados a bordo

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