El Director General en funciones de Turismo de Sudáfrica (South African Tourism), Sthembiso Dlamini, ha acogido con satisfacción la noticia anunciada por el Ministro del Interior, Dr. Aaron Motsoaledi, por la que los menores internacionales que viajan a Sudáfrica ya no necesiten certificados de nacimiento ni cartas de consentimiento cuando viajen con sus padres.
La nueva medida ha sido comunicada a todos los puertos de entrada al país, compañías aéreas e industrias marítimas, después de la firma de la exención por parte del Ministro Motsoaledi el viernes.
«La noticia será bien recibida por todos en la industria del turismo, tanto en Sudáfrica como en el resto del mundo», comentó Dlamini.
«En todos nuestros mercados, los viajes en familia son un factor clave para las llegadas y competimos con muchos otros destinos en viajes en familia. Esta nueva medida nos permitirá dar a conocer de nuevo a Sudáfrica de forma proactiva como un destino para las familias».
«Después de nuestros recientes roadshows en Reino Unido, Europa Central y Norteamérica, algunos de los comentarios recibidos fueron que estábamos empezando a perder terreno en el mercado de viajes familiares, ya que las familias estaban eligiendo otros destinos antes que Sudáfrica debido a las regulaciones a la hora de viajar con menores. Con este cambio, ahora podemos trabajar para recuperar este mercado», explicó Dlamini.
Sudáfrica es un destino familiar con cómodas conexiones de larga distancia desde todas partes del mundo. El país también está libre de malaria, lo que lo convierte en una opción atractiva para las familias que desean experimentar safaris y vida salvaje. Los alojamientos en todo el país también atienden las necesidades de las familias.
«Hay mucha diversión en Sudáfrica para las familias que viajan con niños de todas las edades y, sin duda, suficientes experiencias para dejar recuerdos duraderos tanto en los padres como en los hijos».
«Mientras buscamos alcanzar la meta fijada por el Presidente Cyril Ramaphosa de 21 millones de llegadas para el año 2030, renunciar al Certificado de Nacimiento para los menores internacionales será sin duda un catalizador para que alcancemos la meta», concluyó Dlamini.